Capítulo 5 - Retroceso

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Había pasado una semana desde que desperté en el cuerpo de esta mujer, tal parece que su nombre es Hurrem y es la esposa del Sultán en turno, Suleyman el Magnífico. Estos tipos si que adornan sus nombres.

El doctor volvió a revisarme al tercer día y dijo que estaba todo bien, que cualquier signo de peligro había sido librado con éxito, por ello me permitirían regresar a mis aposentos, valla sorpresa que me dí al saber que aquel lugar no era mi habitación.

Antes de irme el sultán preparo una comida muy esplendida, había de todo y supongo que aquellos platos eran lo favoritos de Hurrem porque él me insistía en probarlos.

Un sentimiento extraño me envolvió y un fragmento de algún recuerdo que no estoy segura de si es mío o de ella apareció en mi mente, él, el sultán de un imperio lloraba amargamente sobre un cuerpo mientras rogaba perdón, así que me sentí mal, quien debía de estar aquí sentada y disfrutando de esto debía de ser su esposa, la verdadera Hurrem y no yo una simple impostora.

Aquello no me permitió seguir comiendo y el no me forzó, no sabía de qué hablar con el así que me quedé en silencio y el hizo lo mismo. El silencio era lo que reinaba en aquella habitación hasta que alguien llamo a la puerta.
- Su Majestad la señorita Firuze está aquí y desea verlo.
Apenas esa persona dijo aquello, el rostro de Suleyman cambio de color además de notarse nervioso.
- Dile que no deseo verla, que se marche.

Dijo serio pero su expresión corporal decía otra cosa, no entendía aún bien que es lo que pasaba pero era obvio que no la veía porque yo estaba aquí presente, así que decidí dejarlo seguir con sus asuntos.
Me puse de pie y le informe que me retiraba.

- Espera Hurrem, no te vallas aún.
- Me voy su Majestad, ya que no deseo interferir en sus asuntos. di la vuelta sobre mis talones y salí a un tipo pasillo.

Cuando estuve fuera todos me miraron extrañados pero rápidamente bajaron sus cabezas con excepción de una persona, era una mujer alta y delgada ¿Quien era ella y porque me veía con desden?

- Hurrem espera.
Era aquel hombre, el sultán quien salía al mismo pasillo donde me encontraba yo. Apenas el estuvo afuera aquella mujer hizo una reverencia.
Todo eso me confundía, así que pase por su lado ignorando al hombre y salí a ¿Otro pasillo? Dios esto sería complicado como podré llegar a los aposentos de Hurrem sin perderme.

- Oh Sultana, alabado sea Alá. Que gusto es verla otra vez.
Quien era este hombre y porque me alababa tanto.
- Sumbul.
- Si su majestad.
- Lleva a la sultana Hurrem a sus aposentos y encárgate que no le haga falta nada.
- Como usted ordene, su majestad.

Así que se llama Sumbul. Fue gracias a él que pude llegar a los aposentos, cuando iba a entrar por mi cuenta él me detuvo e hizo que abrieran las puertas por mi.

Me recordó mucho a las normas de los imperios europeos dónde todo llevaba un protocolo pero ahora que lo pienso esto es un imperio así que es normal hacer todo eso. De solo pensar que tenía que hacer algo pronto o me descubrirían me hizo doler la cabeza.

- ¿Sultana ocurre algo?

Que es lo que pasaba que todo el mundo me preguntaba lo mismo. Decidí ignorarlo y seguí andando mi camino, internadome más en aquella habitación. Era bonita y muy grande, tenía un desnivel y un escaloncillo para poder acceder al nivel más alto, dónde a su vez se encontraba un tipo sofá y este era, era el mismo de aquella vez de eso estoy segura, pero es la primera vez que entro a esta habitación no es posible que yo recuerde algo que no he visto nunca.

. . . Dolor

La cabeza siento que me va a explotar, ese hombre llamado Sumbul me sujeta del brazo para no caer, el dolor es fuerte.

Camino y camino, porque tengo que caminar, mis pies duelen. Porque siento que esto es un deja vu, yo ya estuve caminando por aquí pero cuando. Todo es jodidamente blanco no hay nada.

Los libros que trataban sobre historias de muerte y transición siempre describen este proceso como un lugar calmado dónde las personas que transitan van olvidando conforme avanzan ya que el olvido les trae descanso. Pero yo no siento ninguna tranquilidad, al contrario siento una angustia, yo tengo que recordar algo, algo que ví en este lugar pero que era.

Ahhh es tan frustrante y los pies me duelen necesito encontrar rápido lo que vine a buscar, necesito recordar o no podré continuar.

Intensidad [Hurrem x Mustafa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora