Capítulo 10~'Sorpresa'

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-Rebe, levanta-Me agitaba dulcemente del brazo mi madre. Yo tenía los ojos medio abiertos, sin dejar de pestañear debido a la molesta luz del sol

-¿Qué pasa?-Me giro con pereza a mi derecha, para poder verla directamente

-Tengo una sorpresa para ti, pero como no te prepares ya...-Dijo dejándolo en el aire, y saliendo ya por la puerta de mi habitación

Vale. Una sorpresa. Mi madre. Teniendo en cuenta que mi cumple fue hace cuatro meses, mi santo hace tres, y la comunión hace cinco años...no tengo ni la menor idea del por qué esa dichosa sorpresa.

Me pesan los párpados, anoche me quedé hasta tarde dándole vueltas al tema de Abraham. Consulto el reloj del móvil y son las once y siete minutos de la mañana. Eso para mí es madrugar, teniendo en cuenta que estamos en verano y lo dormilona que soy.

Me siento inconscientemente en el borde de la cama, frotándome los ojos con las manos, ahogando un bostezo.

Al fin me hago a la idea de que me tengo que ir levantando si no me quiero perder lo que me ha preparado mi madre. Cojo cualquier cosa del armario y entro al baño.

Cuando salgo ya no tengo el careto que tenía hace justo 36 minutos.

Bajo las escaleras para saludar a mi madre con mucha energía, esperando a que me desvelara a dónde iríamos.

-¿Estás lista?-Preguntó cogiendo las llaves del coche de la encimera

-Sí-Asiento-¿Dónde vamos?

-Ya te dije que era una sorpresa

-Mamiii, venga, dímelo-Junto mis manos en señal de súplica y le hago un puchero. Pero es como si le estuviera hablando a la bonita pared estampada de la entradita

Salgo detrás de ella y vamos camino al coche, que lo tiene aparcado en el quinto pino.

Cuando entramos en él, me dejo caer sobre el asiento del copiloto con pesadez, abrochándome el cinturón de seguridad, y cruzándome de brazos seguidamente.

Mi cara pronuncia un gesto de fastidio, aunque en realidad sólo me ponía así de broma.

-¿Quieres que te dé una pista?-Rompe el silencio mi madre, sin apartar la vista de la carretera

-¡No! ¡Que me dejas con más intriga todavía!-Dije a voz alzada, arrugando la nariz

-¿Estás segura?-Ella levanta su ceja derecha, y me pone esa sonrisita de demonia

Me lo pienso un momento.

-¿Queda mucho para llegar?-Pregunto

-Unos veinte o quince minutos-Aproxima echándole un vistazo al reloj del coche, que por cierto, está 15 segundos adelantado

-Jo...-Suspiro dejándome deslizar un poco por el respaldo del asiento-No, no me digas nada que sé que al final me arrepentiré

-¿Y estarás dispuesta a esperar tanto tiempo?-Lo único que hacía mi madre era picarme. Y eso me ponía un poco de los nervios

-Sí, yo puedo-Me hago la enfadada, pero termino por darme por vencida y echarme a reír-Vale no, no puedo, dímela

-Ya sabía yo que no esperarías tanto tiempo-Sonríe triunfante

-¿Bueno qué?, ¡cuéntame ya!-Me desespero

-Pues...Tiene que ver con algo de tu pasado

-Mamá...¿quieres verme mal o qué?-La miro abriendo mis ojos como platos

-No-Niega con la cabeza y ríe-Está relacionado con tu infancia

-¿Es que no sigo siendo una niña?-Le hago un puchero como si fuera una niña pequeña

-Siempre serás una niña, pero esto se trata de cuando eras más chica

-Pues...no sé qué podrá ser-Me froto la barbilla, poniéndome a recordar

Yo de pequeña. ¿Qué podría ser?. Bueno, ¿por qué no esperar a los diez minutos que nos queda de recorrido?

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Chic@s! Siento muchísimo este retraso (no penséis mal eh). Se me fue la olla y no subí hasta hoy. Como siempre, espero que os guste, que comentéis y votad!

Gracias y besos!

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