I: los tres intentos

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El zorro ártico Camilo, recién comido y descansado tomó rumbo hacia esa aterradora cueva, durante todo el trayecto nadie se dio cuenta de que no estába, como ya dije no resaltaba mucho así que cuando se fue desde temprano nadie lo noto, ni siquiera era visto ahora que subía la colina hacia la cueva.

Regrette estaba acostado en su cueva en los más recóndito de esta, un ruido lo sacó de sus pensamientos, una piedra había caído del techo demasiado cerca de él, esto pasaba al menos una vez al día debido a la humedad, la función que le dio Regrette a esto era de despertador, con variante de 1 o 5 minutos siempre caía una despertándolo así empezando su día. Para empezar con su cola barrio el polvo de donde dormía siempre para luego estirarse un poco, mientras tanto Camilo ya había logrado subir la colina

Camilo: llegue...

Dijo para si soltando un suspiro. Entró a a cueva la cual lo recibió con un "crack" el sonido de los hueso del lobo sonó por la acústica de la cueva asustando un poco al ya asustado zorro ártico pero apesar de esto con valentía siguió adentrándose en la cueva hasta ver la silueta de ese enorme lobo el cual lo olfateo reconociendo así a un intruso incluso sin haberlo visto

Regrette: zorro ártico te pido que te retires

Dijo el lobo saliendo de las sombras quien fue directamente hacia ese zorro blanquecino quien empezó a temblar cual chihuahua en invierno

Camilo: yo... si, si ya me voy

El miedo lo consumió y salió rápido de ahí, por suerte al llegar a su pequeña aldea de zorros nadie lo noto, esto era bueno pues evito vergüenzas, solo asi fue a hacia sí madriguera, ese triste lugar donde no hacia nada más que agrandarla pues quería que cuando tuviera decendencia darles esa enorme madigera, era difícil pero para el valía la pena hacer eso, todo por un bien mayor, además que mientras hacia esto el pensaba como podría hacerle frente al lobo negro.

El lobo solo vería como de marcho y así salió una vez ya no olió al zorro en la zona; dirigió su paso hacia el lago donde empezó a beber un poco de agua, el agua estaba congelada en las orillas lo que dificultaba hidratarse además estaba helado así que encuanto hizo esto empezó a correr para mantener calor, una vez ya no sintió frío se había alejado de su cueva así que solo camino hacia su hogar donde podría dormir bien por lo que quedaba del día, no tenia hambre así que por hoy evitaría cazar.

Al día siguiente Camilo se levantó y salió de su madriguera, nadie lo tomó en cuenta para la repartición de alimentos semanal así que hoy tendría que ir por comida, su olor se perdía al ser algo débil; planeaba ir por comida más tarde, tal vez después de ver al lobo y tratar de matarlo nuevamente. Camino, camino y camino hasta que llego a la cueva de nuevo donde empezó a adentrarse en esta.

Un lobo negro recién despertaba, hoy la piedra lo despertó un poco más temprano así que lo primero que hizo fue estirarse y empezar a limpiar los huesos de su última presa, apesar de solo ser el por su tamaño comía mucho, su comida interrumpida fue por un aroma conocido, el mismo zorro ártico vino a visitarle de nuevo, ante esto se levantó y fue fue verlo

Regrette: hola de nuevo zorro ártico

Camilo: h-hola...

Regrette solo lo miro por unos momentos para sonreír levemente y empezar a olerlo, como ya mencioné el tenía hambre y de hecho aunque no lo comería sería entretenido asustarlo un poco así se acercó empezando a rodearlo mientras lo olfalteaba, obviamente esto asusto a Camilo quien empezó a sudar y temblar, esto aumento más cuando escucho lo que dijo

Regrette: no eh comido desde hace dos días y tu pequeño me servirias mucho para saciar mi hambre

Dijo abriendo su boca pero obviamente Camilo no era menso y por instinto salio de ahí corriendo para evitar ser comido, esta vez se resvalo y rodó hecho una bola de nieve, otra vez su falta de atención hizo que no fuera notado cuando choco con una piedra.

- por suerte nadie me nota...

Pensó soltando un suspiro y saliendo de la nieve para ir a refugiarse a su madriguera quedando muy pensativo, después de un rato le dolía su pata ante lo cual solo sacó un sonido de dolor, hoy esperaría a que se le pasara el dolor ya que apenas podía caminar si no moria mañana comería ese día y tal vez buscaría otra manada.

El lobo negro al verlo solo soltó una risa para ver como se iba medio manco, esto medio lo preocupado pero no le importo mucho por obvias razones así solo salio para ir a buscar una presa la cual encontró cerca, un conejo blanco al cual mato de una simple mordida al cuello, este animal no lo espero y no lo escucho u oyó por ende lo meto fácil y así aullo haciendo temblar a todos los zorros árticos; volvió a su hogar con este animal y empezó a comerlo para luego caer dormido mientras tanto el zorro le dolía su patita.

En la nueva mañana el zorro ahora si fue a la cueva del lobo muy inspirado ya que hoy si ya le daría fin a este conflicto.

El lobo despertó enojado pues una piedra le cayó en el hocico haciéndolo molestar así se levantó y siguió comiendo ese conejo logrando disminuir su ira, aunque no tanto.

El zorro al llegar lo vio devorando al conejo intimidandolo, así el lobo lo noto y fue rápido hacia el para atacarlo, tenia aun hambre y ese aroma especial lo hizo ir hacia el zorro quien como pudo lo esquivo pero un zarpazo del lobo lo hizo salir de la cueva haciendo casi lo mismo de ayer, casi se rendía hasta este punto; volvió a su hogar donde se quedo todo triste.

El lobo después de esto se arrepintió y fue a buscar más comida, dentro de unas semanas entraría en un estado peligroso para todos así que debía estar bien alimentado y no salir pero el siguiente día algo le tomaría por sorpresa

Amor en la nieve || yaoi/gay/homosexual Donde viven las historias. Descúbrelo ahora