Capítulo: 7

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No me responsabilizo por dañar su estabilidad emocional y no pago terapia.
Están advertidos.

Narradora:

Si bien le molestó el verlo con Ino, decidió dar media vuelta y seguir con su recorrido junto con su pequeña hija, siempre, con ese malestar en el pecho.

En cambio con el par de rubios...

–¿No quieres venir a nuestro paseo Ino-Chan? Dudo que le moleste a Boruto– Ofrece amablemente.

–No lo sé, no quiero estorbar en su tiempo de padre e hijo– Duda la rubia.

–No te preocupes por eso– Asegura Naruto dando una sonrisa de confianza.

Antes de que Ino pueda responder, llegaron Boruto e Inojin muy entretenidos en su propio mundo.

–¡¡Papá!!– Saltó a los brazos de su padre emocionado – ¡¡Vamos a los juegos por favor!! Vi algo muy genial– Ruega inquieto el pequeño.

–¿Podemos ir madre?– Pide amablemente el de piel blanca.

–Supongo que los acompañamos – Rendida.

Naruto solo suelta una risa dejando que su hijo lo arrastre por los diferentes puestos y juegos.

(...)

–Gracias por el obsequio y la compañía– Agradece Ino con una sonrisa amigable.

–Gracias señor Naruto– También agradece el pequeño Inojin de forma respetuosa con un cuaderno de dibujos en mano.

–No hay de que, gracias por distraer a Boruto un poco– Habla el mayor con su pequeño en su espalda casi dormido y un peluche de hamburguesa en manos.

–Nos vemos– Se despiden los Yamanaka mientras se van.

Ambos Uzumaki entran a la casa la cual se encontraba en silencio.

Un suspiro salió de Naruto e ingresó a su hogar.

Bajó a su niño y luz de sus ojos en la cama del menor y arropó bien, dando por último un beso de buenas noches en la frente.

Salió de la recamara de Boruto y fue a la cocina, se sirvió un vaso de agua.

Un recuerdo fugaz pasó por su mente.

Flashback...

Se veía a un Naruto de 20 años en la dichosa casa aparentemente poco después de comprarla, específicamente en la cocina.

–¡Segura que lo dejaste caer por aquí!–  Grita mientras echaba un vistazo a las tuberías.

–La última vez que lo tuve fue cuando lavaba los trastes, creo que está ahí – Respondió preocupada una Hinata de 20 años con un pequeño bulto, digno de 3 meses de embarazo.

–¡Ajá! Lo tengo– Festejó mientras que tomaba una sortija de entre las cañerías, pero al sujetarse de una cañería floja la rompe y es empapado de agua– ¡AHHH! Me atacan!–

El rubio trataba de hacer que el agua deje de salir pero sin éxito.

Hinata con rapidez cerró la llave principal de agua y el rubio dejó de ser salpicado.

Amm....al menos, descubriste una cañería mal colocada, nos ahorraste el saber cuál era– Trató de animar la oji-perla mientras con una toalla secaba a su pronto esposo.

–Y encontramos tu anillo– Respondió mostrando la sortija de su prometida.

Ambos rieron sin soltarse las manos en ningún momento.

Fin del Flashback...

–.....–

¿Que tan bien llegó su actuación?...

–¿Papi?–

La voz de su pequeño ángel lo volvió en sí, volteó a verlo y el rubio estaba en la puerta de la cocina descalzo tallandose un ojo con su manita.

–¿Que sucede campeón?– Preguntó el padre mientras lo tomaba en sus brazos e iba a la sala y se sentaba.

–¿Me vas a conseguir una nueva mamá?....– Con la cabeza gacha.

–....– Suspiró – No quiero a otra.... Tu mamá, fue la única mujer para mí....– Vuelve a suspirar– Ella fue el amor de mi vida....Pero con el amor, viene la perdida hijo..... Es parte del trato, a veces duele pero al final.... Lo vale todo, no hay mayor regalo....que el amor–

Besó los cabellos de su pequeño y acunó su cabeza en su pecho mientras trataba de darle consuelo en silencio...

No podía dejar ir a Hinata aún, le dolía bastante la herida, quizás, solo quizás....en un futuro...

Continuará....

♡¡¡Operación Narusaku!!♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora