Capítulo 5 Atardecer en el mar

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Agradezco a las personas que siguen esta historia, me demoro un poquito pero siempre teniendo presente.

Se que tengo pendiente oneshot de cumpleaños que tengo en mi mente pero no los he pasado a mi computadora.....

Espero que lo disfrutes!!


El pequeño asentamiento en Shinganshina era un lugar detenido en el tiempo. Los habitantes mantenían las antiguas costumbres de gente de las murallas.

Ema y su hermana curiosas miran el automóvil que se encontraba en la entrada de la casa, para ellas estas máquinas eran muy pocas veces vistas en ese lugar. Donde en la mayoría se movilizaban en caballos.

La señora Funch se encuentra agradecida de Jean por la reparación del columpio de madera, el joven mueve sus brazos para que las pequeñas se acerquen.

Las niñas felices rien al entretenerse en su juego, mientras el general las empuja para dar más velocidad.

La señora Funch observa como Mikasa sonríe al ver la escena, la mujer toca el hombro de la exsoldado.

- Que adorable es el señor Kristein, con estas manzanas haré un pie en agradecimiento, estas semanas han sido muy agradables.

Mikasa vuelve a sonreír saca las manzanas y las arroja a una cesta, las mujeres se dirigen hacia Jean y las niñas.

El joven de cabello marrón toma aire y cierra los ojos, la brisa de la tarde de otoño hace que se relaje, estos meses en Shingashina, lo han desconectado de la rutina militar, aunque no ha dejado sus obligaciones.

- La isla Paradise es asombrosa, me encanta todo el avance que tiene en este momento- comenta el general.

- Bueno acá es como estar en las murallas, no salimos y no sabemos cómo es el avance que mencionas- responde Mikasa.

El joven se acerca al automóvil, pone el brazo sobre el capot.

- Entonces, vamos a conocer la nueva isla- propone el joven.

- Ve linda, toma aire fresco- comenta la señora Funch, tocando la espalda de la mujer.

Para Mikasa la última vez que visitó ese lugar es para despedir a Armin, que iniciaba su nueva vida en Marley. en ese entonces la ciudad puerto estaba en construcción.

La exsoldado acepta y se sube al automóvil, Jean sonriente cierra la puerta y se dirige hacia el volante, encendiendo la máquina.

- Mikasa!!! ¡¡No te preocupes por la granja con las niñas cuidaremos de los animales!!- grita la señora Funch, moviendo sus manos en señal de despedida junto a sus hijas.

Una hora en automóvil hacia el sur se encuentra el puerto principal de la isla Paradise, en ella una ciudad se ha desarrollado como un lugar del encuentro económico con el exterior. Varias personas traen su mercancía desde todas partes del mundo.

Al llegar. La pareja se dirige a un restorán cerca de la playa, en él se encuentran una mezcla de platillos exóticos y gastronomía típica de la Isla.

Jean solicita al mesero una de las reservas de vino más costosas para deleitar a su invitada, como también que elija el platillo que desee de la carta. Mikasa por su parte se va por lo tradicional y pide un plato típico de la zona sur de Paradise, en base a patatas, carne de res y vegetales.

Jean llena las copas de vino y entrega una Mikasa.

- ¿podemos hacer un brindis por tu recuperación? -propone el general alzando su copa.

-Jean ¿recuerdas la primera vez que conocimos el mar?

- Recuerdo que Armin estaba ansioso de salir, al abrir las puertas de las murallas quería romper la formación para adelantarse.

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