"𝐃𝐞𝐯𝐢𝐥𝐭𝐨𝐰𝐧" || Shinbaku ( Shinso hitoshi X Bakugo Katsuki) ||

𝐎𝐧𝐜𝐞

[𝐈𝐜𝐞];;

𝐄𝐬𝐭𝐨 𝐲𝐚 𝐧𝐨 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐫𝐮𝐦𝐛𝐨 𝐟𝐢𝐣𝐨, 𝐯𝐨𝐲 𝐚 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐢𝐫 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐚 𝐧𝐨𝐬𝐭𝐚𝐥𝐠𝐢𝐚.

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We're all dead in devil town

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𝙰𝚌𝚝𝚘 𝚘𝚗𝚌𝚎
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No se sabía cuantas horas habían pasado abrazados, el tiempo parecía volar cada vez más, pero, el cenizo tenía que retirarse a su propio hogar por ahora, a pesar de sus "Quedarme no hace daño", "Me las arreglaré luego", quién dio el ultimátum para que este se fuera fuel el de cabellos índigo, no quería generar más problemas y no le importó cualquier queja que tuviera el contrario.

La despedida fue adorable, si se hubiera quedado fotógrafiado habrían dicho que son un par de cursis; unos cuantos besos bajo el portillo, un abrazo, el rubio cargando a Hitoshi al estilo "princesa" para darle vueltas y luego reír cómo un par de chiquillos ilusionados. Ambos agradecen que por la hora casi nadie estuviera afuera... ¿Quién saldría a las 2 A.M y encima un domingo?, tal vez algún loco, hoy no habían de esos a la vista.

Finalmente cada uno fue por su camino, la madrugada era algo fría, pero al menos debía llegar a su casa a salvo, ¿No?, sí, supuso Hitoshi para lograr mantenerse calmado, de lo contrario el cenizo volvería a mimarlo una y otra vez, le gustaría pero eso sería mucha molestia.

El de ojeras se dispuso a entrar de nuevo en su habitación, se sentía mejor que al principio del día, más bien, era más.... Cálido, se echó por unos segundos y luego cerró los ojos por instantes.

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Creo que ya debería haber podido abrir los ojos, era raro, se sentia pesado, ni siquiera podía moverse o pensar con claridad, sólo pudo oler cierto líquido que no se le hizo difícil identificar "cloroformo", antes de siquiera poder reaccionar sintió cómo hacían presión en ambos de sus brazos, inevitablemente haciendo que se cumpla el tiempo suficiente cómo para que el líquido haga su trabajo.

Día de supuesta universidad... En ningún lugar, tampoco momento, ni siquiera por casualidad se daban rastros del índigo, su pareja quiso calmarse repitiéndose a sí mismo que pudo haberse quedado dormido y decidido no asistir, pero tampoco le convencía ello. Sabia que por más cansado que estuviese Hitoshi, siempre asistía, además que la situación daba a peor dado que no respondía y muchos menos le llegaban sus mensajes.

Con la preocupación se saltó cada una de las clases que tenía para poder ir a preguntar a cada uno de los maestros y compañeros del lugar, siempre encontrándose con las mismas respuestas.

"No lo he visto"

"¿El tipo frío ese?, no, no ha aparecido"

"El joven Shinsō no ha venido"

Se desesperó al punto de llevarse sus manos a la cabeza y despeinarse con cierta fuerza, además de soltar un grito también por el mismo desespero, se sentía impotente a la vez que idiota, puesto que... Hace sólo unas horas había estado con él, ¿Cómo parecía haberse esfumado de repente?

Se decidió algo, poco le importaban las condenadas clases ahora, tomó sus cosas y salió disparado hacía su auto, arrancando inmediatamente para dirigirse a la casa de Hitoshi, era alguien que esperaba poco, menos con la preocupación encima. Saltándose cada señal detenerse o tomando atajos, llegó en cuestión de minutos al hogar del antes mencionado, notó algo extraño; la cerradura estaba trucada, la puerta entre-abierta y ningún rastro del peli-indigo.

Pensó lo peor, aunque esto pueda ser lo más acertado, inmediatamente sacó su móvil y empezó a llamar al número de emergencias, debía avisar lo antes posible y le importaba un demonio si necesitaban algún rango de tiempo para que actuarán, él necesitaba asegurarse de dónde está su pareja lo más antes posible.

Un tiempo después los oficiales ya se encontraban en la vivienda, investigaban cada parte, dándose la sorpresa de que... No había nada, ni una pista, ni una huella, todo estaba limpio. Pero las cámaras o fueron alteradas o.... El que perpetró el crimen conocía bien los puntos ciegos de ésta.

El cenizo pensó el peor escenario posible, cada una de las nuevas posibilidades terminaban en tragedia, ¿Entonces habían estado observando a su ojeroso por días?, ¿Semanas?, ¿Meses?, ¿Si quiera era un grupo o sólo una persona?, muchas preguntas y ni una sola respuesta.

Los oficiales casi sin interés dijeron "Estaremos buscando pistas, si no aparece dentro de poco, demoslo por muerto." ....

¿Qué estupidez estaban diciendo?, Katsuki estaba apunto de explotar, quería lanzarseles y golpearlos ya no sabia si era por la impotencia, rabia o por no saber el bienestar del chico del cual estaba enamorado.

Aunque... ¿De verdad si no hay pistas del pelo-índigo significa que estaría muerto?....

Se iba a negar aceptarlo así pasen años.

No iba a ser posible.

Iba a regresar con él y abrazarlo.

Iban a estar juntos, ¿No?

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Lo prometido es deuda... Nah, mentira, tal vez haga que tengan final feliz, tal vez no... Quién sabe.