Capítulo 26.

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Por favor se los digo ambos no crean en Katherine, ella es una vampira y su sirvienta personal es una bruja. -suplico la joven a sus 2 hermanos mayores...

La menor de los Salvatore's siempre fue una niña mujer amable, fuerte y con un gran amor a sus 2 hermanos mayores Stefan y Damon Salvatore pues estos fueron sus padres...

Stefan era el tipo hermano mayor que la arropaba por las noches, la ayudaba con sus tareas y le hacia sus trenzas y muños, Damon fue el hermano rebelde y protector que recibía las palizas de aquel monstruo que se hacía llamar padre...

Habían pasado años desde que su hermano mayor se fue a la guerra y cuando este regreso ella estaba feliz porque su familia estaba unida después de mucho tiempo, pero en sus cálculos nunca entraron aquella castaña que llego con una cara de mosquita muerta...

La mujer Katherine Pierce se llamaba aquella hermosa y exquisita belleza que mientras le susurraba un juntos para siempre a Stefan se acostaba con Damon, ella trato.... en verdad trato de proteger a sus seres más amados de las garras de aquella mujer, pero entonces se dio cuenta de algo...

Acaso Katherine les puso un arma a sus hermanos para que estos se acostaran con ella, acaso aquella hermosa mujer les hizo perder la cordura y todos los valores que le enseñaron a ella cuando era más pequeña... el amor a la familia, saber mantenernos unidos, pero por sobre todo nunca traccionarse los unos a los otros... como ellos mismo lo están haciendo por dejarse llevar por su codicia o según ellos por el amor...

Entonces ella lo supo Katherine era solo el detonante que hizo a su familia explotar...

Pero ellos mismo aceptaron su destinos encantados y felices aun sabiendo como la habían herido, no solo físicamente sino emocional... la primera vez que Damon o Stefan le gritaron no pudo creer, pero la primera vez que Stefan la golpeo fue un choque emocional muy grande...

Y aquel día en donde sus hermanos salvaron a su amor, dejándola solo con aquel monstruo ella encontró paz en los brazos de la muerte.

Tal vez no recuerde o no sepa cuantas vidas o tiempo paso para llegar a lo que tiene y convertirse en Isabella Swan Gales, pero está feliz por tener a sus tres pequeñas hijas, por tener al amor de su vida a su lado, pero por sobre todo haber encontrado el amor que nunca pudo vivir aquella vida...

Después de haberse desmayado en aquella sala de partos dando a luz a su pequeña todo vino a su mente... los recuerdos, de una vida pasado... pero ahora con un nombre y rostro... no solo voces...

Una Oportunidad Más...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora