CAPÍTULO X

237 22 52
                                    

Capítulo diez:
recarga de combustible

Si Pawat tuviera que contar su relación con el mayor, seguramente contaría aquellos momentos que dejaron más calidez en su corazón, incluso puede que cambie ciertos episodios "agradables" a más bien perfectos cual película Disney

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Si Pawat tuviera que contar su relación con el mayor, seguramente contaría aquellos momentos que dejaron más calidez en su corazón, incluso puede que cambie ciertos episodios "agradables" a más bien perfectos cual película Disney. Sin embargo todo aquello que hasta el momento le a hecho sentirse frágil, indefenso, culpable y oprimido, dejo de estar en sus recuerdos. Se minimizo a tal punto que dejo de existir. Cómo una clase de amnesia, una amnesia perversa.

Una gota más en el vaso, gota invisible. Pero gota al fin y al cabo. Este día suma una gota. Ohm no tiene como recordarla, porqué no supo lo que pasaba en sí... bueno no por el momento.

A eso de las ocho con treinta, Ohm llego a su cuarto con una extraña sensación recorriendo su cuerpo ¿qué tan penoso será ir solo? como una flecha llego aquella propuesta a su mente.

Luego de varios minutos mirando el techo, imaginando las posibles reacciones de Nanon al saber que igual salió, no vio mayor escándalo por lo que acá estamos.

"¿Hacen devolución de entradas?" habría preguntado al ingresar, rogando que el mismo chico de la mañana no comentara nada inoportuno al respecto, no recupero el dinero pero bueno.

Las luces inundaban el lugar en distintos colores, parpadeaban al compás de la música, el lugar era inmenso, tantas atracciones como ganas de divertirse. El aroma era muy agradable gracias al patio de comida. Pareciera que toda la ciudad esta en el parque en este preciso momento. Niños hacían correr a sus padres de un lado a otro. Algunos adolescentes se tomaban fotos como si estuvieran en una especie de video musical. Los enamorados ganaban premios para sus parejas. Otros hombres tenían un arranque de demostrar masculinidad en un juego que mide tu fuerza, mirando a su alrededor como si todos estuvieran atentos al puntaje que arroja la pantalla. Entre tanta gente de seguro nadie notaba la soledad del chico y Ohm tampoco dejo que aquello le hiciera no disfrutar la noche.

El primer juego que eligió fue el columpio en altura, el ambiente en la fila era tan ameno que le daban ganas de simplemente bailar con la música de fondo. Lamentablemente el asiento vacío de adelante no le dejo desligarse del todo de cierto chico que pudo estar ahí.

Luego de una hora aproximadamente llevaba tres atracciones check, con su cuarto algodón de azúcar en mano y "último" según su conciencia.

Él menor no sabía lo que paralelamente pasaba en éste momento en que su pancita rebosaba de azúcar.

Horas antes un llamado estaría organizando la noche de Nanon.

—¿Dónde estás?— habló un poco irritado.

—Voy llegando a mi casa— dijo Nanon tratando de girar la llave.

—Apúrate mierda, la fila es inmensa por tu culpa quedaremos hasta atrás— reclamó Chimon.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 24, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

no lo hace para lastimarme || ohmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora