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Akaza sintió frío recorriendo su cuerpo pero no le dio importancia, estaba muy cansado como para levantarse. Siguió así totalmente quieto durante unos segundos hasta que el frío pasó a su cara y abrió los ojos de golpe encontrándose con esos ojos, esos asquerosos ojos de colores. Estaba sentado entre sus piernas y tenía la barbilla llena de sangre mientras sujetaba una pierna claramente humana con varios mordiscos.

Ah, por fin has despertado. ¿Tienes hambre? - dijo ofreciéndole la pierna.
Eres un cerdo - respondió oliendo la sangre. Era de una mujer y Doma ya sabía lo que opinaba sobre comer mujeres.
Si comieses mujeres serías mucho más fuerte... - dijo dejando la pierna en el suelo para subirse sobre él, Akaza intentó mover el brazo pero estaba atado con las cuerdas de hielo a la cabecera de la cama. Doma besó su cuello y sopló en su oreja molestándolo - así podrías vencerme.

Akaza ignoró por completo su provocación, no era tonto, ya sabía perfectamente que comer mujeres lo haría mucho más poderoso, quizás más que Kokushibo. Pero no lo haría, las mujeres le daban mucha pena, le parecía horrible cómo las trataba el mundo. Puede que él odiase a los débiles, pero jamás odiaría a una mujer. Doma era todo lo contrario, le encantaba abusar de ellas, era asqueroso.

¿Por qué tan callado? - preguntó aún besando su cuello. Akaza no le dio una respuesta y miró su cuerpo, ¿por qué estaba vestido así? Doma se dio cuenta y sonrió - perdona si te queda un poco grande, es de cuando era joven. Espero que no te moleste.
Me embota los sentidos - dijo frustrado. Ese yukata azul era demasiado mullido para él. ¿Cómo podía siquiera Doma luchar con esa ropa?
Ahh~, no te quejes. Si estás muy guapo - Akaza notó cómo su entrepierna quedaba justo pegada a la suya. Apretó los dientes molesto y se removió queriendo apartarlo. Doma apoyó la frente en su hombro riéndose, sin quererlo estaba más restregándose contra él que apartándolo - aunque tu otra ropa no estaba nada mal, dejaba ver mucho tu hermoso cuerpo.
Cierra la puta boca o... - Doma lo interrumpió.
¿O qué? - dijo antes de chuparle el cuello con descaro.
Déjame - Akaza movió su cuello todo lo que pudo intentando alejarse de él pero claramente era inútil.

Doma se levantó y Akaza lo miró confundido, ¿iba a dejarlo en paz? lo dudaba. Doma se sentó en el borde de la cama y agarró de nuevo la pierna que había tirado antes para luego deslizarse un poco hasta quedar cerca de la cara de Akaza.

Quieras o no, tienes que comer para mantener ese hermoso cuerpo sano - Akaza abrió los ojos asustado.

Doma cogió sus mejillas presionándolas para abrir su boca pero Akaza se negó en rotundo. Viendo que así no hacía nada dirigió su mano a su nariz para pellizcarla impidiéndole respirar. Akaza cerró los ojos, que estaban cristalinos por la idea de comerse una mujer, aguantando todo el aire que pudo, si abría la boca le haría comer por la fuerza. Poco a poco iba sintiendo cómo su garganta dolía rogando por aire. Doma lo notó y acercó la pierna a él esperando a que desistiese. Akaza terminó abriendo la boca para coger aire y Doma se dispuso a meter ese trozo de carne en él.

¡Haré lo que quieras! - gritó en un intento desesperado por que no hiciera eso. Doma se detuvo sin creer lo que acababa de escuchar.
¿Perdona? - dijo mirando a Akaza, que tenía lágrimas en los ojos y el labio temblando.
Haré lo que quieras, pero no intentes darme a una mujer. Todo menos eso - pidió completamente sumiso. Doma lo miró serio haciendo que se extrañase, ¿por qué no estaba sonriendo como siempre? se supone que esa proposición debería haberle gustado.
Rogar no es propio de ti, perooo... - dijo separando la pierna de él para comenzar a reír y terminar sonriendo como un tonto - ¡creo que te queda bien!

Akaza apretó los dientes jodido por sus palabras. Doma se puso sobre él sentándose con las rodillas a los lados mientras seguía sonriendo y le dio un gran mordisco a la pierna para tirarla luego sin interés atrás.

SUPERIOR - Douma × Akaza +18Where stories live. Discover now