"Ellos eran muy hermosos, tan simpáticos, tan
encantadores, no te lo imaginas. No tienes sino que estar cerca de ellos para amarlos; era algo automático.
Sin embargo, no se les podía enseñar. Estaban estancados a cualquier nivel de desarrollo que hu...
Evan observo una casita de apiedrada, gris lavanda, parecía como si la roca se hubiera formado naturalmente. Había un pequeño plano de piedras, haciendo un camino hacia la puerta de madera.
Él niño miro con curiosidad a la pareja ¿Acaso él iba a vivir con ellos?.
-Si desde ahora vivirás con nosotros.-le respondió él cobrizo ganándose una mirada confundida de Evan.
Él no había dicho nada ¿Como era que él le respondió?.
-Puedo leer mentes.-contestó Edward con una leve sonrisa, debía admitir que Evan era un niño inteligente para su edad pero aun así le preocupaba la situación.
-Excepto la mía.-menciono la castaña viendo a su esposo.
Por un momento Evan frunció él ceño, no le gustaba la idea de que alguien más supiera lo que pensaba ¿Todos los vampiros podían hacerlo? Su curiosidad aumento, mientras que Edward solo reía entre dientes.
-No todos pueden leer la mente, solo pocos tenemos ciertas habilidades distintas.-Volvió a contestar el cobrizo a la pregunta no hecha por Evan.
-¡Hey!¡Deja de leer mi mente!.-se quejo Evan, Bella rió y miro a a Edward.
-La única habitación disponible es la de Renesmée no creo que el se sienta cómodo.-Opinó la castaña.
-Esme se encargara de arreglar la habitación de Evan.-murmuró Edward, los tres entraron a la casa mientras Evan observaba todo.
Pero lo que más llamo su atención era una foto en donde se podía ver a Edward y a Bella junto a una niña.
«Ella debe ser Nessie»
Por un momento se pregunto en donde estaría la hija de ellos, aunque sus pensamientos se desviaron rápidamente en otras cosas y en su preocupación por ser encontrado por sus "padres".
-Me alegro de haber ido de compras. Miren toda esta ropa que compre para Evan.-¿En que momento Alice había entrado?, la pelinegra empezó a sacar de las bolsas toda la ropa, Evan se sorprendió ¿Todo era para él?.
-Alice ¿Para que estos trajes?.-pregunto Bella viendo como Alice seguía sacando más ropa incluso varios trajes para niño.
-Imagínate al pequeño Evan con estos trajes....-Evan dejo de escucharla simplemente se vio en el espejo y pudo ver los sucio que se veía, aunque no solo eso notó, sus ojos habían cambiado de color azul a rojo, era algo extraño.
-¿Por Qué ustedes no tienen el mismo color de mis ojos?.-pregunto Evan mientras su vista seguía en el espejo viendo sus cambios debido a la transformación.
-Con el tiempo cambiaran de color como los nuestros.-Bella le revolvió su cabello, Evan sonrió sin poder evitarlo.
-Ahora Evan necesita arreglarse, ustedes ¿Acaso no le enseñaron a cazar?.-Alice recordó la primera caza de Bella, así que suspiro innecesariamente.-olvidenlo.
Edward puso los ojos en blanco.
-Evan siguió sus instintos.-repuso el cobrizo, él se sentó en él sofá había sido un largo día con una gran sorpresa.
-¿Aquí será mi habitación?.-pregunto Evan frunciendo el ceño, sentía que la familia Cullen lo veía como un peligro a excepción de la castaña, aun tenia demasiadas preguntas pero decidió mejor no decirlas en voz alta.
-Por el momento, Esme se encargará de arreglarla para ti.-respondió Bella, el niño solo asintió, la castaña lo dejo solo para que se arreglara, Evan por un momento se acostó en la cama todo era tan nuevo y tan confuso, pero al menos se alegraba de ya no estar con sus "padres".
Debía admitir que no tuvo la fortuna de nacer en una familia en donde lo amaran y en donde lo protegieran, a veces incluso sentía envidia de algunos por tener lo que él ni tenía: una familia, sin embargo decidió resignarse a la vida que le tocaba.
¿Por Qué Bella había decidido transformarlo?
Sin más decidió arreglarse con la ropa que le había comprado Alice, aunque claramente ella le pidió que se arreglara con el traje que le había comprado.
«¿Como se pone esto?»
Pensó Evan mientras trataba de ponerse la corbata, si siguiera siendo humano de seguro ya se hubiera ahorcado, no sabía como .
-Espera Evan.-dijo Bella al tiempo que lo detenía para poder acomodarle la corbata.-listo.-la castaña le sonrió.
Evan abrazo a Bella, quien se impresionó al sentir los brazos pequeñitos en su cintura, pero aún así, lo abrazo con calidez, el pequeño niño se había ganado su cariño desde él momento que lo vio, aunque sabía que también lo hizo por una razón egoísta no se arrepentía de haberlo transformado.
-Gracias.-murmuró Evan.
Los dos se reunieron con Edward para ir a la casa Cullen, tenían muchas cosas de que hablar sin esperarse que las mujeres de la familia habían planeado algo a excepción de Bella.
Todos los esperaban en el enorme salón de color blanco. Cuando vieron a Evan entrar, lo saludaron con un "¡Bienvenido al familia, Evan", a coro y en voz alta.
Se sorprendió sobre todo por la palabra "familia", siendo sincero sus padres no contaban al menos no para él.
-¿Ven?.-Alice señalo a Evan.-les dije que se vería hermoso con ese traje negro.
-Ya sabemos que él niño tendrá que soportar tus locuras enana.-dijo Emmett provocando que Alice lo fulminará con la mirada.
-Creo que Evan debería abrir sus regalos.-Rosalie le sonrió al niño.
-¿Regalos?.-inquirió Evan sintiendo un sentimiento desconocido, nunca había recibido un regalo ni siquiera en su cumpleaños.
-Si, al momento en que te quedaste con Bella y Edward, decidimos salir a comprar.-contestó Esme señalando un pequeño montón de regalos envueltos en papel de distintos colores oscuros.
-Gracias, aunque no tenían que hacerlo.-Evan se acerco hasta los regalos y abrió la caja más grande.
-Les dije que se iría por él regalo más grande.-dijo Emmett con una sonrisa triunfante y extendiendo su mano, Jasper y Edward le tuvieron que dar dinero, claramente habían apostado.
Bella observo, como Evan sonrió tímidamente al ver que se trataba de consolas y videojuegos ahora Emmett tenía con quien jugar.
-¡Hora de jugar!.-exclamó Emmett.
-¡No!.-grito Alice ganándose una mirada confundida de Evan.-Tiene que abrir todos si regalos.-explico.
-Dejalos que jueguen, tenemos toda la noche Alice.-A regañadientes Alice aceptó mientras que un entusiasmado Emmett y Evan empezaban a jugar.
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¡Espero que les guste él capitulo! También quiero agradecerles a todos por su apoyo en esta historia.
