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Una alfa con una cachorrita resultaba bastante atractivo para muchas personas, independientemente de su casta, poder presenciar el estado más sensible de los alfas parecía ser algo que llamaba bastante la atención, que enternecía los corazones y dejaba una cálida sensación en el pecho de aquellos
que pasaran cerca de alguno, lo cual sería
beneficioso para Jeongyeon, si no fuera porque estaba felizmente casada.

Tzuyu tenía una nueva misión, pero esta vez se la había dado su mami Nayeon mientras se despedía de ella dando besos sobre su nariz, a veces la bebé quería saber porque alguien querría tanto llevarse a sus mamás, pues sinceramente estaba algo cansada de tener que intervenir, es que no entendían que sus mamás ya la tenían a ella? Solo le daban más trabajo a la pobre cachorra.

Jeongyeon se paseaba por el último pasillo que visitaría ese día estando en el supermercado, echando al carrito unas cuantas compotas, sonrió al mirar el contraste de los envases de conserva de fruta triturada junto a sus botellas de soju, luego de convertirse en madre su único
y verdadero placer era poder llevar unas
cuantas a casa, como era bastante mandilona solo podía hacerlo cuando Nayeon lo permitía, pues se había vuelto bastante estricta en cuanto al consumo de estas en casa, empezando por el hecho de que la omega no lo hacía por obvias razones.

Rodó su carrito, con la intención de formarse en una fila para poder pagar por los productos, podía sentir muchas miradas encima, lo cual no era nada extraño cuando salía solo con su cachorra.

—Eres un imán de personas, ¿lo sabías? —le susurró a la pequeña, que se aferraba a su cuello, babeando de vez en cuando la tela de su hombro.

"Lo sabía"

Confirmó la pequeña, a pesar de que realmente no tenía ni idea de lo que era un imán ni por qué ella era uno.

La fila avanzó con rapidez para beneficio de Jeongyeon , la cual sintió la penetrante mirada de la cajera a partir del momento en el que comenzaba a colocar sus ítems sobre la banda del cajero.

—¿Eres madre soltera? —Preguntó y a juzgar por su voz, se notaba bastante interesada Siempre es agradable mirar a una madre interesada por su cachorrita.

Tzuyu la recorrió con su mirada, como solía hacer siempre, le gustaba echar una miradita solo para comprobar que nadie era más linda que sus mamás.

"Mira, no sé quién eres ni lo que soltera
significa pero no, mi mamá no lo es para ti"

La alfa rio con un poco de vergüenza por sus palabras, más que todo por lo incómoda que era la situación.

—Umm, no, estoy casada -respondió, sonando bastante simpática a pesar de romperle las ilusiones a la jovencita que ya se había creado un fanfic en la cabeza.

En ese oportuno momento su teléfono sonó con el tono que le había colocado a Nayeon, para saber cuándo era su omega la que estaba llamándola, se rio en su mente al imaginar que su esposa tuviera algún radar de zamuras, para llamarla justo en el debido momento, la chica le
hizo una seña a la omega contestando su
teléfono mientras seguía sacando las cosas del carrito.

—Dime —dijo al contestar la llamada, sosteniendo su teléfono con ayuda de su hombro, siendo una tarea difícil al sostener a la bebé con su otro brazo.

—Jeongyeon trae supresores, ya no tengo, mi celo es pronto y no quiero apestar estos días—dijo la menor al otro lado de la línea.

—Nayeon, ya estoy pagando—respondió la alfa.

Escuchó a la omega bufar en señal de fastidio, realmente le importaba poco la situación en ese momento.

—Lo necesito, Jeongyeon- siguió insistiendo la menor.

Jeongyeon rodó sus ojos, ¿es que pretendía que se devolviera a buscarlo? Las personas en la fila iban a molestarse por tener que esperarla, solo porque su esposa lo había exigido.

Fue en ese momento que la chica miró una
oportunidad donde no la había, pero todo
movimiento era considerado en el juego del amor ¿no? Entonces decidió intervenir.

—Puedo sostener a tu bebé y tú vas a buscarlos más rápido, iré pasando las compras, así no te retrasas—propuso bastante amable.

Jeongyeon técnicamente no miraba nada malo en ello, así que con toda la confianza le dejó a la cachorra, la cual estaba bastante renuente a soltarla.

"¿Qué haces? ¿No sabes que no me debes dejar con extraños? Por eso me gusta venir más con mami!"

—Espera a mamá, es solo un momento, ya vuelvo—dijo esta dejándola finalmente en brazos ajenos.

Juró oír el grito que sobresalía del altavoz de su teléfono, un "¿Con quién mierda estás dejando a la bebé?" De su adorable mami Nayeon.

La enfurruñada cachorra miró a la mujer que la sostenía, concentrada en pasar la compra de su mamá bajo la atenta mirada indignada de los otros clientes, que muy bien sabían el porqué de su favorcito.

—¿Y cómo te llamas preciosa?—le habló con una voz bastante juguetona, pero ella decidio voltear su cara con intenciones de ignorarla.

"Permíteme avisar que en este momento estoy haciendo popo encima de ti"

Así era, Tzuyu se tomaba muy en serio cada una de sus misiones, y hacía lo que tenía que hacer para poder cumplirlas.

Minutos después la mujer le devolvía a la niña con el problema en el pañal, simulando una amigable sonrisa, Jeongyeon agradecía por el gran favor.

—Y entonces ¿me dices tu número?—pregunto la chica.

jeongyeon simplemente rio por el atrevimiento de la mujer—¿Para qué?

"Ay mami, lo que tienes de guapa lo tienes de tontita también iverdad?"

Baby Thoughts [2Yeon]Where stories live. Discover now