A MIL POR HORA - VOL.1

Capítulo 19: Recuerdos inolvidables

................................................................................................................................................................

"Pensamos tan poco en la magnitud que podríamos ocasionar con nuestros actos, pero invertimos mucho tiempo en ejecutarlo..."

................................................................................................................................................................

El destino tenía claro que hacer conmigo aquella noche del 21 de febrero. Solo quería pasar página después de tanto dolor y sufrimiento, hasta que ella ingresó por la puerta del Carpe Diem y torció las cosas definitivamente. Exacto, hablo de ti Noelia. Siempre estoy pensando en ti.

Quizás el desprecio por su parte se hubiera evitado de no ser por mi impertinencia, en un intento de aclarar las cosas que recientemente acaban de ocurrir entre ella y yo. Supongo que no medí las consecuencias de mis actos por ir confiado al pensar que estaba haciendo lo correcto y lo apropiado. Pero no, actué como un tonto enamorado.

A pesar de ser advertido por mis amigos, aún guardaba las esperanzas de ser yo quien podía cambiar la historia definitivamente. Negativo. Ella dio por finalizado nuestro vínculo afectivo con un "Cuánto lamento que nuestra amistad tenga que terminar por una tonta confusión". Eso si que dolió.

De hecho, lo sigo sintiendo, solo que intento hacerme el fuerte delante de Gonzalo, Chris y del resto. Afortunadamente, la de sonrisa angelical apareció en el último momento, irrumpiendo una cachetada de Noelia propuesta a mi dirección. Y ahora, por azares del destino, nos encontramos envueltos en una batalla de baile, con la intención de demostrar al público que solo uno podrá salir victorioso en un océano lleno de turbulencias, ocasionadas por el roce de varias voces en perfecta controversia.

No he dejado de observarla desde que me percaté que tanto su grupo, el grupo de Eira, y el mío fueron los únicos que han quedado invictos hasta el final. Como si se tratara de un guion bien elaborado por parte de un autor eufórico y elocuente.

De pronto, vuelvo en si cuando siento la cálida y suave mano de Eira tocando la mía, pidiéndome, en voz baja, que si me parecía correcto unir nuestros grupos de forma permanente y así tener una oportunidad de ganar ante el equipo adversario. A pesar de tratarse de una oferta tentadora, en el fondo tenía claro que no sería nada justo para Noelia y las demás.

Es entonces que observo a mis amigos y me doy cuenta que si ahora estoy donde estoy es por mi impertinencia. Fui yo quien decidió acercarse a ella cuando la vi ingresar al bar-discoteca, pero antes fui advertido por Gonzalo que no sería buena idea hacerlo. Pero mucho antes, fui yo quien aceptó venir aquí después de ser invitado por Gonzalo, pero antes que eso fui yo quien me puse en contacto con Gonzalo y Chris después de besar a Noelia la noche anterior. Y mucho mucho antes que eso... fui yo quien tuvo que haberse detenido y no seguir con este juego de "la esperanza es lo último que se pierde" ante "una hermosa dama que ya está comprometida". Y como la primera gota que sientes cuando comienza a lloviznar, me percato que la culpable de mi impertinencia siempre fue ella. ¿Por qué ahora debería de seguir comportándome como un "caballero" tras haberme dejado una semana destrozado emocionalmente después de ir a su portal a consolarla y luego actuar como si nada hubiese pasado, pero después reaccionar de mala manera y humillarme delante de todos en un intento de aclarar las cosas entre ambos?

"Tonta confusión". Me entra náuseas con tan solo recordarlo. Comienzo a sentirme víctima de sus actos. Siempre pensé que la culpa era todo mía, pero ella siempre estuvo ahí. Nunca ha querido dar la cara, por eso no deja de huir. Y pensar que fui yo quien casi pierde la vida por no dejar caer un simple y estúpido lazo de semejante altura estando en la azotea... no me parece justo.