Juego alterado (Compañeros peligrosos x T/N)

Capitulo 5

La resignación de Scarlett ante el resultado de la votación se hace cada vez más visible en una furia empezando a balbucear cosas a las que no presto atención.

— Gracias por dejar que me quede —agradezco actuando conmovida—. Cuenten conmigo siempre para las patrullas.

— Todo tenemos nuestra propia habitación aquí. Por suerte sólo queda una disponible —el de lente esfuerza una sonrisa.

Me siento aliviada al escuchar aquello. Es la última habitación que queda en este piso junto a los otros.

— T/N, necesita reposo — afirma Harry mirándome entusiasmado.

La mayoría asiente y voy a la que se supone que es mi habitación ahora. Es un aula de clases normal, la que logró no quemarse. Entro acompañada con Harry, la sala está perfectamente ordenada como en una jornada de clases normal.

Este señala con su cabeza para sentarme.

— Bien —digo con un tono vencido por el cansancio y me siento.

— Descansa.

Acerca un escritorio enfrente de mí para mantener elevada la pierna con la inflamación por encima del nivel del corazón.

— Debes mantenerte así incluso si vas a dormir.

Asiento y respondo:

— De acuerdo, doctor.

Él suelta una adorable risilla que me hace sonreír.

— Bueno, tú también tienes que descansar. Sé que estás cansado.

— Sí, pero —dice y antes de terminar lo interrumpo.

— No hay peros. Ve a descansar a tu habitación. Ya has hecho mucho por mí.

— ¿Segura?

— Sí.

— Si te molesta algo, no dudes en llamarme.

Él se va, dejándome sola. Tengo miedo, pero me siento egoísta al agotarlo para ayudarme.

Me quedo completamente en silencio y el sueño me envuelve. Cuando estoy apunto de dormirme la puerta se abre, me sobresalta y veo a la persona que entra.

— Lo siento —se disculpa Ethan.

— No te preocupes.

Vino a buscar unos paquetes que recién noto hay aquí. Son unas cuantas galletas y algo de comida antes dejadas en algunos estantes.

— Disculpa si no pregunté tu nombre.

Este vuelve su cabeza hacía mí y se encoge de hombros.

— Ethan.

— Un gusto conocerte, Ethan —replico—. Gracias por lo de hace rato.

— No me pareció justo.

Sacudo la cabeza.

— ¡Ah! No, no eso. Por protegernos allí a bajo.

Espero a que Ethan diga algo, pero se limita a asentir. Al principio del juego pensé que era tímido simplemente es un hombre de pocas palabras, supongo.

Me acomodo en la silla para dormir a lo que este abandona mi habitación. Esta posición me está haciendo sentir incómoda, mi pierna está muy alzada en el escritorio, deseo desesperadamente en que se desinflame enseguida.

Pasan los minutos sumidos en silencio y yo dejándome vencer por el cansancio, pero aún no concilio el sueño, mirando por la ventana admirando como oscurece todo allá afuera hasta que el chico del bate entra de nuevo ahora con algo en las manos. Me sorprende que regrese.