tú y yo somos

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Empezó a sonar 'Decapitamos una gallina' de 8Yi y la gente se volvió loca. Dani rebotaba su cabeza hacia arriba y hacia abajo, exageradamente, Gavi la imitaba, sonriente. Eran típicos pasos de una fiesta eurodance de los 90s, con los cubatas en una mano y las luces improvisadas de los móviles y coches. El calor de la noche, el calor de la gente, el calor de la emoción. Gavi sólo pensaba que salir de su casa sin un plan definido aquella tarde, fue lo que mejor hizo en mucho tiempo. Miraba la cara de Dani, alguien le dio unas gafas con luces y se veía muy graciosa y molona con ellas. Su pelo negro estaba todo enrredado y sudado, su camisa abierta y sólo llevando un bikini, dejaba ver sus pequeños tatuajes por todo el torso. Gavi se quitó su sudadera hace tiempo, se quedó en camiseta, también estaba todo sudado.

- ¡Yuna!- la asiática se acercaba a su amiga, con más cervezas encima de las que podía tragar. Agarró la cara de Dani y la besó con ansias. Riqui que llegaba con ella, se quedó tieso.

- ¡Te adoro joder!- dijo la alta después del beso y Dani solo sonreía con los mofletes aún aplastados.- ¡Pau!

El desaparecido, apareció por fin, con todo el maquillaje ya corrido, como era de costumbre y Yuna se fue a sus brazos para morrearse con este ahora.

- Tranquilo fiera, ella es así. Acércate un poco más y te llevas regalito para casa.- Dani empujó suave a Riqui. Él asintió no muy seguro, pero aún así siguió a su amor platónico.

- ¿Ésta eres tú?- Gavi le enseñó su pantalla del móvil a la chica, con una cuenta de Instagram abierta.

- Sí que lo soy.- ella sonrió.

- Tres millones de seguidores... No está mal para una vieja. No me había percatado nunca de que me seguías ya.- levantaba sus cejas.

- Yo sigo a mucha gente, estoy bastante activa, Instagram es como un diario personal.

- Bueno, muy personal no será, te sigue un buen puñado de personas.- él rió.

- La verdad es que me expongo mucho, pero no me importa, eso me hace ser más cercana con mis fans. Me encanta no ser una ídolo, pero una buena amiga.- se encogía de hombros.- Bueno, ¿me vas a seguir de vuelta o no? ¿Tan mal te caigo?

- No... Es que, preferiría que me dieras tu número...- lo dijo mirando hacia abajo, algo tímido.

- ¡Oh! Qué mono el feto este. Claro que te lo doy.- le pasó su teléfono sin desbloquear.- Si te soy sincera, tardé 7 años en saberme el DNI y todavía no me sé mi número de teléfono, así que, mejor escribe el tuyo.

Gavi la miró incrédulo y luego rió, aquella chica era un caso. No le daba vergüenza ser así de honesta, era interesante.

- ¿No tienes contraseña?- el muchacho se sorprendió que pudo desbloquear aquel Samsung con la pantalla estallada tan fácilmente. Pero antes se fijó en el fondo de bloqueo, un jugador de fútbol que le sonaba de alguna parte, rubio con los ojos azules, llevando la equipación del Arsenal.- ¿No tienes nada que esconder? ¿Quién es este y por qué me suena tanto?

- Sí que tengo cosas que esconder, mejor no entres a la galería. Ese es mi jugador favorito, es Martin Ødegaard, jugaba en el Real Madrid antes.- ella apoyó la barbilla en su hombro encorvándose un poco, mirándo a su hombre en la pantalla de su móvil con una sonrisilla enamorada.

- Del Madrid... De algo me sonaba. ¿Te gusta mucho él?- Gavi la miró como babeaba por una foto.

- Pues claro que me gusta, ¿no le has visto esos ojazos? Y esa mandíbula definida, madre mía cómo está...

- Vale, vale, ¿como me agrego?- arrugó su cara.

- Cómo tú quieras, miarma.- imitó el acento sevillano.- Pero Pablo no, que ya conozco a muchos.

FREAKS (Pablo Gavi)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt