Detective Hanagaki |MiTake/TakeMikey|

|Capítulo Ocho: Calma|

______________________________________

★・・・・・・・★・・・・・・・・★

Takemichi a veces se preguntaba cómo rayos hacía para meterse de un problema a otro. Sin duda llamarse a si mismo "imán de problemas" no sería exagerado.

Aquel rubio malhumorado no dejó de mirarlo, buscaba respuestas obviamente y era demasiado incómodo. Al menos ya no volvió a atacarlo, por primera vez agradeció que Mikey fuera el jefe de los Yakuza.

Mikey y Kokonoi hablaron sobre cosas que Takemichi no le prestó atención ya que Inupi lo miraba de manera asesina, tenía miedo de parpadear porque sentía que en cualquier momento ese rubio psicópata saltaría a despedazar su cuello.

Finalmente su enlazado se cansó de ignorar el enorme elefante rosa de la habitación, detuvo su conversación con aquel Omega y miró de manera fija al rubio.

— ¿Qué? — preguntó notablemente irritado.

Inupi se sobresaltó, se aclaró la garganta y llevó sus manos a su espalda para inclinarse en un ángulo de noventa grados, Takemichi pensó que aquello era algo demasiado formal.

— Disculpe, jefe. Siento si sueno descarado pero quiero pedirle permiso para hablar con su Ome-

— No — contestó de manera tajante evitando que termine de hablar — Takemitchy no quiere hablar contigo y si crees que permitiré que mi Omega hable con escoria como tú estás muy equivocado.

La expresión burlona de Kokonoi se tornó un poco agria, se notaba algo molesto pero sabía ocultarlo a la perfección. Posó una mano en el hombro del rubio y lo apretó con fuerza enterrando sus dedos, parecía una señal para que guarde silencio pues al instante Inui bajo la mirada de manera sumisa aunque se notaba algo   frustrado.

— Mikey — llamó el Omega con un tono cauteloso — No suelo pedirte favores pero sabes lo importante que es para nosotros encontrar a Akane.

El albino miró con ojos fríos y calculadores al contador de Bonten, en cualquier otro momento sus palabras no hubieran significado nada pero todo eso había cambiado. Chasqueo la lengua y apretó con un poco de fuerza la cintura del detective, Takemichi lo miró con curiosidad pues volvía a sentir de nuevo que el albino estaba teniendo un enorme conflicto interno.

— Depende de Takemitchy — respondió finalmente con un suspiro exhausto — Si Takemitchy quiere hablar contigo lo hará, sino vas a respetar su decisión, punto.

Inui y Kokonoi clavaron su mirada en el detective, Takemichi se quedó en blanco agradecía que Mikey le diera a elegir porque para él la decisión ya estaba tomada.

Absolutamente no quería meterse en más problemas ajenos.

La rubia ya era mayor, si había tomado la drástica decisión de escapar él no tenía la obligación de delatarla.

Además ya no quería meterse en más conflictos de hermanos, suficiente tenía con lo de su enlazado.

Antes de que diera su contundente respuesta, Kokonoi quién parecía haber adivinado su desinterés por darles información de la rubia habló de vuelta.

— Escucha Hanagaki. No sé qué te habrá dicho Akane pero ella es una Omega muy astuta y por sobre todo una increíble mentirosa.

Takemichi lo miró con incredulidad, por supuesto que no le creía ni una sola palabra.

— Supongo que no me crees pero es cierto. Ella hace unos años escapó, aún no se porque lo hizo pero creo que se involucró con gente o con alguien muy peligroso, el caso es que desde que se fue ha estado juntando cantidades absurdas de dinero haciendo todo tipo de trabajos legales como ilegales y ha estado enviando ese dinero a alguien, al cual no he podido rastrear porque al igual que Akane es increíblemente escurridizo. No tengo idea de porque hace eso o porque no nos dijo nada pero sospecho que está siendo chantajeada y sólo la estoy buscando para evitar que siga con ese retorcido juego. Akane como te dije es lista pero si algo la llevo a alejarme a mí y a su hermano, creo que es algo muy grave que tal vez piense que no podemos manejar. Sólo quiero ayudarla ¿Lo entiendes, Hanagaki?