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Druig podía ver a Kingo hablar con Evangeline en el segundo piso, y como se abrazaban. Sintió unos celos horrendos, cuando Evangeline se alejo de Kingo para bajar las escaleras, aprovecho que Makkari estaba distraida con Wanda para subir corriendo e ir contra Kingo.

- ¿Que demonios crees que le haces? -le gruño Druig en la cara.

-Kingo tocio un poco- Amigo, apestas a alcohol.

- ¡Te dije que me digas!

- Relajate, solo estaba triste por lo de su mamá y la console, no fue para tanto... -Kingo era bueno para mentir, y el estado etílico de Druig no sabia decir si estaba mintiendo o no asi que decidido creerle.

- Te tendre vigilado, pistolita -dijo Druig y se alejo dandole una mirada amenazadora a Kingo.

Pistolita era un apodo que el usaba en Kingo, no lo usaba mucho desde hacia siglos.

Evangeline estaba tratando de que todos dejaran de tomar y se fueran a sus cuartos, Wanda puso una cancion Sokoviana y se subia a bailarla en una mesita.

- Okey, ya fue suficiente -dijo Evangeline y con sus poderes apago la musica y prendio las luces por completo haciendo que todos se empezaran a quejar- ¡Todos a dormir!

- ¡Pero queremos seguir con la fiesta! -dijo Phastos quien tenia la camisa amarrada a la cabeza- ¡Tal vez moriremos, debemos de disfrutar!

- ¡Tienes un hijo, ten algo de decencia! -dijo Evangeline quitandole la camisa de la cabeza y dandosela en las manos.

- Mira que linda, parece un cachorrito enojado -dijo Thena y tomo a Evangeline de las mejillas, Evangeline puso con sus poderes sus ojos blancos- ¿Sabes que no me asustas, cierto? -entonces los puso de color morado- Bueno, ahora un poco si... -dijo y la solto.

Todos empezaron a ir a sus cuartos, Makkari ayudaba a Thena a caminar, Kingo y Ben tenian a Phastos, y  Evangeline cargaba a Wanda con sus poderes y ayudaba a Druig a caminar estando ellos tres hasta el ultimo de todos en un pasillo diferente al de los demas pues Makkari llevaba a Thena a unos cuantos pasillos despues de su cuarto.

- Eres muy linda, ¿lo sabias? -dijo Druig acariciando torpemente el pelo de Evangeline.

- Si, lo se, gracias ya sueltame -dijo Evangeline quejandose y apretando la nariz.

-solto una risita- Te ves como un conejito haciendo eso -le toco un poquito la nariz.

Llegaron al cuarto de Wanda.

- Quedate quieto, ire a dejar a Wanda -dijo Evangeline y abrio al cuarto de Wanda.

La puso lentamente en la cama, le puso la cobija y cuando se dio la vuelta tenia a Druig frente a frente, se puso algo nerviosa pero solo lo tomo del brazo y lo empezo a jalar.

- Vamos, tienes que ir a dormir -dijo ella jalandolo.

- No quiero dormir, quiero estar contigo -el la abrazo por detras y la empezo a apretar un poco, como si abrazara un peluche.

Ella sintio la sangre subiendo por su cara. Ella siguio caminando mientras lo tenia pegado como pulga por detras.
Abrio la puerta del cuarto de Druig y trato de hacerlo entrar.

- Vamos, tienes que ir a la cama -dijo ella tratando de empujarlo pero nisiquiera podia moverlo, realmente era fuerte.

El solo solto una risita y volvio a acariciar su cabello.

- Si eres como un cachorro -dijo Druig apretando ligeramente sus mejillas y le dio un pequeño beso en la nariz y ella no supo que hacer mas que tartamudear un poco que se alejara- ¿Por qué tan nerviosa? -dijo el riendo un poco- ¿Tienes miedo de que te coma?

Se le acerco mucho, pero mucho a la cara, cuando ella intento alejarse casi se cae y el la atrapo, chocaron contra la pared. Ella solo maldecia que ahora no tenia a donde huir. El solo reia un poco con travesura y se acercaba a ella, como sabiendo que la ponia nerviosa.
Ella empezó a ceder, porque era el, y cada parte de su cuerpo queria tenerla tan cerca como pudiera. Quedaron cara a cara, nariz con nariz, tan cerca que podian sentir la respiración del otro, podian sentir como sus labios se acercaban..., pero entonces ella recapacito y en un impulso lanzo con sus poderes a Druig dentro del cuarto chocando contra la cama.

- ¡Perdon, no pense que seria tan fuerte! -dijo ella asustada mirando a Druig sentando en el suelo algo adolorido.

- Esta bien, no fue tu intención, -dijo Druig algo adolorido y con la ayuda de Evangeline se acosto en la cama- Ahora se que no debo de molestarte tanto... -dijo el riendo un poco.

- Te lo ganas por acosador -le dijo ella y jalo ligeramente uno de sus cabellos.

El se empezo a quitar la ropa y ella solo se volteo para no verlo.

- Lo acepto, si -ella le sonrio y se empezo a alejar para dejarlo dormir pero el la detuvo tomandola de la mano- Quedate a dormir conmigo.

- Ya no eres un niño, puedes dormir solo.

- Pero quiero tenerte conmigo, te lo suplico... -el la miraba con sus lindos ojos azules, por primera vez lo miraba rogar de esa forma- Por favor, brujita.

Ella lo dudo un poco pero al final penso en solo quedarse hasta que el se quedara dormido e irse.

- Bien -dijo ella y se acosto a su lado- Pero nada de cosas raras.

- Si, si, solo un abrazo y ya -dijo el algo adormilado y la jalo hacia el abrazandola.

Ella trato de alejarse de el pero no podia, agradecia que al menos seguia teniendo los pantalones, se ponia nerciosa de sentir su piel contra ella pero no podia moverse aunque lo quisiera, asi que se resigno y se puso algo comoda en sus brazos. El olor a su perfume y sus latidos la empezaron a mecer y se quedo dormida.

Al dia siguiente el primero en despertar fue Druig. Abrio lentamente los ojos y abrazo a la persona a su lado, que al darse cuenta que era Evangeline y despues noto que el no tenia camisa y ahogo un grito de panico, busco a Makkari con la mirada pero no se encontraba por ninguna parte. Miro debajo de las cobijas que aun tenia los pantalones y Evangeline toda su ropa y se sintio algo aliviado. Los recuerdos de la noche anterior lo golpearon como camión y solo se cubrio la cara con las manos de la verguenza.

- Agh ahora si apestas a alcohol -dijo Evangeline en un bostezo despertando y se volteo a verlo y sonrio con malicia- Hola desnudista.

- ¡Aun tengo el pantalon! -dijo Druig rojo de la verguenza.

- Si, lo que digas, pervertido -dijo Evangeline frotándose los ojos del sueño- Si no te importa ire a dormir a mi cuarto... -dijo Evangeline empezando a pararse.

- Eve, -dijo Druig mientras miraba alrededor- estamos en tu cuarto...

Evangeline miro dos veces todo el lugar y se dio cuenta que tenia razon. Seguro debio de confundirse anoche pues sus cuartos estan lado a lado y pudo haberse confundido por la oscuridad.
Volteo a ver a Druig algo incredula, olvido por un momento que seguia sin camisa y al mirarlo volteo la cara hacia otro lado.

- Bueno, entonces largate -dijo ella y se tapo con las cobijas.

-Druig se levanto de la cama y se estiro- Oye, ¿y mi camisa?

- Ahi -dijo Evangeline solo sacando la mano de la cobija apuntando a la camisa sobre la cama.

- No, esa es la de anoche, hablo de la del otro dia, la negra.

- Todas tus camisas son negras -bromeo Evangeline, aunque era algo cierto.

- Ah esta ahi -dijo mirandola en el suelo junto a un pantalon y los zapatos de Evangeline- ¿Que es esto? -dijo quitandole algo a la camisa que estaba enredado, al quitarlo se quedo paralizado mirando la ropa interior de Evangeline.

Evangeline supo casi por adivinacion lo que era y salio de la cobija de un salto y atrajo la ropa interior a su mano con sus poderes. Ella y Druig se miraron a los ojos, ella avergonzada y el aun en shock.

- Buen dia -dijo ella corriendo de nuevo debajo de las cobijas.

- Adios -Druig tomo las camisas y salio casi corriendo del cuarto.

𝕃𝕠𝕤𝕥 𝕀𝕟 𝕐𝕠𝕦𝕣 𝕄𝕚𝕟𝕕 Where stories live. Discover now