Coincidir

Capítulo 1

La primavera ya se estaba haciendo notar en el aire, el olor a flores y la temperatura. Pero aquel día no era de las fechas que a Mayte le gustaba recordar, así que esa mañana decidió no ir a la agencia y esperar que Fernanda terminará de dar sus clases para encontrarse en un restaurante a comer. Conocía a Fernanda desde que la morena comenzó a trabajar en la agencia como mensajera, en ese entonces tenía 17 años y luego comenzó a ayudar a algunos publicistas en sus campañas, Fernanda trabajaba para costearse sus estudios y la vida, es maestra de música y desde hace mas de 20 años son amigas con Mayte, es su confidente y ha estado en los momentos buenos y malos de la rubia y ese día no sería la excepción.

- Nana, buenos días ya se fue la negri? -sentándose a desayunar-

- Mi niña buenos días, como estás? -la abrazó- Fernanda salió temprano al parecer iba hacer unas diligencias y luego a dar clases.

- Entonces la llamaré para que comamos juntas, te unes? -decía mientras se comía una fresa-.

- No May, había quedado de ver a una amiga, estás bien quieres que hablemos? -le tomaba la mano-.

- Estoy bien nanita, cada año que pasa supero más esta fecha, no te preocupes hoy no iré a la agencia trabajaré desde casa.

- Bueno mi niña, tú sabes que siempre estaré para ti si necesitas hablar, si quieres preparo algo delicioso para la cena -reía mientras May asentía aquella propuesta-.

Cuando Mayte cumplió 20 años su novio de aquel entonces, Fernando, le propuso matrimonio. Ese hombre fue su primer amor, su primer beso, su primer todo, pero su padre nunca estuvo de acuerdo con esa relación, a pesar de la oposición ellos siguieron con sus planes de boda tenían claro que sería algo íntimo con sus amigos mas cercanos, el día tan esperado había llegado pero Fernando nunca llegó dejando plantada a Mayte. Ella sabía que su padre era el culpable de la decisión que había tomado Fernando, aunque Fernando nunca la buscó ni le dio una explicación, pero con el tiempo los perdonó a ambos, eran los hombres mas importante de su vida y ambos por separado habían roto su corazón. A pesar que ya se cumplían 20 años de aquel momento, lo seguía recordando con nostalgia.
Nunca mas volvió a tener una relación formal y creer en el amor de los hombres se le hacía muy difícil.

[M: negri ya terminaste tus clases, vamos a comer? hoy no fui a trabajar.
F: mi May, termino a las 13 p.m te parece si nos encontramos en el restaurante de siempre?
M: perfecto, nos vemos ❤
F: nos vemos ❤]

Mayte envío el mensaje y terminó de trabajar, se organizó y cambio de su ropa, escogió un jeans ajustado y rasgados justo a las rodillas, un blusa negra, tenis blancos y su pelo liso y suelto. Le gustaba sentirse cómoda y dejar de lado su ropa formal que usaba a diario, alistó una cartera y salió de su habitación encontrándose en la sala con su adorada nana Adriana.

- Nana ya estoy lista, me veo bien -giraba-.

- Estas preciosa como siempre mi niña.

- Bueno me voy, nos vemos hasta la tarde para cenar las tres, te quiero nana -le guiñó un ojo-.

- Yo te quiero primero, nos vemos mi niña, diviértanse llevas las llaves del auto?.

- No, iré caminando el restaurante está cerca no pasa nada -le lanzó un besó y salió de la casa-.

Mientras caminaba por el jardín hasta llegar al portón de la entrada, le envío un mensaje a Fer para avisarle que ya iba en camino mientras tarareaba un canción, presentía que sería un gran día.

Por otra parte estaba Manuel, uno de los guardaespaldas mas solicitados de la agencia "escoltados", tan responsable que siempre terminaba siendo el lider de la cuadrilla. Aquel día era su día libre, llevó a su hermana al colegio para luego llegar hacer los quehaceres del hogar, Paz su mejor amiga, es una mujer muy mística y siempre le ha gustado la astrología y el tarot, se podría decir que es la guía espiritual de Manuel. Cuando él quedó viudo Paz tomó la decisión de irse a vivir con ellos para que Adela no se sintiera tan sola, así Paz trabajaba por la mañana y por las tardes cuidaba a Ela, como solían llamarla de cariño.
Terminando de hacer el aseo Manuel, decidió ir al parque a correr, el día estaba fresco y quería despejar su mente, pues ese día cumplía 5 meses de fallecida su querida Estela, y él andaba muy nostálgico.
Tomó las llaves y salió de su casa a correr por aquel parque que cambiaría su vida sin imaginárselo.