Capitulo 13

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Libro

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En nuestra segunda vida la primera noche que pasamos juntos hacia mucho frio, no sé cómo encontré el valor para buscarlo en su cuarto, Yibo estaba tan feliz como yo, me rodeo con sus brazos y dormí sobre su pecho, el acaricio mi pelo y dejo un beso en mi cabeza creyendo que dormía, mi corazón salto de alegría, nos pertenecíamos, nuestras almas no olvidaron el sentimiento cálido de ser cobijado por el otro.

La noche siguiente cenamos frente a la chimenea, ninguno de los dos pudo resistir más y nuestros labios se unieron en un beso torpe y dulce, nuestro primer beso en esta vida, encajábamos tan bien como las piezas de un rompecabezas.

Te amo Zhan ,fueron las palabras más dulces que pueden salir de los labios de mi esposo y Yibo sabía que me derretía en sus brazos con solo oírlo ,yo también te amo Yibo ,fue mi respuesta instantánea ,sus manos firmes recorrían mi cuerpo haciendo que me estremeciera y gimiera en respuesta a sus traviesas caricias ,Yibo sabia como hacerme sentir amado ,único ,mi esposo es único ,jamás podría amar a nadie que no fuera el ,en cada vida ,en cada otoño.

Nuestro amor era como la llama deslumbrante que salía de la chimenea ,resplandecía como las brasas ardientes ,nuestros cuerpos fueron hecho uno para el otro ,Yibo conocía cada centímetro de mi piel y me enseñaba cada noche lo mucho que adoraba cada parte de mi cuerpo desnudo a merced de sus manos .

Sus celos , ¿ cómo podría dejar de mencionarlos?, mi pobre esposo tenía que contenerse cuando estábamos en público ,eran tiempos difíciles ,nuestro amor no era aceptado ,pero cuando estábamos solos el me recordaba que era suyo y claro que lo era ,lo soy y lo seré en cada una de mis vidas ,sus brazos me atrapaban contra su pecho y su aroma a sándalo inundaban mis sentidos , ¿Cómo no amarlo?, sería imposible ,nuestros aromas eran uno ,se mesclaban formando uno solo como nuestras almas desnudas ,nuestros ojos podían ver más allá de la palabras del otro ,hablábamos en silencio ,tan mío ,tan suyo .

Yibo mi esposo, mi amante, mi cómplice, mi amigo y mi alma gemela...

El hombre siguió besándolo y besándolo hasta que respirar fue necesario

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El hombre siguió besándolo y besándolo hasta que respirar fue necesario.

Zhang: te amo Gao, mi corazón te pertenece desde el día que apareciste ante la puerta de esta cabaña, no puedo imaginar una vida sin ti

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