━━━ El comienzo de las anomalías

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐈
ᵀʰᵉ ᴮᵉᵍⁱⁿⁿⁱⁿᵍ ᵒᶠ ᵗʰᵉ ᴱⁿᵈ

Darcy Lewis sabía que Jane Foster era una persona nerviosa por naturaleza, lo notó desde que la conoció, en todos sus gestos, en su modo de hablar, en la manera en que murmuraba sus conjeturas al aire, sin que nunca se le entendiera una sola palab...

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Darcy Lewis sabía que Jane Foster era una persona nerviosa por naturaleza, lo notó desde que la conoció, en todos sus gestos, en su modo de hablar, en la manera en que murmuraba sus conjeturas al aire, sin que nunca se le entendiera una sola palabra coherente, y en cómo se desconcentraba repentinamente del mundo real para concentrarse en sus investigaciones.

Pero lo que tenía en exceso de nervios, lo superaba con intelecto.

Su amiga era, sin exageración, una genio. Darcy siempre había sido muy inteligente, demasiado despreocupada, pero lista e ingeniosa de maneras que muchos no supondrían al verla. Aún así, había muy pocas personas que superaran en ese aspecto a Jane Foster.

Quizá por eso trabajaba para organizaciones tan misteriosas y problemáticas.

Jane caminaba por las instalaciones del Centro de Investigaciones MacTaggert, en Escocia, a las dos de la madrugada, cuando casi todos sus compañeros estaban descansando del trabajo y habían sido remplazado por los guardias nocturnos. Cargaba su laptop negra llena de stickers que Darcy le había pegado estando aburrida, con una vídeollamada a Boston en proceso.

—¿Entonces no planeas regresar a S.H.I.E.L.D todavía? —le preguntó Jane, expectante.

Darcy bostezó de manera pesada, acomodando sus lentes, lo que causó que la científica también bostezara. Llevaban despiertas más tiempo del que era saludable para ellas, que trabajaban día y noche, prácticamente sin descanso, en sus respectivos campos.

A través de su pantalla Jane podía observar perfectamente a su amiga, sentada en la silla de su escritorio, en la que fue su habitación durante su niñez y adolescencia, al fondo se veía la cama desordenada y la pared tapizada con posters de bandas que Jane no conocía. Desde el lado de Darcy se notaba que Jane le daba la espalda a una enorme pared de cristal, donde se divisaba el paisaje esmeralda de la isla donde trabajaba en ese momento su amiga. El exterior estaba oscuro, y las miles de estrellas en el cielo inmenso, además de una gran instalación científica que brillaba blanquecina a la lejanía, era lo único que Darcy lograba distinguir del todo bien.

—No mientras mi papá siga teniendo esos ataques de ansiedad que disimula con tos —respondió Darcy con una sonrisa—. Insiste en que está bien, pero sé que no es verdad. —Estiró los brazos hacia arriba, ladeado la cabeza con un crujido que alteró los nervios de Jane—. De cualquier modo, es aburrido si no estás tú conmigo —finalizó con otro bostezo.

Jane la miró con una ligera sonrisa comprensiva. Se le notaba el cansancio en los ojos.

—Lo dices como si realmente pudieras rechazarlos —dijo Jane von diversión.

—No me trates de intimidar; si me necesitan, que vengan por mí para recibirlos con el taser —dijo Darcy, con una risotada burlona. Aunque un escalofrío leve le recorrió la espalda al imaginar la situación—. Todos en S.H.I.E.L.D son muy aburridos y pretenciosos. No saben tomarse las cosas con calma esos espías amargados, me deprimen. Y debido a mi fantástico trabajo de computación nunca puedo ver a los verdaderos héroes, ni saber sobre sus misiones, porque aparentemente esa área no me correspondía —se quejó, haciendo una mueca infantil.

Jane apartó la mirada, un tanto incomoda, frunciendo los labios.

—Entonces… no has visto a… —se quedó callada un momento, mientras Darcy respondía:

—¿Al musculoso dorado? No, ni de lejos —soltó un suspiro, aburrida—. Supongo que ahora que él y Erick son famosos, son demasiado importantes como para saludar siquiera. O al menos mandar un mensaje de texto, aunque dudo mucho que tu novio sepa usar los teléfonos celulares.

—¡No es mi novio! —exclamó Jane, apenada.

—Pues se comporta como uno.

Darcy miró la expresión de su amiga, quien se veía entre pensativa e irritada. Parecía que cualquier asunto que tuviese que ver con Thor la ponía en ese estado de animo tan irascible. Nadie la podía culpar realmente, hacía casi dos años que no veía al Dios Nórdico, al menos no en persona, las únicas veces que había sabido de él fueron por la televisión y los periódicos.

Todo se había puesto muy intenso desde el ataque a Nueva York.

Un escalofrío recorrió la espalda de Darcy al recordarlo. Había sido una catástrofe bastante traumática para la gran mayoría del planeta. Incluso para Darcy, quien no estuvo presente, pero cuya familia vivía precisamente ahí y sufrió el ataque. A veces tenía pesadillas de la Invasión a Nueva York… y, no había por qué negarlo, también sobre el incidente en Nuevo México.

Darcy iba a mencionar algo al respecto cuando el suelo comenzó a temblar. Al principio pensó que se lo estaba imaginando, pero no era así. El suelo se sacudió con violencia, emitiendo vibraciones que le sacudieron todo el cuerpo.

—¡Ay, rayos, demonios, rayos! —exclamó aterrorizada.

Se paró rápidamente de su silla para salir de la habitación, pero en lugar de eso se quedó mirando con pasmo la pantalla de su computadora. Del otro lado, donde estaba Jane, el suelo también se movía bruscamente. Estaba ocurriendo un terremoto en ambas partes del planeta… bueno, ellas no lo sabían todavía, pero el terremoto estaba ocurriendo en todo el mundo. Y así, tan rápido como empezó, se detuvo bruscamente.

Ambas se miraron, respirando agitadas por el susto. ¿Cómo era posible que hubiese sucedido un temblor al mismo tiempo en donde ambas se encontraban, y aparentemente con la misma intensidad? Jane estaba en Escocia, tan lejos de Darcy como se podía estar, y aún así ahí estaban ambas, sopesando el hecho de que aquella anomalía de la naturaleza acababa de suceder.

La puerta de su cuarto se abrió entonces de golpe y el padre de Darcy entró velozmente, asustado, con su gata blanca en brazos, la pijama puesta y los lentes para leer chuecos sobre su nariz.

—¿Qué acaba de pasar? —preguntó el señor Lewis, temblando.

—Darcy… —comenzó a decir Jane, alterada, cuando un estallido ocurrió a sus espaldas.

Una gran e incandescente luz amarilla, electrificada, se vislumbró a lo lejos, entre los arboles esmeraldas de la isla en la que trabajaba su amiga, como si alguien hubiese encendido un potente faro de fuego. Jane gritó y se apartó corriendo de la pared de vidrio, observando el halo anaranjado que dejó la súbita explosión. Las lámparas cambiaron de blanco a rojo en las instalaciones, y empezaron los ruidos de alarma, y los guardias comenzaron a aparecer por todas partes, gritando instrucciones y despertando a los científicos que para ese momento ya estaban más que despiertos.

—¡Oh, por Dios! ¡Jane! ¿Estás bien? —preguntó Darcy, alterada, acercándose a la pantalla.

—Estoy bien —dijo su amiga, respirando agitada, seguía mirando al mismo punto de la isla, donde los destellos amarillos no desaparecían—. Debo irme, Darcy, te llamo después.

Y la vídeollamada se cortó.

No podía estar segura, pero presentía que aquella explosión tenía algo que ver con el terremoto.

Darcy se quedó ahí unos momentos, apoyando ambas manos en el escritorio y mirando la pantalla como si su amiga fuese a aparecer repentinamente. Se irguió, apartándose de la laptop, con un suspiro agotado, mientras su padre la veía sin saber qué decir a lo que acababa de suceder.

Aunque no tuvieron mucho tiempo para analizarlo, cuando un nuevo temblor ya estaba sacudiendo el edificio.

Soltó un grito de pánico y corrió a la puerta de su habitación, donde su padre la tomó del brazo para salir lo más rápido posible, antes de que ocurriera una tragedia. Así comenzaron las catastróficas anomalías que durante el año entero azotarían constantemente a Nueva York, incluso al planeta entero, y por las que los Avengers se reunirían una noche después del terremoto, en la nueva Torre Stark, para investigar qué estaba ocurriendo.

Aparentemente, aquellos sucesos no se limitaban solamente a Nueva York, a Boston o Escocia… ni siquiera se limitaban solo a Midgard.

En otro planeta del Yggdrasil, sucedía exactamente lo mismo.

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⏰ Cập nhật Lần cuối: Oct 22, 2023 ⏰

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El Dios del Engaño... y Darcy ━━━ 𝐓𝐀𝐒𝐄𝐑𝐓𝐑𝐈𝐂𝐊𝐒Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ