Capítulo 1

1.5K 85 11
                                    

Me dejo caer en la silla para ver a los socios, amigos y abuelos en la gran mesa, es una familia pequeña pero extrañamente mi padre solo decidió tener una hija y soy yo, tal vez no quiso tener más hijos porque mi madre murió y apenas nací.

El abogado entra para sentarse en medio de la mesa para sacar de su portafolio una carpeta.

-Leeré el testamento de John gray-el dice y todos se sientan, ninguno se atreve a decirme algo pues hace años que no venía aquí, desde que fui a Alemania a estudiar nadie supo que fue de mi vida, solo sabían que estaba estudiando en una de las mejores preparatorias en Alemania-mi último deseo es que mi socio favorito que es Peter se quede con mi convertible-el lee y Peter celebra.

Todos prestan atención, mi padre es el heredero del abuelo, el se quedó con todo lo que es de la familia convirtiéndolo en el más rico de la familia, es obvio que nadie de aquí está por qué quiere están aquí para ver si les dejo algo mi padre.

El sigue leyendo que le dejo a mi abuela un fondo para vivir sus últimos años y demás cosas hasta que dijo-la empresa y todos mis vienes quedarán a nombre de mi única hija, también si muero antes de que cumpla la mayoría de edad dejare que un hombre que confío plenamente en el y su familia se encargue de ella-el abogado hace una pausa.

Ya me jodi, aún tengo diecisiete.

-Patrick O'Connell le dejare lo más preciado que tengo, mi hija-el abogado termina de leer y todos voltean a ver a un hombre que está sentado en un sofá.

El se levanta junto con una mujer de cabello negro con las raíces verdes.

-No puedo quedarme con ellos, tengo que regresar Alemania-digo rápidamente.

-Tienes diecisiete años y estás a cargo de ellos, no puedes decidir por ti-el abogado dice.

-¿Está seguro que le dejo la custodia a ellos?-Peter dice tomando la carpeta para leer, después de unos segundos me ve con algo de preocupación-está vez no puedo ayudarte-el murmura.

Tengo que hacer algo, no me puedo quedar aquí.

Saco mi teléfono para salir de la sala e ir al jardín de la casa, escucho como me llaman pero yo solo los ignoro mientras marco el número de Rick.

-¿Qué pasa?-el responde algo confundido-Dios, son las cuatro de la madrugada-el se queja.

-Mis padres murieron y ahora me adopto una familia que no conozco-respondo y el hace un sonido agudo.

-Dios mío, y ¿qué vas hacer?-me pregunta.

-¿No hay forma de que se anule esos trámites de adopción?-pregunto.

-Déjame revisar en el sistema de Estados Unidos-el dice y escucho ruidos.

No puedo quedarme en America, la compañía me castigara si eso pasa y sus castigos no son de escuela son peores.

Alguien toca mi hombro y doy un brinco hacia adelante, una risa hace que me da la vuelta para ver a la chica de cabello verde.

-¿De que ríes?-le pregunto.

-¿Yo?-ella se señala a sí misma.

-Te hablo después-murmuro y cuelgo.

Ella suspira y cambia su rostro a uno serio-¿estás bien?-me pregunta.

-Estoy bien pero simplemente no me gusta la idea de quedarme aquí con personas que ni siquiera conozco-murmuro.

-Soy Billie O'Connell, un gusto-ella estira su mano.

-Aunque conozca tu nombre no quiero quedarme contigo-susurro y ella toma mi mano, guau, es demasiado suave.

-Dije, me encantaría saber tu nombre-ella dice sin soltar mi mano.

-_____ Gray-murmuro y sonríe.

-Tienes un nombre bonito-susurra-ahora tienes que ir por tus maletas...nos iremos en una hora-dice con un tono algo serio y suelta mi mano para dar media vuelta e irse.

¿Soy yo o es algo rara?

. . .

-Sera fácil vivir aquí-Patrick, el hombre que se hará cargo de mi dice mientras para el auto frente a una casa algo grande-mi esposa le encantará tenerte en casa-murmura y Billie baja para abrirme la puerta.

Su amabilidad es tan extraña que da miedo.

Tomo mi mochila para bajar y caminar detrás de ellos mientras en chofer carga mis maletas. A lo que se Patrick O'Connell es un empresario igual de exitoso que mi padre, al parecer eran mejores amigos.

Estuve tan lejos de mi padre que ahora su vida es un misterio para mi.

-Puedo hacerle una pregunta-digo apenas y entramos a la casa, el voltea a verme.

-Claro, las que quieres-me dice con una sonrisa.

-¿Podría firmar un papel para que me dejen regresar a Alemania?-le pregunto y el ríe.

-Claro-sonrío-que no, tu padre dijo que no le gustaba la preparatoria de allá, así que estudiarás aquí-el dice más serio y dejo caer mis hombros.

Va ser difícil convencer a este hombre de que me deje ir.

-Hija, enséñale su habitación-Patrick le dice a su hija y ella me ve con una sonrisa.

Ella sube por las escaleras y yo la sigo, no tengo de otra más que quedarme aquí hasta que Rick pueda resolver todo.

-No entiendo porque te quieres ir del país-ella dice mientras camina por un pasillo.

-No me gusta Norteamericana-confieso y ella voltea a verme.

-¿Estás bromeando?...aquí es el cielo, todos quieren venir a Los Ángeles a vivir-Billie dice mientras camina hacia atrás.

-Es el cielo pero muy en el fondo es un infierno-digo y ella levanta sus cejas-es una metáfora, claro-digo rápidamente y ella ríe.

Se da la vuelta y abre una puerta dejándome ver una habitación mediana, una cama, un escritorio, un closet y demás cosas nuevas.

-Tu habitación-susurra y me empuja.

-Esto es-murmuro-¿quién decoró?-pregunto.

-Yo y mi hermano-Billie responde.

-Les quedo genial-murmuro y dejo mi mochila sobre el escritorio para abrir las cortinas y descubrir una vista hermosa de la ciudad.

-Te dejamos la mejor vista-ella murmura.

-¿Cuál es tu habitación?-le pregunto.

-La puerta frente a esta, si necesitas algo solo toca y di tú nombre-ella me susurra para después salir y cerrar la puerta.

Tal vez no sea tan malo vivir aquí pero la agencia no estará muy feliz que digamos, tengo que tomar una misión en esta ciudad.

Top SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora