10 No mueras antes que yo

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Ya había amanecido, Rusia estaba nervioso por lo que haría, ya se había decidido a confesarle sus sentimientos al alemán pero realmente no sabía ni como empezar.

Cuando se despertó se quedó unos momentos en su cama mirando el techo, pensaba en todo lo que el alemán le podría decir o hacer, su cabeza era un panal de ideas en aquel momento, tanto así que su cabeza comenzaba a punzar.

Trató de calmarse y cerró de nuevo los ojos hasta que sin darse cuenta se quedó dormido de nuevo.

. . .

Eran quizás las 10 de la mañana y Alemania ya estaba despierto, había bajado al sótano después de casi ahogarse con los pétalos que vomitaba en el baño.

Un vez en dicho lugar, buscó entre las cajas una cuerda, sabía que no iba a ser capaz de dispararse a sí mismo si no tan fácil hubiera sido tomar el arma de su padre y matarse en el sótano de una vez.

Todas las cuerdas que encontraba parecían no tener mucha resistencia, tendría que hacerle un nudo y luego atarla a un lugar y después colgarse él y ninguna cuerda iba a aguantar al menos ser atada.

No se rindió y siguió buscando, trataba de ser lo más silencioso posible para no despertar al japonés que dormía apaciblemente arriba.
Se subió en un pequeño cajón, tuvo que detenerse a toser ya que había demasiado polvo en aquellas cosas, después de recobrarse siguió, bajó una caja que era la más pesada ya que parecía ser de herramientas.

Cuando la abrió pudo ver una cuerda lo suficientemente larga, gruesa en incluso rasposa, era perfecta.
La sacó completamente de la caja y comenzó a hacerle el típico nudo que en el momento bajaría hasta apretar su cuello.

Una vez que terminó la enrolló a modo de poder ponerla en su brazo para después tomar la escalera y salir del sótano.

Por mientras el japonés ya estaba despertando por lo ruidos del alemán, sus pisadas y el ruido de las puertas al abrirse.

Se levantó con algo de flojera y se sentó al borde de la cama.

Alemania había salido al jardín, ahí había un gran árbol, era demasiado alto a decir verdad pero aguantaba cualquier cosa.
El germano abrió la escalera y la acomodó donde la quería, tomó la cuerda y la ató a una rama del árbol.

Trató de que la altura fuera considerable. Dejó la cuerda atada y se llevó la escalera, no había necesidad de que llevase un banco ya que subiría por una rama y de ahí "saltaría".

. . .

ㅡOye no vayas a vomitar en el auto, estás demasiado nervioso.

Habló el chico de rayas y estrellas.

ㅡYa cállate! No estoy nervioso.

Rezongó el ruso.

ㅡBueno pero no me grites.

Contestó el americano.

Ambos se dirigían hacia la casa del alemán pero los nervios de Rusia eran bastante notables, incluso América le había hecho bromas sobre cuando llegara con Alemania primero le iba a vomitar encima de lo nervioso que estaba.

. . .

Alemania estaba en la sala, tenía su teléfono en mano, estaba viendo aquella foto donde estaban Rusia y Estados Unidos abrazados... Felices.

Alemania subió los pies al sillón, comenzó a llorar y a maldecir tanto en alemán como en otros idiomas.

ㅡAle, qué pasa?

Preguntó Japón.

ㅡQuieres saber que pasa?!

Gritó Alemania.

🥀Pétalos De Amor Y Dolor🥀 ×RusGer×✅Where stories live. Discover now