prólogo

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Era un año difícil, todo se había derrumbado tan rápido que ni siquiera tuvo el tiempo adecuado para pensar las cosas y lo que haría para seguir adelante.
Lumine poseía estrés crónico, lo cual evidentemente la vez agotada, por lo que ya ni siquiera se alimentaba bien, estaba de mal humor casi a diario y a pesar de que sentía un infinito cansancio no podía conciliar el sueño.
Su vida se fue volviendo un auténtico infierno de a poco. Ella comenzó a sufrir depresión desde los once años, y era la única testigo de cómo cada día era más doloroso que el anterior. En un punto, comenzó a perder un tanto la esperanza.

Lumine jamás pudo hacer algo respecto a su pasado, no tuvo la oportunidad ni el coraje suficiente para aceptarlo y de alguna forma, superarlo. Pero ella no sabía lo mucho que ese error le haría pagar en el futuro.
A pesar de todo, ella trataba de no estancarse y seguir, pero en el fondo sabía que tal sólo una cosa más haría que se desplomara.

Había sufrido de depresión, bullying, acoso y abuso sexual, ansiedad, estaba y se sentía sola, vivió tantas tragedias a una edad temprana que afectaron en su persona.

Antes se había enamorado muchas veces, tuvo algo con casi todos de los que se había enamorado, aunque no duraron mucho. Y en el último tiempo, tuvo tres decepciones amorosas en menos de dos meses, y aunque no le afectó a mayores, ella deseaba con ansias tener a un compañero o compañera de vida.
Su vida había sido solitaria casi siempre, desde que era una niña, dado que su personalidad introvertida y calmada eran un problema a la hora de socializar. Ella había hablado con mucha gente, pero ninguno se quedó en su vida, y eso era justo lo que le amargaba, ella anhelaba tener a alguien en su vida que supiera que, al despertar al otro día, podía contar con esa persona sin importar qué.

¿Tan difícil era? Ella no era la mejor persona del mundo, pero tampoco era mala, de hecho, su corazón era de oro, tenía buenos sentimientos y una de sus características únicas era la eterna lealtad que tenía. Ella siempre recordaba a cada uno de los que formaron alguna vez parte de su vida, aunque supiera que no era lo mismo para los demás.

De lo que estaba segura y siempre lo estaría, era que ella siempre estaría ahí para los demás, sin importar qué.

Era 2020, no pudo seguir yendo a la escuela debido a la pandemia, y eso también le deprimió. Se había cambiado a un nuevo instituto y solo pudo ir dos semanas, en la cual le fue bastante bien pero no sirvió de nada porque perdió contacto rápidamente con sus nuevos compañeros. Los días iban pasando lento, ella estaba siempre en casa jugando videojuegos, hasta que, de casualidad, un día encontró a alguien que cumpliría sus estándares para ser su compañero. Se había puesto de acuerdo para jugar un videojuego con sus antiguos compañeros de escuela, y entre ellos, había alguien que cambiaría toda su vida.
Primero que nada, también jugaba videojuegos, eso ya era emocionante, Lumine se alegró tanto que le habló inmediatamente y, aunque el chico fuera un tanto seco a la hora de responder, ella estaba feliz.

Su aburrida rutina cambió por completo, porque ahora ya no era sólo ella, eran ella y sus amigos. Y él, por supuesto.

040422 [chilumi;au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora