𝙰 𝚜𝚞𝚜 𝚘́𝚛𝚍𝚎𝚗𝚎𝚜 𝚙𝚊𝚝𝚛𝚘́𝚗

capítulo diez

«𝙰 𝚜𝚞𝚜 𝚘́𝚛𝚍𝚎𝚗𝚎𝚜 𝚙𝚊𝚝𝚛𝚘́𝚗»

•—Capitulo diez/[10]🌺

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Damien lo invadió un nudo en la garganta y se ruborizó levemente de la vergüenza ¿que hacía ese idiota aquí? Pensó.

Pronto las cálidas manos de Pip pasaron por el cabello del chico contrario como un intento de calmarlo, cosa que incitó un poco a la violencia a Damien.

—¿Quién te dio permiso de entrar? ¿no deberías estar ayudando a reconstruir?—La voz de Damien volvió y se apartó casi al instante de toque del rubio.

—¡S-Si! pero... Pensé que podría ayudarte.—La mirada de Pip se volvió temerosa y se avergonzó.—Lo siento.—Alejó su mano para retirarse de allí.

Antes de irse, Pip miró al chico y recordó la condición de Satanás.

Mierda... Si quería seguir viviendo, debía insistir.

—¿Por qué no te largas?—Miró a Pip con los brazos cruzados, arrugó su nariz,cosa que la pareció tierna;Aún así,Pip estaba realmente confundido.

—(¿Qué se supone que deba hacer...?)—Pensó para después mirar a Damien,el cual alzó la ceja.—(Quizás lo intente más tarde.)

Se retiró finalmente.

—(Debí darle las gracias por preocuparse.)

[. . .]

—¡Hey chico ¿donde se supone que estabas?—Christophe se lanzó encima de Pip.—Estuvimos trabajando sin ti, tsk.—Hizo el típico sonido emo edgy.

—¡¡Alejate de mi novio, PERRA!!—Dijo Gregory empujando al topo para besar de mejilla a Pip.

—¡Creí que yo era tu novio!—Exclamó con lágrimas hiperrealistas mientras bromeaba.—Me engañaste.

—¡No es cierto!

—Bola de imbéciles, pero inteligentes y astutos para misiones.—Admitió Estella.—¿Qué tal Pip, todo bien?—Le sonrió a su amigo.—Se te ve deprimido.

El chico suspiró.

—Sí, es por Damien.—Miró a Estella con preocupación.—¿Crees que puedas ayudarme?

—Oh, sí... ¿Qué sucede?