ǁCAPÍTULO 21ǁ

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Habíamos jugado por mucho tiempo, mejor dicho habían jugado. Mi ansiedad desapareció, pero aun así no me arriesgue a querer jugar y perder. Aunque no era fanático del alcohol, no quería embriagarme.

Steven ya había jugado unas cuantas veces y en todas ellas, solo ganó una vez. No sabía cómo pero seguía en pie animando a Cloe, que jugaba contra Tom, él estaba más ebrio aún. Ambos solo habían encestado tres pelotitas en los vasos.

No tuvimos que esperar mucho para que Cloe empezará a encestar más pelotas en cada vaso, quedándose solo con una. Tom estaba desesperado por encestar las que le quedaban, pero el alcohol no se lo permitía.

—¡Gane! —El grito de Cloe se ahogó en la multitud.

—¡Shot! ¡Shot! ¡Shot! ¡Shot! —los gritos de todos se empezaron a escuchar y Tom con una sonrisa levantó el pequeño vaso y tomó todo el contenido de un trago.

Más gritos en celebración se escucharon y luego se posicionaron dos personas más. Agatha estaba sonriendo a mi lado, ya había bebido demasiado y también estaba un poco ebria. Joshua también estaba a mi lado apoyando a cualquier persona. Al parecer éramos los únicos sobrios del grupo y quizá de toda la fiesta.

Agatha decidió jugar por sexta vez, quería empatar. Había ganado dos veces y perdido tres. —Ten —me dio su vaso con alcohol—, me toca.

Casi corriendo se posicionó en una parte de la mesa y fui junto a ella para que no cayera. En poco tiempo Cloe, Steven y Tom se acercaron y sin empezar el juego ya estaban gritando para que gane. Tom le dio las seis pelotitas y con dificultad las recibió.

No vi a Joshua de nuestro lado, porque contra quién jugaría Agatha sería Samira. Ninguna se había dado cuenta hasta que alguien hizo la cuenta para que empezaran. Ambas se dieron una mirada mortal antes de empezar a tirar las pelotas.

Agatha no estaba tan mal como Samira, ella sí parecía mucho más ebria que cualquiera del grupo. Aun así fue la primera en encestar dos pelotitas. Quien maldijo fue Cloe que le gritaba a su hermana para que se apresurara.

—¡Cierra la boca! —Agatha le gritó algo molesta.

Cloe hizo caso omiso y siguió gritándole casi al oído, así que decidí separarla un poco. No pasó ni diez segundos cuando Agatha encestó dos pelotas y luego dos más, quedando solo con una y Samira con tres. Steven ya estaba gritando emocionado porque ganaría. Y así fue, Agatha volvió a encestar la última pelotita que tenía.

Todos gritamos eufóricos por ese estúpido juego —porque sí, era estúpido— y la abrace alzándola en mis brazos, rodeo mi cintura con sus piernas y me dio un beso con sabor a coctel de maracuyá antes de seguir gritando.

Por si se lo preguntaban, sí. Agatha grito fuertemente el "¡Gane!" en la cara de Samira, que estaba muy ebria para darse cuenta. En la fiesta duramos mucho tiempo más pero les prohibí beber más alcohol.

—¿Y qué voy a hacer si no bebo? —Cloe me miró con cara de asesina.

—Puedes bailar —sugerí al ver que la mayoría de personas en la fiesta solo sostenía su vaso con alcohol y ya.

La risa de Agatha hizo que todos la miráramos. —¡Ella no va a bailar! —señalo a Cloe mientras reía—. ¡Le da vergüenza!

Cloe se tornó más roja de lo que estaba. —¿Cuánto ha tomado?

—Más que nosotros, eso seguro —Steven apareció entre la multitud—. ¿Nos vamos?

—¿Por qué haríamos lo que tú quieres? —Cloe frunció el ceño.

—¡Eso! ¿Por qué te haríamos caso? —Agatha arrastró las palabras.

—Porque ya son las 2 a. m. y mañana deben ir a la universidad —rodó los ojos—. Además, esto ya va a acabar.

MI SALVACIÓN. [TERMINADA]Where stories live. Discover now