03 | Voy a darte dos opciones

16.3K 2K 1.6K
                                    

Dominic

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Dominic

—Hace mucho que no cenábamos en familia —dijo papá con una sonrisa, turnando la mirada entre mamá y yo.

—Supongo que hay una razón especial por la que hoy lo estamos haciendo, ¿no? —respondí, fijando mis ojos en él.

Mamá alzó la mirada hacia mí, dejó los cubiertos sobre su plato y se inclinó levemente.

—¿Por qué lo hiciste?

—Ya estabas tardando mucho en preguntármelo —contesté, riendo por lo bajo.

—¿Puedes ser serio alguna vez en tu vida, Dominic? —preguntó papá.

—¿Alguna vez te has preguntado por qué no lo soy? —inquirí, deslizando el plato hacia un lado.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Te he visto a ti y a mamá tomándose la vida con tanta seriedad, que no quería apestarme —respondí con simpleza—. ¿Qué han ganado siendo así? ¿Realmente son felices?

Mamá resopló y se hizo una coleta alta, un gesto que indicaba que no estaba para juegos. Sentí como si sus ojos oscuros me hubieran lanzado espinas.

—¿Sabes lo que hemos ganado viendo la vida de esa manera? —preguntó ella—. Atención. Eso fue lo primero que obtuvimos y lo que nos ayudó a tener la oportunidad de estar donde hoy estamos. Si no nos hubiésemos tomado nuestras metas en serio, ni siquiera vivirías bajo un techo como este. No estarías en la banda que estás y no tendrías nada de lo que hoy posees y disfrutas para vivir esa vida cargada de diversión —soltó con firmeza—. Lograr que las personas adecuadas pusieran su atención en nosotros, nos dio un espacio; luego, valor y una posición. ¿Tú crees que conseguimos ser quienes somos porque nacimos en una familia acomodada tal como te ha sucedido a ti? —inquirió con ironía—. Soportamos un montón de portazos en la cara, noches de duda en nosotros mismos y nuestro talento, días enteros yendo de audición en audición, obras de teatro en la que solo nos veían cinco personas. Pero fuimos perseverantes. Jamás dejamos de esforzarnos y de seguir adelante, porque teníamos un objetivo claro. Y ese, era estar aquí. Para ti, Dominic, tu apellido es insignificante, porque has nacido portándolo con la grandeza envuelta. Pero para nosotros, es fruto de años de sacrificio. Y tú no haces más que pisotearlo.

—Tenemos diferentes formas de ver la vida, simplemente.

—¡¿Por qué lo hiciste?! —insistió, levantándose de su asiento para inclinarse aún más hacia mí, pero me mantuve inmóvil, mirándola.

—Stella, tranquila —le dijo papá, posando una mano en su espalda para incitarla a que se sentara de nuevo—. Dominic, te voy a pedir que tengas un mínimo de respeto.

—No sé por qué lo hice.

—Siempre te hemos enseñado a analizar lo que sientes —dijo mamá, más calmada—. Haz el intento. Dinos qué es lo que necesitas para dejar de comportarte de esta manera. Somos una familia enormemente privilegiada y prestigiosa, Dominic, pero no somos intocables. No somos los dioses de este mundo. Estás a punto de hundirnos a todos. Si nos dices qué te sucede, podemos buscar la manera de solucionarlo juntos.

Entre letras y notasWhere stories live. Discover now