Capítulo 17

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Faltaba poco para que terminara el año. Macarena remontó con sus notas y logró salvar el resto de los ramos, excepto el que ya se había echado, pero con más ánimo pensó que podía volver a darlo y seguir con su carrera, era algo que le gustaba y motivaba, se veía trabajando en ello y por eso mismo no quería rendirse.

Todo iba bien con Rubí y ahora había podido ver con más frecuencia a Josefa. Al único que no había visto era a su padre, ni una sola llamada, ningún mensaje para saber sobre ella, nada. De todas formas se sentía rara, porque todas las veces anteriores que se fue de la casa su padre le insistía con que volviera, la llamaba, no la dejaba tranquila y ahora no había ni un dejo de preocupación.

Pero en vez de seguir calentándose la cabeza, decidió igual que el, ignorar su existencia. No era fácil porque el existia en la vida de su hermana, su polola, su suegra y hasta su cuñada. Si tenía ganas de ir a verlas a su casa no podía porque no quería encontrarlo. Ahora mismo se encontraban en esa misma disyuntiva.

Navidad y año nuevo eran en la siguiente semana. Para Sergio la primera era una festividad netamente religiosa, debía asistir al culto y adorar a Jesucristo, pero las Cárdenas por otro lado amaban la compañía de la familia, la cena, celebrar todos juntos y aprovechar de hacerse uno que otro regalo. Y ahora no sabían que hacer porque sabían que si hacían la cena en el penthouse Macarena no iba a ir. La Tía Susana quería pasar las fiestas con su hermana y sobrinas, siempre celebraban en familia y además este año tocaba que fuera en la casa de las piedras preciosas.

Anticipadamente Ágata le había contado eso a Sergio, pero la verdad es que a él no le agradaba mucho la hermana de su esposa después de ver que había sido ella la que ayudó a su hija de irse de su lado. Así que no muy contento el buscó otra vía. Las cosas entre Ágata y Sergio mejoraron, pero aun no estaban del todo bien, ambos habían quedado en que la vida de sus hijas no tenía nada que ver con su relación de marido y mujer y que cualquier problema relacionado con eso lo dejarían afuera de su vida amorosa. A veces tenían encontrones que no los dejaban muy tranquilos.

-Ágata, para navidad me iré con la Josefa al norte donde vive mi hermana.

-¿Cómo?¿No te vai' a quedar aquí?

-No, de hace tiempo que no la veo y voy a aprovechar estas fechas.

-Pero Checho es la primera navidad que íbamos a pasar juntos po', como familia.

-Perdone que se lo diga Ágata, pero yo aquí no veo ninguna familia.

Para Ágata eso fue como un golpe en el pecho, desde que se casó con Sergio ella era la que más ponía de su parte en intentar ser una familia feliz, pero ya sabía que sus intentos no habían funcionado. Por lo menos no tenía el cargo de conciencia de estar fallándole a Macarena y a su vez a su hija.

-Es que Sergio si tú pusieras de tu parte...

-¿No he puesto suficiente de mi parte? Ágata por favor.

-No Sergio...

-¿Y usted cree que si me quedo aquí la Macarena vendrá a pasar las fiestas con nosotros?- la interrumpió.

-No.... Pero ¿Tampoco pensai' invitarla para el norte?

-No, si quiere ir que vaya sola cuando ella quiera. Yo ya no le pido nada.

-Pero es el gesto por último Sergio.

-Ella tampoco ha tenido ningún gesto conmigo desde que se fue. 

-Es tu hija.

-Y yo soy su padre.

-Sergio...- no continuó, sabía que si seguía iban a terminar discutiendo - está bien, no me meto.- finalizó con las manos levantadas saliendo de la habitación.

En el Fondo yo sé que esto no se acaba aquí • Rubirena •Où les histoires vivent. Découvrez maintenant