6. La Dama.

1K 65 13
                                    

Volvimos a la casa en la que antes vivíamos ella y yo. Yo no hablaba casi, estaba un poco en shock. Miraba a Arlet y no me podía creer que estuviera aquí. Aunque algo dentro de mí me dijera que ella no estaba muerta, que seguía con vida, verla otra vez frente a mí, viendo sus ojos, su sonrisa, escuchar su voz era muy diferente.

Ese sentimiento de cuando la vi, cuando por unos momentos pensaba que era ella, y realmente era ella, esperaba todos mis pensamientos y sentimientos, ya no solo era ese algo que me lo decía ahora sabía que era verdad. Que ella seguía conmigo y estaba aquí de nuevo.

—Si estás por aquí el plan se puede ir a la mierda, está vez puedes acabar muerta, pero de verdad —habló Harry.

Arlet negó. Cogí su mano y la entrelacé con al mía.

—Noah y Emma siguen buscándola, han creado un tipo de ejército, hace tres meses asesinó a una persona —comentó dejándonos boquiabiertos —había una hoja al lado del cuerpo y ponía que era un ofrenda a su hermana.

—Esta mujer está muy ida de la azotea —hablé.

—La vieron por última vez cerca de donde vivía Susan.

—¿Y por qué no la cogieron? —Preguntó Harry.

—Porque se les escapó, no está sola.

—¿Cómo que no está sola?

Arlet negó pasando su pierna por encima de las mías.

—Tiene a sus hijos, tres locos más.

Nos quedamos en silencio analizando todo esto.

—Eso quiere decir que corréis más peligro que antes —habló Charlet.

—Si pero no, Tessa ahora solo busca matar a gente como forma de ofrenda a Susan. Esto es como el ajedrez ¿cuál es la pieza que más valor tiene en el juego?

—La dama —contestó Harry.

—Exacto, ella busca peones, pero al fin y al cabo también quiere acabar con nosotros, las piezas que más valemos.

—Por eso siempre odié el ajedrez —confesé.

Arlet me miró y rió.

Nos quedamos en silencio mirándonos entre nosotros. Me tiré encima de Arlet besando toda su cara y abrazándola con fuerza, fue una acción que hice sin pensar, que me salió de dentro y no la quise detener. Ella también me besaba y abrazaba con la misma intensidad, haciendo que las lágrimas salieron de nuestros ojos sin previo aviso.

—¿Me puedo tirar encima vuestro? —Preguntó Harry levantándose.

Arlet comenzó a moverse debajo de mí como si de una lombriz se tratase. Reí mirándola.

—Tírate Harry —hablé.

Harry se tiró de golpe haciendo que del rebote cayéramos los tres al suelo. El vaso de agua que estaba encima de la mesa cayó encima de la cara de Arlet. Los tres estallamos en carcajadas viendo como Arlet se levantaba y se escurría el cabello. Se nos quedó mirando, inhaló un suspiro y sonrió.

—Os extrañaba.

Corrió hacia mí y me abrazó con fuerza. Besé sus labios queriendo besarla más y más.

Nos pasamos bastante rato hablando, hasta que Charlet y Harry decidieron dejarnos solos. Estuvieron más de veinte minutos despidiéndose. En cuanto quedemos a solas nos miramos.

—Con que Daila ¿eh?

Ella apretó la mandíbula. Se acercó a mí y apoyó su frente en la mía.

—Perdóname, Jano.

Eternos. +18 #3 ✔️Where stories live. Discover now