⊹ะ𝄈ꦿ᜔⃔⬂En la pequeña historia en qué voy a trabajar, Kisaki tiene Cotard. Hanma le hace coronas de flores para que se sienta vivo o que se sintiera hermoso por primera vez.
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—¡Estás azucenas te harán ver hermoso!—Decía el chico de cabellos negros y con un pequeño mechón amarillo, le ponía aquellas flores al rededor de la cabeza del pelinegro del de lentes.
—No lo soy, ¿Acaso no te das cuenta? Yo ya estoy muerto, ¿Cómo unas flores harán verme hermoso? Si no tengo casi nada, no tengo mi brazo y mi pierna y mucho menos un ojo, ¿Cómo alguien así se hace hermoso, Hanma?—Kisaki no estaba de ese modo, solo no podía caminar porqué se fracturó ambas piernas y su brazo, tenía vendada la cara por parte de las lesiones que se a hecho en los últimos meses.
—¡Fuf!~ Aunque estés de está manera, sigues siendo perfecto ante mis ojos Kisaki, eres diferente y por eso me gustas.—Daba pequeñas risas mientras acariciaba sus mejillas con sus manos y besaba la parte en donde estaba vendado. —E incluso tus puntadas y cortadas se me hacen hermosas.—Agarraba ahora ambos brazos para verlos y darle pequeños besos en esas zonas.
—¡Son horribles y las odio!—Los besos que le daba le ardían en su piel, las trataba de quitar pero aquel se lo impedía.
—Entonces yo haré que las ames, te dibujaré mariposas y las besaré todos los días, pero ya no lo hagas ¿Si? Me duele que lo hagas.—
—Uh. . .—
Fue lo único que dijo, Hanma se puso feliz al ver qué su chico que haya ruborizado por sus palabras, en verdad odia cuando se auto lesiona de esa manera. No le importaba en qué estado estuviera Kisaki, si estaba gordo o no, espinillas o puntos negros o lo que sea, el seguirá siendo hermoso para el. . .
