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SAMAEL
Después de descubrir que el tío de Eleanor tenía más de un enemigo en Gran Bretaña, se decidió aparentar que fue alguno de ellos y no nosotros. A pesar que todo estaba aparentemente en orden, Eleanor fue llamada a asistir a la casa Volkov, por ello estamos aquí en una especia de corte mafioso siendo juzgados por unos cuantos ancianos.
Eleanor parece tranquila, solo aveces se queja sutilmente de sus heridas, trae una chaqueta verde oscuro que puede estar empeorándolas.
- Kesar y Melek fueron a Inglaterra a verte, Isabell. Se les comisionó para asesinar a uno de tus esposo por faltar al honor de esta familia– Habla uno de los ancianos– 
- El tío kesar jamás llegó a mi propiedad y es una grave acusación lo que está haciendo– Eleanor se escucha segura de sus palabras– está tachando a mi esposo de no tener honor–
- Se le fue visto con otra mujer–
- Mi esposo es un marine, viajó lejos de casa por el deber a su patria, ¿pretende que no le deje tener amistades?—
- ¿y no cree que su esposo a tenido relaciones sexuales con esa amistad?–
Eleanor guarda silencio un segundo
- Yo confió en cada uno de ellos–
Los ancianos nos miran, intimidan esos profundos ojos negros.
- Isabell? tú no eres la juzgada, pero tu esposo si lo es, si bien tú estás segura de su inocencia, nosotros no. Richard Amadeus Greene, tu esposo, será vigilado y de demostrar su culpabilidad, será sentenciado a muerte–
- De ser cierto, pretendo sufra las consecuencias en vida trabajando para mi como un soldado más–
- mientras tanto, se le negarán los beneficios de un Volkov– Eleanor asiente, escucho como Richard traga en seco–
- resuelto lo anterior, debes aportar toda información sobre el asesinato de Kesar y Melek, fue dentro tu territorio–
- Esa zona no me pertenece, si no al tío Kesar desde hace seis meses al desplazar a la pandilla que controlaba–
Los ancianos se hablan entre sí
- ¿por qué permitiste otro Volkov quitarte tierras?– cuestiona otro–
- Él era más poderoso que yo y familia–
- Entendemos. La muerte de nuestros parientes fue un ajuste de cuentas. Rezaremos por ellos comenzando el luto mañana– Todos los presentes asienten– La familia Volkov Zarev ha perdido a su cabeza y a su heredero, Yuri siendo el segundo hijo debería tomar el mando– Todos vemos al joven pálido ponerse de pie– Sin embargo, se le niega este derecho al no ser apto para dirigir todo un imperio. Por ello, se ha puesto en su lugar a Tania Volkova.–Una adolescente de cabellos tan negros como la oscuridad se para y camina hasta estar a un lado de Eleanor, Ell la Mira y después a Los ancianos.
- Ella solo tiene quince años– Reclama–
- No sientas celos, Isabell– Se burla–
- Tania ha demostrado ser la más apta para dirigir el imperio de su padre– El abuelo habla con esa voz tan áspera–
- La última vez que una niña dirigió un imperio no terminó bien– Un hombre habla entre la gente– La edad son veinte años–
- Abuelo, prometo cuidar a mi familia como mi padre hacía y mi hermano pudo hacer. Vengaré su muerte–
Eleanor se gira a nosotros, se burla de lo que dice la adolescente haciéndome sonreír
- No hemos terminado Isabell– Eleanor se gira de nuevo– Tania es muy joven y por tanto necesita de una guía–
- No seré yo, suficiente tengo con mis hijos–
- No necesito de una niñera, abuelo, puedo asegurarle que administro mejor el negocio que mi británica prima–
- ¿ve? Ella tiene razón– Eleanor la señala con la cabeza— Su guía debe ser su madre–
- ¿estás negándote?–
- definitivamente. Los niños no deben estar en el poder y un gran ejemplo es mi madre. A mi se me ha negado iniciarme a esa edad, es Justo que a ella también–
- Si a ella se lo permiten, entonces también a mi– Un chico se levanta– ¿venganza? Mi madre fue asesinada hace dos meses, tengo 17 y debo vivir cruzado de brazos–
- Entonces también a mi. Mi padre tiene un año de haber muerto, tengo 15–
Varios chicos más se levantan.
- Asesinaron a mis padres y hermanos, tengo 18 y aún no puedo hacer nada–
- va a tener que iniciarnos a todos, abuelo, si lo hace con ella– eso pareció una amenaza. Comienzan a hablar y discutir en ruso, especialmente los jóvenes que no obedecían a los adultos para que guardaran silencio.
- Todos ustedes son unos niños– El abuelo, un viejo de más de dos metros y grande se para azotando sus manos en la madera–
- ¿y ella quién es? ¿Cleopatra?– una chica habla, su acento ruso es casi igual al de Eleanor–  esto es una burla a los principios de justicia que presume esta familia. Todos aquí esperamos los veinte años a pesar de todas nuestras aptitudes. Ella será una maldita Sheldon pero no es superior al resto–
- Soy lo bastante apta, a comparación de ti he vivido toda mi vida en Siberia con padres totalmente rusos– Eleanor se mofa – Eso va también para ti, francesita–
- Oh, ¿te molesta tener Nueva York a mis 23? Porque tu padre solo se dedicaba a ser un parásito –
- No te atrevas a hablar de mi padre–
- Es al primer Volkov que matan por una buena razón. Si vas a tomar su poder, al menos devuelve todo lo que nos ha quitado–
- ¡Greece!—
- ¿si,abuelo?–
- Respeta el luto...–
- Solo digo, algunos no somos unos ladrones–
- ¡cállate!– la chica alado de Eleanor alza la voz–
- Adelante, ven y cállame– la chica sale de los asientos– oh si La Niña de sangre pura- Se burla. Eleanor retrocede hasta donde estamos nosotros. Vemos cómo la mayor se amarra el cabello.
- esto será muy gracioso– susurra Eleanor cruzándose de brazos, se escucha una palabra en coro por todos los demás jóvenes, los adultos los reprenden. La chica malhumorada da el primer golpe seco, el cual es esquivado ágilmente por la otra, quien no duda en hacerla caer tropezando sus piernas.
- Mis padres fueron atrozmente asesinados como es la situación de muchos desde hace un poco más de cinco años, si Tania presume del deseo de venganza como cualquier Niño, entonces no es apta para el poder– Habla alejándose–
- No es lo que enseña esta familia ¿o si?– Un hombre habla– Tengo un hijo de quince años, yo no le daría un poder que se le cayera por entre los dedos–
- Hay que repartir la herencia de Kesar. Isabell puede tener aquello en Gran Bretaña y lo demás a quienes les favorezca– Una mujer propone–
- Es el imperio de mi padre del que hablan–
- Imperio que le corresponder a Yuri y no a ti– espeta la anterior joven–
- Yuri a demostrado no cumplir sus promesas– El abuelo alza la voz–
- Bien, abuelo, ponga a una niña en poder Volkov, veamos cuánto dura en no hacer una guerra– Un joven de no más de 25 años habla amenazante, su acento tampoco es marcado– Que se aleje de mis territorios en California, y Australia, porque el tío Kesar trató varias veces en restarme autoridad–
- ¿nos amenazas?–
- a ustedes no, a ella– señala desde dónde está a Tania– Que no se meta con nosotros y habrá paz—
- La sucesión de poder no está a discusión alguna, se les escuchó, pero ya he dicho algo–
Todos se quejan y la adolescente sonríe triunfante– Todos pueden retirarse–
- Esto es una mierda– Greece y el otro joven se nos acercan–
- Nos enteramos que tu esposo estaba en California, debiste hacerlo ir conmigo– El joven es amable saludándonos a todos– Antes que pienses mal, yo no fui el sapo–
- No he dicho nada. Bueno, la primera en años ¿no?– Eleanor dirige su atención a dónde estaba la adolescente–
- Si tienes problemas con esa familia de locos no dudes en pedir ayuda– Greece le palmea el brazo– Estaremos en America, pero llegará la ayuda–
- No se preocupen, no estoy para una guerra–
- Debemos admitir que la muerte del tío Kesar beneficia a todos– El chico suspira– estoy que me corto los huevos si no fue la esposa loca la que hizo a Yuri a un lado–
- Escuché mi nombre– El chico que fue negado sonríe colgándose de los hombros de los otros dos, puedo notar como en su rostro está el mismo tatuaje que tiene Eleanor en el cuello– Hay que ir de fiesta, mi hermanita va a mantenerme hasta morir—
- ¿en serio no te molesta?– Eleanor lo cuestiona–
- Bambi, desde que no pude matar a ese ciervo cuando tenía cinco, estaba claro que no sería un buen líder- Sonríe–
- lo qué pasa es que no eres igual a esos locos–
- Tania es la única que se parece a mi padre, Marcus. Mi hermano y yo somos unos estúpidos– Chasque la lengua– Era...aún más él por querer ser como él—
- Los siento– Eleanor de disculpa, nosotros hacemos lo mismo–
- No es necesario, la mitad de aquí deseaba esto, y me incluyo. Siento que te quitara territorio, bambi—
Eleanor niega.
- Los invito a mi casa, a todos–
- Nosotros debemos regresar a América, pero puedes venir con nosotros–
- Nosotros dejamos a los niños con Eric–
- Que aguafiestas, pues me voy con ustedes–
Entre charlas que terminaron en ese odioso idioma salimos al frío del exterior.
Es una gran coincidencia que matáramos al sujeto menos querido de la familia. Nos despedimos de unas veinte personas para después subir al auto, Eleanor no se apoya en el respaldo.
- Tania está loca– Nos mira– Si comienza a investigar seguro da con nosotros—
- Entonces hay que sacarla de Inglaterra— Pavel habla obvio– Todo lo hicimos bien, no sucederá nada— Eso me calma un poco en cierto punto, nosotros los asesinamos y estamos en la boca del lobo–
- Tania es más que inteligente y que no sea amable empeora las cosas. Es muy  competitiva, aprensiva y no sabe perder.  Es tan inteligente que sabe de todo–
- Parece que la admiras pero no demostrabas eso hace unos momentos– Richard comenta–
- Claro que la admiro, ojalá Dios me hubiera dado ese cerebro, pero no es nada amable. Y siempre nos ha molestado respecto a nuestros padres, ideas del tío Kesar. Para esa familia los únicos que deberían ser jefes son los que son de padres rusos y que hayan vivido toda su vida en Rusia. Cosa que la mitad de los Volkov no somos, es una tontería– Resopla– En cada parte del mundo hay un Volkov–
- Entonces ellos me vieron– Richard niega–
- No, ellos dijeron que no. Eso significa que se enteraron por alguna otra razón–
- Es sospechoso, y me agradaron–
- El Coronel Dan Spencer es padre de ambos–
Richard se inclina hasta estar entre los sillones–
- ¡¿qué?!–
- Ujum, mis primos son buenas personas a pesar de haber asesinado a sus parejas–
Richard me mira, me encojo de hombros—
- ¿por qué?– Pável cuestiona con una mueca–
- Tienen entre los 22 y 25, no querían casarse pero lo tuvieron que hacer para tener hijos, después de eso...– Eleanor suspira–
- ¿el Coronel Spencer es esposo de una mafiosa?– Richard habla aún sorprendido–
- Si. Cambiando de tema, hay que celebrar que fue opacado el asesinado de mi tío y no seremos investigados–
- Pues yo si por infiel–
- Nadie te mandó, Richard. Muchas veces se te pidió firmar el divorcio–
- Nadie te pidió tu opinión– mi mejor amigo se sienta bien mirando por la ventana– seguro tú haces lo mismo, sólo que no te descubren aún–
Pável se mofa, el auto en movimiento me preocupa si se les ocurre pelear.— tal vez por eso te dejó tu ex, o por mafioso–
- En la mafia si eres infiel a tu esposa, eres  un hombre de poco fiar, Richard– Se miran por el retrovisor por unos segundos– si traicionaste a quien confía en ti como lo hace una esposa, a tu compañera ¿qué podría esperarse de ti? Sembraste duda y eso jamás te lo quitarás–
- Pues yo no te creo, ¿qué haces tanto con tu esposa cuando vas a visitarla?¿Sólo toman té? Si claro–
Le doy una codazo para que se calme, estamos en Siberia, terminará echado del auto si no se controla y cómo el idiota que soy lo acompañaré–
- Nada, respeto a mi esposa, y es Ex esposa. Voy con ella a cumplir mis responsabilidades como padre, no como tú– Richard suelta una carcajada sarcástica.– la prueba esta que Narccise me dice papá– mi mejor amigo gruñe–
- Es lo más cerca que estarás de tener un hijo de Eleanor–
No hay contestación por parte de Pável, cuando Richard se esmera es ser un hijo de perra, realmente lo es. La prudencia no es y jamás será una de sus virtudes, a diferencia de mi, él suelta todo lo que piensa esté o no en un momento de enojo. No tiene filtro.
Puedo ver como mi esposa le acaricia la mano al ruso, este la mira unos segundos para darle acceso a su palma. Odio tanto que tengan contacto físico donde hay cariño de por medio. Se me revuelve el estómago cuando el ruso besa el torso de la mano de mi Ell.
- Yo quiero conducir– Richard habla–
- ¿para que nos pierdas? No conoces Siberia–
- Existe Siri–
Pável susurra algo en ruso.
- Espera– Eleanor señala al frente, el ruso para el auto– Cada cinco   kilómetros hay un puesto. ¿Dónde están?–  el celular de Eleanor, responde, escucha y mira al ruso, se despega el celular y lo pone en altavoz, no le entiendo ni un carajo a la persona agitada del otro lado, pero si el sonido de los disparos.
Richard me golpea la pierna.
- Hay un tiroteo en donde estábamos. Asesinaron al abuelo–
Abro más de la cuenta mis ojos, ¿qué carajos?
Pável da la vuelta.
- ¿a dónde vamos?–
- Si vamos para allá nos emboscaran, y si vamos por el bosque nos llegará la noche llegar al pueblo, y estos dos se congelarán, también pueden estar ahí. Ustedes tienen túneles, saldremos por ahí–
- Pero tendríamos que entrar a la casa–
El ruso no responde–
¿Nervioso? Por su puesto, las armas no me gustan.
El auto se detiene a unos 5o metros a un lado de la carretera. Bajamos
- Hay que rezar ¿no?– Eleanor habla siguiendo a Pável como nosotros–
- Después puedes rezarme a mi– le guiña un ojo–
- No es el momento de bromear– Richard reprende, el ruso abre su maletero, de los costados saca dos armas pequeñas–
- 12 tiros– se la extiende a Richard, la otra se la queda él– El plan es sencillo, Eleanor nos guía a los túneles sin ser vistos. Tú y yo– Mira a Richard– Hacer que no los maten– Busca algo en el maletero, saca un chaleco. Me mira.
- ¿qué?–
- Póntelo– me rio–
- Eso no me queda–
- Cubre lo esencial, monstruo–
- Creo que aquí la más vulnerable es Eleanor–
- Bueno, papi. Un marine, un mafioso ex militar y crecer aquí...– Se rasca la ceja–
- léele Dante a los asesinos, tal vez se aburran y se vayan– Richard se burla, debo admitir que tienen razón, y ya me morí una vez y me perdí varias cosas de mi hijo, no quiero que pase de nuevo–
Lo empujo.
Acepto que me pongan el maldito chaleco, soy como el inservible del equipo. Eleanor me toma de la mano, me jala entrando al bosque. Cuando más no adentramos, no tardamos en ver a una mujer correr con dos niños quizá de la edad de Oliver tras de ella. Cuando nos ven se detienen, los niños se adelantan desenfundando sus armas de adentro de sus abrigos. Nos gritan algo en ruso, todos levantamos las manos, Eleanor habla y los niños se relajan.
- Saquen a mamá– Los dos niños hacen que la mujer camine hacia nosotros–
- Nosotros iremos por los túneles– Eleanor explica–
-¿regresar? Está infestado  de hombres malos–
La madre habla un idioma que desconocemos. Ni siquiera Eleanor que sabe mil idiomas le entiende.
- Ella dice que eso no –
- ¿qué idioma es? ¿De dónde son ustedes?– Pável cuestiona, ¿tal vez sospechando de unos niños?–
- Es una lengua indígena de México, Ch'ol–  uno de los niños contesta, eso explica su piel dorada y cabello tan negro. Parece una princesa de Disney con esos ojos tan grandes, brillantes y negros. Su belleza es de no ignorar, y por su rostro en alto se nota que tiene carácter.
- Vamos a tener que dejarlos– Pável susurra solo para nosotros–
- Es mi familia– Eleanor reprende–
- Voy a protegerlos a ustedes, mi familia–
- son niños– Richard niega– No podemos dejarlos–
- Nosotros tenemos hijos también– Comento, ¿es lo más real no?, Eleanor me mira, no sé si lo hace  con desaprobación, tiene contacto visual con Pável por varios segundos.
- Maldita sea— Gruñe– Bien–
Hablan quien sabe qué en ruso, seguimos el camino ahora acompañados. Ya puedo ver desde aquí una de las Torres de la casa. Antes que podamos dar unos cuantos pasos  más entre los árboles, podemos escuchar una bala cerca, como si fuera una maldita película de acción, uno de los niños cae con ella en la cabeza, no nos da tiempo de reaccionar, ni siquiera a la madre para salvar al otro, pues El Niño que podría ser mi hijo cae de rodillas, puedo ver como mira a su madre y después termina con el rostro en la tierra. Sé los segundos que tarda un Franco en cargar gracias a Richard, si su blanco fuera la mujer ya estaría como sus hijos, jalo a Eleanor del brazo hacía mi, solo se escucha la bala pasar y como se queja.
Nos escondemos tras los árboles poniéndome espaldas a este con Eleanor frente a mi. Mi mano está húmeda, la veo notando ese líquido carmesí.
- estás sangrando– Hago notar lo obvio, la reviso preocupado, gracias a dios solo le ha rozado–
- No te preocupes, papi– Me besa donde puede alcanzarme– Gracias– me mira con esos bonitos ojos–
- Te dije que esto lo necesitabas más tú– Me quito con mucho cuidado la protección para dárselo, se deja ponérselo, tarea difícil cuando tenemos la protección de un árbol–
- Ey– Pável nos llama, lo miro mientras saco un pañuelo de mi bolsillo para ponérselo en la herida, hasta ahora me doy cuenta como la madre que acabamos de conocer les llora a sus hijos– Quieren a los Volkov–
- eres muy observador– Richard habla desde quien sabe dónde– ¿estás bien niña linda?–
- Se me va a caer el brazo o muero desangrada–
Richard de cruza arriesgando su vida para llegar hasta nosotros, pues el disparo no lo alcanzó.
- ¿estás loco?– Lo regaña, Richard apoya su mano en el árbol–
- Es solo un rasguño, Eleanor– Niega– ¿ven la torre?– nos Cuestiona a todos–
- En la ventana diez está el franco– Pável añade–
- Con el arma que tengo no puedo matarlo, la altura y el ambiente no me lo permite– Richard  comunica– Pero puedo distraerlo–
- Dejarte en un bosque con matones a unos kilómetros me encantaría, pero debo negarme a tu oferta– 
Richard nos trata de cubrir al escuchar varios disparos seguidos, la mujer con nosotros repite algo varías veces que no entendemos.
- Vamos, rápido– Richard nos hace caminar, la mujer dispara a dirección de la Torre mientras nosotros corremos.  ¿A dónde ? Ni idea.
- A la derecha– Eleanor nos guía cuando ya estamos a un par de metros de los muros de la propiedad. La mujer no tarda en reunirse.
Eleanor con sus zapatos descubre de entre tierra y hojas una puerta.
- ¿por qué no hicieron túneles hasta la salida?– Pável la cuestiona.
- Es que no me acuerdo si hay–
- Isabell– Se restriega la cara–
- Oye, sé de este porque me escapaba con los demás. Jamás escapé de mafiosos– la ayudo a abrir la puerta, hay una escalera y nada de luz. Sale una cucaracha que Richard aplasta.
- Yo no iré por ahí–
- ¿prefieres soldados rusos?–
- Obvio–
- Isabell–
- No voy a bajar, Pável–
- Te daré mi abrigo– Hablo–
- No, deben haber demasiadas–
- servirá como camisa de fuerza mientras Richard te baja– Añado quitándomelo–
- ¿qué?– Sé que tan Grande es su fobia por esos insectos, prefiere ser asesinada que tener uno encima. La enrollo con mi abrigo al ver a Richard en la escalera–
- No, Sam– trata de huir, pero lo liviana que es me permite entregársela a Richard sin problema– Los detesto, a los tres. Juro que si salimos de esta duermen afuera–
Cuando bajo me encuentro a una loca Eleanor.
- ¡mi espalda!¡mi brazo!¡mi fobia!–Exclama bajo, Richard la deja en el suelo.
- Perdón–
- Si ya, suéltame– Lo hace a un lado molesta, suelta quien sabe qué en ruso–
-¿cómo te...–
- No me regañes– Corta a Pável, se quita mi abrigo para entregármelo– Dios– todos sacamos nuestros celulares para alumbrarnos el camino. Un túnel perfectamente hecho, cubierto de sólidas paredes y con líneas de electricidad que en algún momento debieron servir– Es solo una línea a la casa, los demás llevan a lugares sin salida– Comenta evidentemente malhumorada. Es sorprendente como a callado a un hombre de más de 1.90–
Unos minutos después llegamos a otra escalera. Pável la quita para subir primero.
- Está en el sótano de la casa de visitas, dudo haya alguien– A cómo lo dijo, no tuvimos ningún problema en subir. Este sótano es igual o más grande que mi departamento. Ni siquiera parece un sótano, más bien uno más de los salones tan característicos de los Volkov.
- ¿aquí no hay armas?– Pável cuestiona–
- No...si, creo– su reloj inteligente emite una alarma, lo mira y apaga de inmediato para comenzar a caminar a las escaleras que llevan a un balcón . Reconozco ese sonido, checo la hora. 4:30 pm–
- Es la alarma de tus medicamentos– Pável se me adelanta–
- Es más importante...–
- Tómatelos y después buscas lo que estes buscando– Ordeno– Por favor– se detiene, resopla y busca en su chaqueta, se gira tocándose las ropas–
- Creo que se me cayeron–
- ¿buscaste bien?–
- Si, Pável, busqué bien– Responde molesta–
- Bueno, no es que no puedas estar sin ellas unas horas, todo va a estar bien– Richard y su positivismo–
Pável dice algo en ruso que hace Eleanor le conteste en el mismo idioma pero con un tono irritado.
Richard y yo nos miramos.
- Ni me preguntes, hablan rápido y así no entiendo– niego–
Todos retrocedemos al escuchar como golpean la puerta, Pável siendo el que está más cerca se pone frente a Eleanor, Richard conmigo, los dos listos para dispararle a cualquier cosa que entrase por ahí.
La puerta es abierta bruscamente rompiendo la cerradura, lo primero que vemos es un sujeto caer con alguna cosa en el cuello, después a unos adolescentes y a un hombre con un bebé en brazos. Los chicos nos apuntan con armas mientras nos gritan quien sabe qué.
Cuándo ven a Eleanor Tras de nosotros relajan sus expresiones.
- Isabell– Bajan las armas. Los dos están manchados de carmesí, supongo de a quienes han asesinado—
- ¿saldrán por el túnel? Dile a tus esposos que se lleven a mi padre– El de ojos azules hace que el hombre quizá de nuestra edad camine hacia nosotros–
- Ellos saldrán los que llevan al pueblo–
¿Saldrán?–
- Pero esa zona está repleta de enemigos–
- El de aquí solo nos saca de la propiedad, y las bases están tomadas–
- Mamá sigue ahí adentro– El que tiene ojos negros comenta–
- Mamá murió–
- No es verdad–
Mientras los adolescentes discuten, el hombre busca dónde sentarse, encuentra una silla y lo hace.
- Casarse con un Volkov, es saber que morirá antes que tú–
No Samael, no te imagines en su lugar, no no y no.
- El abuelo murió ¿qué haremos?¿qué sucederá?– El de ojos azules cuestiona a Eleanor, quien sale de atrás del ruso–
- No lo sé...nosotros vamos a escapar, vengan con nosotros–
- Un Volkov no escapa–
- Si tienes familia sí, Niño– Eleanor lo reprende. El chico acepta el regaño– Si no mal recuerdo, hay armas allá arriba, lucharemos hasta llegar al estudio principal–
Cómo soy el único que no sabe hacer pero un carajo respecto a armas y cosas mafiosas, soy el que vigila la puerta, traducción, le hago compañía a los otros dos que tampoco saben hacer nada. Yo no sé hablar con desconocidos, menos con una que no sabe creo ni español y otro que está en creo yo en shock, así que me cruzo de brazos esperando.
- ¿tienen hijos?– Dejo de mirar mis zapatos ahora sucios junto a mis pantalones para ver al hombre. Asiento– ¿cuántos?–
- Conmigo tres–
- Es verdad, no sólo eres tú– susurra– ¿y con quién tuvo al heredero?–
- ¿el mayor? Conmigo–
- ¿y solo contigo tiene hijos?–
- No...con Richard tiene uno– 
- Mi esposa tuvo a nuestro primer hijo con su amante– ¿Cómo espera que reaccione a eso? Yo ni le pregunté. Ahora que lo pienso, el hombre es de cabellos castaños y ojos negros, El Niño que parece mayor los tiene azules y no tiene ninguna de sus facciones, excepto una que otra expresión– ¿cómo puedes compartir a tu esposa? Yo asesiné al amante de la mía–
Otra cosa que obviamente yo no le pregunté.
- Me acostumbré– Miento, dios sabe que no lo hice– ¿a qué te dedicas?– Cuestiono para no seguir hablando de una posible mujer muerta y sus pecados–
- soy astronauta...en resumen ¿y tú?–
- Esposo mantenido– bromeo sacándole una pequeña sonrisa al triste hombre– Catedrático, en resumen. A mi hijo le gusta mucho el espacio–
- Si salimos de esta, puedo ayudarlo. ¿No hablas ruso cierto?–
- ¿se me nota mucho?–
- Un poco tu cara de confundido. Yo soy de Turquía, pero aprendí por mi trabajo y fue de ayuda cuando la conocí ¿de dónde eres?–
- Escocia...¿puedo hacerte una pregunta?–
Asiente– ¿tu esposa cambió cuando se inició?–
- La conocí siendo parte de esto. Ella era una líder y yo un sumiso, así que ahora estoy aquí. Supongo que Isabell si cambió–
- Creo que fue un poco mi culpa– Sincero con el desconocido– Mi nombre es Samael–
- Sahin. ¿Sabes cómo se llama ella?–
- No–
Interrumpen una charla que no nos llevaría a ninguna parte
Pável me extiende una pistola.
- No gracias–
- No vas a ir por ahí desarmado– insiste–
- No las sé usar y ya. Gracias–
- Apuntas y presionas el gatillo, no hay ciencia–
- Técnicamente si hay ciencia en el proceso de detonación de un arma...al menos internamente si– el astronauta habla–
- No es necesario– Richard toma el objeto– Es mejor que ya nos vayamos–
- Yo no cuido a nadie– Advierte, Richard lo imita como el hombre maduro que es— 
- El pasillo que conecta a la casa principal nos llevará al recibidor, de ahí tenemos que cruzar algunos salones hasta llegar al estudio– Eleanor habla, se talla la frente. Se le ve estresada–
Se nos acerca, nos mira y suspira.
- Si yo no...–
- Ya hay que irnos– Richard interrumpe, ya sé por dónde va esto–
- Si yo no sobrevivo– Sostiene a Richard del brazo ante su terquedad– Prométanme que serán siempre los buenos padres que han sido para nuestros hijos–
- Eso es cuestionable– Pável interrumpe alejándose, no es charla que le interese–
- No los separen ¿si? Ellos deben estar siempre juntos. Prométanme eso– Asentimos– Y busquen para ellos una persona que los ame tanto como yo–
- No hay mujer en este mundo que pueda amar tanto a nuestros hijos como tú– Mi cerebro es mi enemigo, pues me imagino en el lugar del hombre–
- No va a pasar nada, Niña linda. Vamos a regresar, y los tres vamos a tener el mejor puto trío–
Eleanor ríe y nosotros también.
- Los amo mucho, en serio– nos abraza y nos mira– Perdón por meterlos en esto– nos besa hasta donde nos alcanza y se separa– aunque me metan en un hoyo lleno de cucarachas– 
No nos da tiempo de devolverle el gesto porque escuchamos ruido por la puerta, espero diez soldados rusos con el objetivo de matarnos, pero por el contrario aparece una destruida mujer, está sangrando, con trabajo y puede sostenerse.
Sus hijos la auxilian, su esposo no se queda atrás, me doy cuenta que no carga al bebé, se lo ha dado a la otra mujer.
- ¿por qué siguen aquí?– Cuestiona no solo para su familia–
- Las bases están tomadas– Eleanor responde– iremos por los túneles principales–
La mujer cierra los ojos un momento, esto debe ser horrible para el pobre hombre, para ambos.
Eleanor no los Mira, pero yo no puedo evitarlo.  
Se me revuelve el estómago cuando el grito desgarrador del hombre se escucha mientras tiene a su esposa entre brazos. No sólo Dios lo escuchó, estoy seguro que hasta lucifer a sentido su pena.
- Vámonos– Dejo de mirar la triste escena por el tacto de Eleanor en mi mano–
No había dimensionado el peligro en el que estamos hasta estar presenciando esto, ¿por qué? Porque lo he hecho personal.
Richard así como los dos adolescentes tratan de levantar al hombre, pero este sigue aferrado a su esposa, solo mi mejor amigo tiene un corazón tan noble para exigir a un desconocido que siga viviendo ¿cómo vivir cuando tu esposa te ha buscado para morir en tus brazos? Eso es imposible, no soy bueno con las emociones, pero el miedo y el sentir de un corazón roto lo puedo ver a kilómetros, porque yo lo he vivido.
El esposo de Arseni es un gran ejemplo, él no vive, solo respira entre alcohol y pastillas recetadas.Si yo he entrado en depresión cuando Eleanor me dejó, debo admitir que seguro me doy un tiro si su corazón deja de latir.
Richard prácticamente lo arrastra, Pável no se ve nada contento de ir rescatando gente en el camino, y conociéndolo, solo protege a Eleanor. Ojalá pudiera tener sus mil habilidades y protegerla tanto como él puede, yo solo soy un escudo humano en todo caso.
- No quiero ir–
- Sam- susurra– Tenemos que salir de aquí–
- Puede pasarte algo–
- No sucederá nada–
- ¿como a ellos no les sucedió nada?–
- Vamos a irnos, Sam. Necesito ver a mis bebés. Y Oliver será el que más sufra, nos conoce más años– Se pone de puntitas, obedezco agachándome para que me de un beso.– Te amo–
- y yo a ti–
Es como una de esas películas ruidosas que Richard nos ha hecho ver, con al diferencia que los disparos se escuchan aún más cerca de ti. Entrar a la casa principal es todo un reto, no hacer ni un poco de ruido es el plan hasta llegar al estudio. Pável hace que nos paremos cuando vemos ruido en una de las habitaciones, la puerta está abierta, por lo que podemos ver las sombras en la pared. Dios nos quiere mucho porque el bebé no se ha quejado ni un segundo.
- el jefe dijo que esposos no– ¿Eso es italiano? Eleanor me mira, Es italiano.
- este no me agrada–
- que el jefe dijo que esposos no–
- ¿por qué?– Parece molesto, desquiciado–
- La orden fue Solo Volkov y esposas porque esas pueden estar embarazadas, a menso que pretendas pedirles una prueba–
Se escucha la voz de dos sujetos en ruso.
- ¿qué mierda dijeron?–
- No sé, pero ya déjalos–
Pável sale de nuestro escondite levantando las manos y fingiendo terror, el hombre casi se pone a llorar rogando en ruso que se le perdone la vida. Esperen ¿sabe italiano? ¿Cómo les entendió ?Cuando comienza a bajar las manos ante los italianos que cayeron en su mentira, con rapidez hizo que su navaja fuera a uno de ellos, entra a la habitación y sale.
- Andando– Nos alienta a seguir, se nos unen dos jóvenes.
Es de esperarse que sea Pável quien nos quite a los malos de encima con esa simple navaja que siempre trae en sus pantalones.
Cuando estamos en el recibidor nos entramos con diez hombres.
Nos miran, nosotros lo hacemos, nos miramos entre nosotros, se miran entre ellos. Somos un blanco fácil, aquí nos llenan de tiros y nuestro fin. Lo único que nos queda es proteger a todas esas personas de piel pálida.
Nos exigen quitarnos, pero nos negamos, cuando uno se acerca lo suficiente Pável hace quien sabe que rayos para tomar al italiano de escudo mientras con su propia arma dispararle a los otros, le da a cuatro y comienza a ser un puto ninja ruso.
- ¿qué carajos? ¿Fue criado por El transportador?— Richard suelta un broma en medio de esto–
Por las escaleras bajan otros ocho, pero no nos disparan, excepto a Pável, quien hace los disparos los reciban los italianos.
Richard lo cubre, pero logran bajar cinco.
- Yo no soy un Ninja– se aleja de nosotros para llamar la atención de los hombres–
- ¿en serio Rick? Eres un marine– Me mira por unos segundos –
- ¡No tengo un ojo, Sam!– quizá Richard no sea un mafioso ruso con entrenamiento en matar gente, pero, al menos no se deja golpear por los tipos, descartando uno por uno, no los mata, pero al menos si los deja inconscientes, no como Pável que les corta la garganta. Richard recibe su primer golpe.
- ¡mi nariz!–
- maldito llorón– Pável se acerca y el italiano se aleja, pide perdón pero antes de rogar por una segunda vez ya tiene el arma blanca del ruso en el ojo.–¿en serio no los mataste?–
- No hay necesidad de...– Richard se calla al ver cómo Pável les quita la vida a tiros– ¿qué te sucede?–
- ¿eres o te haces? ¡Pudieron despertar y matarnos!–
- Solo vámonos– gruñe–
Al cruzar al pasillo que nos dirigirá al estudio, nos vemos obligados a retroceder al encontrarnos con un sujeto como de tres metros. Nos obliga a volver al recibidor.
- Carajos es una puta montaña– Escucho decir a Richard desde atrás. Creo que todos tragamos en seco.– un troll–
- Si, a ver dile " Wingardium Leviosa" – ¿en serio Pável bromea sobre eso?–
- Se dice Wingardium Leviosa, Muggle– Richard contesta– Es todo tuyo–
Volvemos al anterior lugar. Richard intenta ayudar, pero como de película sus golpes son inservibles y sale disparado por un solo golpe del Troll.
Pável intenta disparar pero su arma es quitada. A pesar de sus intentos de huir es levantado del abrigo, lo lanzará,estoy seguro.
- ¡Jefa!– Pide auxilio a...Ell, se me escapa mi esposa del lugar seguro dónde la tenía escabulléndose.
- ¡Eleanor!– Regaño, ¿cómo puede arriesgarse por ese imbécil–
Eleanor ágilmente se desliza hincada entre las piernas del hombre, la pierdo de vista, Pável es soltado aterrizando con pose de superhéroe. Se hace a un lado, el troll cae de rodillas y después de cara con un cuchillo en la parte de atrás del cuello.
- Ay por Dios, Le di– Se le va la emoción al ver a Richard aún en el suelo, hasta yo me preocupo. Los dos vamos a su rescate, tiene los ojos abiertos, parpadea un par de veces.
- ¿estás bien?– Eleanor lo revisa–
- Creo....que....tengo las costillas rotas– Dice con dificultad– ¿fueron criados por ninjas?– Mira a Eleanor y después a mi– Ella pudo matarnos en cualquier momento de haber querido, Sam–
- Ya levántate, Richard, antes que vengan más– Insisto– después hablamos de las decisiones estupidas de Eleanor–
Se nos acaba de rompen uno de nuestros cuidadores, me toca ser su bastón y Eleanor su apoyo emocional porque ella solo le carga un brazo.
Seguimos, en el camino Richard le dispara a algunos y Pável con sus locas formas de matar nos quita de encima a otros. Sin olvidar la cantidad de viudos y viudas que se nos une, y unos cuantos Volkov. Es una masacre.
Logramos llegar al estudio, al entrar nos encontramos con aquellos dos jóvenes americanos haciendo a un lado varios cuerpos librando la entrada.
- Oh son ustedes...igual van al túnel ¿cierto? También nosotros– La joven habla, esto no me cuadra–
- Vamos rápido– El otro nos alienta, vamos a comenzar a caminar hasta que Eleanor nos detiene–
- Vayan ustedes primero–
- ¿qué? Hacemos guardia– se mofa la chica–
Eleanor desenfunda la pistola.
- Nadie sabe de estos túneles, solo los Volkov...y esta ala está limpia– los mira– Vayan ustedes primero– Insiste, sospecha algo, y estoy de acuerdo, la alfombra está manchada de sangre solamente dónde estamos parados.
- Vamos, Isabell, el abuelo está muerto...entre menos de nosotros haya mejor– El chico saca un arma de la parte de atrás de sus ropas- Los Sicilianos son vengativos, y nuestra familia aveces parece un parásito–
- ¿están trabajando con sicilianos?– Eleanor habla asqueada, desilusionada–
- No, eso sería un insulto a nuestros principios enseñados por nuestro querido abuelo–   Marcus chasquea la lengua–
- No son muy inteligentes, Si matan a todos nosotros, a cada Volkov, la red caerá, y no tendrán nada que reinar–
- si quieres a tu familia, serás inteligente y vas a ayudarnos– Greece, gruñe–
- ¿qué podrías ofrecerles? Mi imperio es tan Grande como sus cerebros, muy pequeños– corta cartucho– Todos aquí cerraremos la boca, solo haz que paren– 
- No– contestan en unísono–
- Entonces déjenos irnos, no diremos nada– no suplica, pero pide un simple favor–
- Lo siento, Isabell, pero de aquí ningún Volkov sale, solo nosotros– Marcus provoca en mi preocupación, tenemos hijos, debemos llegar a ellos– Y créeme, ya que nos dijiste dónde está tu heredero e hijos, no dudes que tendrán tu misma suerte–
- Pudiste salvar a tus esposos, pero ahora saben mucho– añade la chica–
- Pueden meterse conmigo, mis tierras, pero jamás con mis familia– suena amenazante a pesar de su tierna voz– mátalos– La orden fue para Pável, quien ágilmente desarma a uno aventando su navaja y ensartándosela en la mano provocando que el arma caiga, un tiro es accidentalmente disparado al mismo tiempo que el chico se queja, a su hermana no le da tiempo de reaccionar, a ninguno de los dos, pues no tardan en ser abatidos por el ruso hasta dejarlos en el suelo. Pável está loco, pudo solo quebrarles el cuello, dispararles, no sé, pero decidió que fuera lo más animal posible. Definitivamente sus zapatos deberá lavarlos por todos los pedazos de cerebro que tienen.
- Ya es suficiente, vámonos– Eleanor tiene domado a un asesino mafioso ruso psicópata porque se detiene, le quita su navaja y se reúne con nosotros. No soy el único sorprendido, Richard me mira y vomita en mis zapatos.
- Gracias– Lo ayudó a reincorporarse–
- Solo había visto que aplastaran cráneos en The walking dead– susurra mientras comenzamos a caminar. ¿Qué fue todo esto?¿Un golpe de estado? Carajos, fue una traición enorme y a menos que Eleanor o algún otro hable de los presentes, nadie sabrá qué fue gracias a un familiar, ¿o los italianos tomarían el poder de la mafia roja? ¿Eso es posible? Los Volkov eran la familia más poderosa de la Bratva, ¿y ahora que no está el abuelo? Muchas preguntas y ninguna respuesta.
Gracias a Dios y a todos los Dioses existentes logrando estar en los túneles, en el camino nos separamos, pues iban a distintos destinos, la mujer que acaba de perder a sus hijos se fue con el viudo y sus tres hijos, bueno, no estaría mal que se casaran, a él le falta una esposa y a ella hijos.
A las 4 de la mañana logramos llegar a la casa dónde nos estamos quedamos después de horas caminando en túneles helados y oscuros además de calles frías. No podemos subir, nuestro cansancio no lo permite, quedamos tirados frente a la chimenea que Eric debió encender. Estamos sucios, especialmente Pável que podría asustar a cualquiera con esa pinta, al menos me confirma que no es una especie de robot asesino por lo cansado que se le nota, suspira fuertemente al sentarse en el sofá, nuestras diferencias quedan atrás cuando los tres buscamos asiento a un lado de él. A Richard hasta se le ha olvidado sus malestares, los párpados me pesan obligándome a quedar dormido. Me duele todo y no hice nada más que ser un espectador.

MY BUNNYWhere stories live. Discover now