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Yoongi nunca tuvo amigos, solo compañeros de salón, no le interesaba en lo absoluto socializar, y si intentaba hacerlo, algo debía de hacer mal, sino era hablar de más era caerse o tartamudear como sino supiera hablar, y claramente sabía, sabía todo el abecedario, si que si. Es por eso que se ahorraba el trabajo de abrir la boca y llevarse con otras personas.

Min era muy cariñoso aunque no lo mostraba, le gustaba abrazar a su Madre, porque ella era la única que le transmitía confianza, y si alguien que no fuera su hermosa progenitora lo llegará a tocar o abrazar, trataba de cualquier manera en alejarse, odiaba el contacto con personas desconocidas, no le agradaba nadie, todos eran muy habladores y molestos.

Le gustaba hablar si, pero siempre le decían que debía cerrar la boca o hablar menos. Cuando tenía 6 años iba muy feliz a su primer día en la primaria, ¿Estaba nervioso? Cómo todo niño si, se preocupaba si tendría muchos amiguitos para poder jugar al fútbol o colorear juntos, pero no todo lo que uno imagina saldrá como lo pensamos.

Un pequeño Yoongi de apenas seis añitos paraba bajo un árbol en la hora de recreo, completamente solo, una lágrima traicionera bajo por su pálida mejilla, rápidamente la limpió, su madre le había dicho que no debía llorar por algo sin importancia o algo tonto, pero su corazoncito se estrujaba y un nudo molesto se formaba en su garganta al recordar lo que le habían dicho. Él solo quería tener mucho amiguitos, su emoción fue mucha que se acercó a un grupo de niños, que al parecer ya se conocían, con una sonrisa muy hermosa y llamativa se acercó y saludo a los demás.

— ¡Hola! ¡Me llamo Yoongi ¿¡Puedo jugar con ustedes!? ¡Se jugar muchas cosas! — Preguntó exclamando muy emocionado.

Un niño de cabello demasiado negro, habló.

— Si, pero ahora no estamos jugando, ¿Quieres unirte a nuestro grupo? — Propuso.

Yoongi asintió frenéticamente, demasiado felíz.

— ¡Claro que sí! — Sonrió.

— Mejor no, creo que ya somos muchos — Habló un castaño.

Yoongi Puchereo. — Prometo prestarles mis juguetes, podemos compartir comida en el recreo — Propone feliz.

— ¿Aún juegas con jueguetes? ¿Acaso tienes 3 años? — Yoongi negó.

— No, pero mi mami dijo que aún podía jugar con ellos, no importa la edad — dice sonrien leve.

— Pues tu "mami" está mal, cuando entras a la primaria dejas de jugar con esas tonterias — Habló un niño con cuerpo robusto.

— Eres un niño grande no un bebé, debes madurar y hablar menos, pareces un loro — Volvió a hablar en el castaño.

— Claro que no soy un loro, además no tiene nada de malo si soy uno, ellos son muy inteligentes, mami me lo dij- — El de cuerpo robusto empujó a Yoongi, haciendo que este cayera y soltará un jadeó adolorido.

— Deja de hablar, hablas mucho, ¿No te lo han dicho? Es muy molesto, y deja de decir "mami" a tu mamá cuando no eres un niño de 3 años — pateó la pierna derecha de Yoongi.

El peli Negro jadeó adolorido por el golpe, trato de levantar con dificultad pero su pierna tembló y cayó de rodillas.

— ¿Te duele? Que pena por tí — Yoongi no dijo nada y solo sorbio nasalmente para cortar las lágrimas que se aproximaban.

Los otro niños solo veían como Yoongi sobaba su pierna y rodillas, para después verlo sacudir su uniforme y caminar con dificultad.

— Es un tonto parlanchín — Habló el de cuerpo robusto.

Yoongi se alejó de ellos y solo atinó a sentarse bajo un árbol, limpio su pantalón para luego alzar un poco la tela y ver si había una herida o raspón, no sabría que excusa poner para que su mami no se preocupara.

— Total, no quería ser su amigo — Bufo.

Y aquí estaba, Limpiando las lágrimas traicioneras que salían de esos hermosos ojos gatunos.

Debía limpiar su rostro cuanto antes, las clases no tardaban en empezar. El nudo en su garganta no se iba, haciendo que el llanto tratará de salir, pero no lo dejó, se levantó y fue al baño más cercano, por suerte los lavaderos no eran muy altos, pero su estatura no ayudaba, como pudo se puso de puntitas y abrió el grifo. Lavó su rostro y manos muy bien.

El timbre sonó y el ya estaba caminando rumbo a su salón, al dar con él, se sentó en su carpeta y esperó a su maestra.

Desde ese momento hizo caso a los "consejos" de sus compañeros, dejo de hablar tanto, solo los necesario, al participar y al estar con su madre, quién le preguntó que había pasado en su rodilla, el cuál respondió que no vió muy bien y tropezó, por suerte no hubo más molestias con sus compañeros. Pero si le dolía verlos sonreír y hablar, él no hacía lo mismo, no tenía amigos y eso le dolía.

Pero al pasar del tiempo dejo de importarle no tener amigos, basta con ser escuchado por su madre. Puede que haya cambiado mucho, cuando estaba en la escuela era una persona completamente desconocida, en cambio al estar con su madre y en casa, era muy hablador y cariñoso.

— ¡Mami! ¡Ya me voy! — Bajó corriendo.

La señora Min río y negó.

— Yoon, Te caerás si bajas de esa manera — regaño al estar frente a su pequeño retoño, porque para SeunMi Yoongi era su bebé.

— Es que así bajó más rápido, además voy a llegar tarde a mi primer día — Puchereo.

— está bien, tu lonchera está lista — Le mostró un pequeño bolsito negro.

— ¡Mamá! ¡Sabes que ya no estoy en primaria! — Refunfuño.

— Aigo, niño — cruzo sus brazos — Date la vuelta — Yoongi hizo caso y volteó.

La señora Min abrió la mochila de su único hijo y luego abrió el pequeño bolsito para sacar los alimentos y colocarlos en la mochila de Yoongi.

— gracias — Volteó a ver a su madre.

SeunMin sonrió y tomó los hombros de su hijo.

— Ve y diviértete, no te esfuerces tanto si no te sale algo, ¿Si? Tu salud es primero, no hagas caso a cosas sin sentido, solo tu manejas tu vida, suerte mi amor — Se acercó y beso la frente del menor.

Yoongi recibió gusto el beso de su madre, ese beso le daba muchas fuerzas y suerte.

— Ya me tengo que ir, mami — Sonrió tomando los costados de su mochila.

— está bien, ve — sonrió dulcemente.

Yoongi se giró y abrió la puerta de su casa, iba a salir pero paro en seco al recordar algo muy importante.

— Papá... — Retrocedió unos pasos y vió la foto de su progenitor pegada a la pared juntó a la puerta. — Dame suerte papá — Sonrió y beso dos de sus dedos para colocarlos sobre la foto.

— ¡Adiós, mami! — y sin más salió.

No quería llegar tarde su primer día de secundaria.

La expresión de Yoongi cambio completamente al cruzar la puerta. Su sonrisa se borró, su postura pasó a una rígida, su mirada podría verse fría y vacía, completamente diferente a la que su Madre veía.

— Año nuevo — Habló mirando a su alrededor.

Tomó el autobús de siempre, por cierto, nunca cambió de escuela cuando entró a la secundaria. Ahora iba en quinto año, solo este año tenía y saldría de ser un alumno a un universitario, ¿No cambiaba mucho verdad? Tal vez pero al menos se volvería un profesional dentro de poco. Estaba muy feliz.


¡Bienvenidos a está nueva historia!
Espero que le den mucho amor, Prometo dar lo mejor de mí, y eso no es todo, tengo Miles de borradores, unos que otros ya tienen cuatro capítulos, pocos pero seguro les gustará, está idea surgió porque me inspiré en la canción de "Only love can hurt like this" espero salga como lo planee.

Bye, nos vemos en otro cap

Only Love Can Hurt Like This ©(Yoonmin/Jimsu)Where stories live. Discover now