soy el agua turbia de los charcos de las calles oscuras
de las calles de tu juventud
de cuando vivías en incertidumbre
soy la medianoche de un día tranquilo
de un día que probablemente se quede perdido en tu memoria
soy la nata que se queda en tu leche cuando la dejas enfriar
y ya la dejaste enfriar demasiado
soy los bordes de tu cuaderno
del cuaderno donde dibujabas
y dibujabas saliendote de las líneas
soy el volumen impar en la tele
la tele que enciendes para no sentirte solo
la tele que está de fondo cuando tu tristeza se rebalsa
soy un pétalo caído en el parque
del parque al que solías ir a leer
del libro que compraste porque te gustó la portada
y verás, pues, no soy nadie
pero al mismo tiempo soy todo
