Capítulo 8

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Caminaron juntos durante un largo rato mientras se contaban chistes, Renjun le ponía al tanto de las clases que habían tenido y a las cuales él no había asistido, y pasaron un agradable momento entre charlas hasta llegar al pequeño local de bebidas. No quiso imponer sus gustos, así que sólo dejó que Donghyuck trajera una vez más el mundo desconocido hacia él con aquella gran sonrisa que le hacía confiar en él.

—Mira, prueba este, es té frío de durazno, es la fruta de temporada, así que es muy popular últimamente. Debe ser refrescante.—

El chico de amable sonrisa le entregó un vaso transparente tapado y un pequeño sol dibujado a un costado de su nombre. Renjun recibió la bebida con ambas manos y dió un pequeño sorbo, Donghyuck quien estaba a su lado, lo estaba mirando con curiosidad a espera de su calificación hacia la bebida. Renjun sin poder resistirse, sonrió avergonzado y apartó la orilla del bote de sus labios.

—Está delicioso; nunca lo había probado, es dulce pero como es frío, no es un dulce empalagoso. Gracias, Haechan.—

Donghyuck le sonrió de igual manera y está vez fue él quién bebió de su té y emitió un pequeño sonido de satisfacción y frescura. Ambos tomaron asiento dentro del local y disfrutaron en un silencio largo sus bebidas.

Renjun no se sentía incómodo estar a solas con aquel chico en aquél lugar; lo que si mantenía sus vellos de punta era tener la mirada del otro chico casi sobre él.

—¿Quieres algún bocadillo? Yo invito.— Habló Renjun poniendose de pie casi de inmediato de su asiento. —Yo pediré una rebanada de pay de queso.—

—¿Te gusta el pay de queso? ¡A mí también!, tráeme una rebanada, por favor.—

No era por hacerse el sorprendido, pero siempre que coincidía en gustos junto a Donghyuck, una parte de su ser le hacía sentirse bien; así como cuando fueron niños.

—Claro, no tardo.—Se marchó de aquél sitio, yendo hacia el mostrador dónde saludó amablemente a la chica encargada y pidió ambas órdenes de pay. Observó de reojo al otro chico, estaba sereno, tenía la mirada fija en su teléfono y parecía estar escribiendo un mensaje.

Debía admitir que aún seguía sin creer lo que estaba ocurriendo, Donghyuck parecía amigable, y no sentía ese sentimiento de supervivencia al estar alrededor suyo.

Por esto mismo, sólo decidió disfrutar de su bebida y ser feliz con la compañía que su amigo me brindaba. Todas sus esperanzas en ese momento, estaban puestas en que Donghyuck sería capaz de reconocerle.

Poco después de estar perdido en el gran mundo de la imaginación, fue apartado de su ensoñación cuando la chica encargada de realizar su pedido le hizo una tercera y última llamada de atención, tocó su hombro derecho y le mostró las dos órdenes listas sobre la barra.

Renjun, quien se había avergonzado de haberse perdido de aquella forma en sus pensamientos, tomo con una sonrisa tímida su pedido, agradeció la atención que esta le había brindado y caminó hacia la mesa que compartía con aquel ser de luz.

—Aquí tienes, ya lo probé, está muy rico.—

—Gracias, lo disfrutaré muchísimo.—

No quería ser tonto y dejarse llevar por las emociones que en ese momento embriagaban su cuerpo, pero era demasiado difícil no sonreír ante aquellas muestras de gratitud.

El resto del día pasó su transcurso normal, ambos decidieron acompañarse de regreso a casa sin realizar un intercambio tan amplio de palabras y acordaron en reencontrarse al día siguiente en la escuela.

𝑩𝒆 𝒕𝒉𝒆𝒓𝒆 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖 - [𝚛𝚎𝚗𝚑𝚢𝚞𝚌𝚔]Where stories live. Discover now