ㅤㅤㅤchapter sixteen

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NO QUERÍA LLORAR, NO IBA A HACERLO, al menos no hasta estar completamente sola con la seguridad de que nadie podría verla de esa forma.

Helena sujetó con fuerza las riendas del caballo, y aunque no podía ver demasiado estaba completamente segura de que sus nudillos se hallaban blancos debido a la intensidad con la que las estaba sujetando. Llevaba varios minutos cabalgando bajo la tormenta, que si bien había disminuido su intensidad, la lluvia era lo suficientemente fuerte como para reducir la visibilidad.

Un suspiro de alivio escapó de sus labios cuando a unos cuantos metros distinguió los faroles de Aubrey Hall, y comprobó que afuera se encontraba Benedict utilizando una sombrilla mientras miraba a su alrededor, como si estuviera buscando algo y cuando logró oír los cascos del caballo Helena notó como la expresión de su rostro se relajaba. Aunque ella no se acercó a él, sino que directamente se dirigió hacia los establos para dejar al caballo resguardado de la lluvia y a cargo de los cuidadores que se hallaban ahí a pesar de la tormenta, probablemente aguardando su regreso y el del vizconde.

Cuando Helena salió del establo lo primero que sus ojos captaron fue la figura Benedict en el exterior, junto a la puerta estilo corral, con la sombrilla protegiéndolo de la fuerte lluvia. La joven observó el rostro del muchacho Bridgerton, notando que tenia su ceño fruncido y claramente curiosidad.

— ¿Dónde está Anthony? Creí que había ido a buscarte, cuando salió de aquí lucía bastante preocupado por ti.

Anthony. Ante la simple mención de ese nombre Helena se sintió débil, su labio inferior tembló e incluso creyó que en cualquier segundo sus piernas cederían y caería de rodillas contra el empedrado.

— No quiero hablar de él, por favor... No quiero siquiera oír su nombre.

Esas palabras ciertamente sorprendieron a Benedict, quien rápidamente se acercó a la joven tendiéndole la sombrilla para que la sujetara unos segundos sobre ellos mientras él se quitaba su saco— ¿Qué ocurrió? ¿Acaso te hizo algo? ¿Se propasó contigo Helena? —cuestionó, ahora una expresión severa, ya no había rastro alguno de esa sonrisa amable mientras colocaba el saco sobre los hombros de Helena. Un ruido de sorpresa escapó de sus labios cuando la joven costurera se aferró a él en un abrazo, casi soltando la sombrilla en el proceso, aunque Benedict fue lo suficientemente veloz como para sujetarla mientras recibía a la joven en sus brazos— Helena por favor habla, estas asustándome, ¿Anthony te hizo algo? ¿Te faltó el respeto Helena?

— No, nada de eso. —la joven mordió su labio inferior con fuerza, recordando cada palabra del joven vizconde.

— ¿Qué ocurrió Helena? ¿Qué fue lo que dijo?

— Ocurre que de todas las personas que mi corazón pudo haber elegido, tenía que elegir a alguien que no tiene suficiente lugar en su corazón para amar a alguien como a mí.

— ¿Te rechazó?

Helena soltó una risa amarga, una risada cargada de tanto dolor que incluso Benedict pudo sentirlo— Dijo que no le interesa el amor, que tiene un deber y que va a cumplirlo sin importa qué o quién, y que lo mejor será que mantengamos la distancia, que ya no nos acerquemos. —respondió ella, ignorando la parte del beso, porque ya era suficiente humillación.

— Ese jodido idiota... —murmuró Benedict abrazando una vez más a la joven con fuerza, sintiendo como la joven temblaba de impotencia y dolor entre sus brazos— Ven, vayamos a adentro, estás helada y no quiero que termines cogiendo un resfriado. —el segundo mayor de los Bridgerton tomó las manos de la joven, frotándola con las suyas en un intento por darle un poco de calor a las mismas— Lo mejor será que tomes un baño caliente, y si no te sientes de animo puedes cenar en tu habitación o podemos cenar juntos en la biblioteca.

𝐏𝐀𝐏𝐄𝐑 𝐑𝐈𝐍𝐆𝐒 ¹ | a. bridgertonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora