Un novio de mentiras

•21

Narra Ibram.

-Cuida a mi hermana, por favor -pide Kadir.

Ha repetido eso muchas veces durante la última hora. Recibió una muy buena propuesta de trabajo en Estados Unidos, y no la ha desaprovechado.

El día de hoy debe marcharse a Nueva York.

-Claro que voy a cuidarla, no te preocupes.

-Gracias, Ibram -me da la mano y me jala hacia él para darme un abrazo-. Espero vernos pronto.

-Espero lo mismo.

Kadir mira a su hermana, quién tiene los ojos rojos por querer llorar, sin embargo, no hay lágrimas mojando sus mejillas.

-Tranquila, Liv, podrás visitarme cuando quieras y yo también vendré cuando tenga vacaciones.

-Es que te voy a extrañar mucho -dice ella con un puchero.

-Lo sé, yo también te extrañaré.

Le doy un abrazo a Amber, la esposa de Kadir, y ella me regala una sonrisa amable.

Layla Ledger, la mujer que no dió a luz a Kadir pero que desde hace muchos años lo ha amado como si fuera su propio hijo, es un mar de lágrimas.

-Mamá, por favor no llores -pide Kadir con la voz entre cortada.

-Te voy a extrañar mucho -Layla mira a Amber y toma su mano-. A ti también. Me harán mucha falta.

-Mujer, por favor no le hagas más difícil la despedida a mi hijo -pide el señor Shaun. Kadir abraza a su padre por varios segundos y al separarse, Shaun parece también querer llorar pero se aguanta-. Que tengas buen viaje, mi precioso.

-Gracias, papá.

-Es hora de que subamos al tren, está por salir en quince minutos y debemos acomodarnos -anuncia Amber.

Kadir y su esposa llegarán en tren a Londres, y desde ahí, tomarán un vuelo hacia Nueva York.

-Nos avisas en cuanto lleguen a Londres y cuando lleguen a Nueva York -pide Layla.

-Sí, mamá -responde Kadir.

-Adiós -se despide la pareja al unisono.

Andrea y Jabel fueron los primeros en despedirse, junto al pequeño Matt. Pero ahora Andy, está llorando en silencio, mientras su hermanito la abraza.

Siempre he notado la unión en los cuatro, y aunque Andrea estuvo casada y viviendo con su esposo en otra casa, aunque Kadir también vivía a parte y estaban separados de cierta forma, nunca se habían alejado tanto, mucho menos que alguno de ellos se fuera a vivir al otro lado del mundo.

Vemos a la pareja alejarse y abrazo a Olivia por pocos segundos.

-¿Quién quiere ir a Burguer King? -cuestiona el señor Shaun.

-¡Yo, yo quiero! -exclama el pequeño Matt.

-¡Entonces vamos! -Shaun me mira- ¿Nos acompañas?

-Sí, claro.

Miro a Olivia. Ella luce triste y no dice ninguna palabra. Estoy a punto de tomar su mano pero ella no se percata de mi intención, y comienza a caminar.

-Está triste, necesita un poco de espacio -dice su madre, a mi lado.

-Lo sé -asiento.

Olivia camina con la cabeza gacha, pero al alzarla, se detiene de golpe. No puedo observar la expresión en su rostro porque me está dando la espalda, pero a unos cuantos metros de ella, está un chico alto, delgado, con la mitad del cabello largo en una pequeña coleta, y varios piercings en el rostro, además parece que va llegando de algún otro lado. Él también está de pie, pero no la está mirando a ella, está tecleando en su teléfono.