Capitulo V

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—Fue exactamente como hoy—comenzó YiBo—yo estaba trabajando en el hospital ese día—también había una tormenta, incluso mas fuerte ya que habían dado una alerta de tornado. Yo iba de salida del hospital porque se me envió una alerta de robo en mi casa, uno de mis vecinos me informó, me dijo que se lo habían llevado en una ambulancia porque estaba herido, pero que lo interrogarían y probablemente arrestarían más tarde. Al intentar salir una de las enfermeras me dijo que llego una ambulancia, que era urgente. Como ya se había solucionado el problema en mi casa tuve que quedarme a esperar la ambulancia...

Hace 17 años...

—Dr. Wang, tenemos una persona recién llegada...—habló la enfermera algo afligida

—Que la tome Jin, yo voy de salida— le respondió YiBo poniéndose su abrigo. La situación en su casa ya estaba arreglada, pero tenia la necesidad de ir a revisar cómo había logrado entrar.

—Va a necesitar asistencia en la cirugía—

—¿Con quién? No teníamos cirugías programadas para hoy—

—Es la persona que le menciono, será ingresado a cirugía leve, se rompió una pierna tratando de escalar una casa y se ha enterrado una rama —de repente hizo ademan de asomarse por el pasillo, como si no quisiese que la escuchase alguien mas.— Ademas— dijo bajando la voz un poco —la policía lo esta escoltando, creo que intento robar una casa

—¿Robar una casa?—YiBo se sobresalto, estaba seguro que la persona de la que la enfermera estaba hablando y el ladrón de su casa eran la misma persona.

—Entonces hay que prepararnos—su tono serio salió natural, como era usual, pero por dentro sentía una mezcla de curiosidad y enojo. Quería conocer a la persona que había intentado entrar a su casa, pero al mismo tiempo lo único que quería hacer era golpearla. Esa persona pudo haber robado algo importante de su casa, y aun así tendría que atenderlo en los términos mas éticos posibles.

—¡Dr. Wang! La ambulancia llego —le dijo la enfermera sacándolo de sus pensamientos

—Busca al Dr. Jin— la enfermera salió corriendo en busca del doctor mientras YiBo veía cómo bajaban en una camilla a un hombre.

El aire fuerte y frio se coló justo cuando pasaban la puerta; un aroma dulzón atravesó el pasillo, YiBo lo percibió mientras corría para recibirlo; al notar el olor tanto él como los enfermeros subieron sus cubre bocas. Era un omega, y justo ahora estaba teniendo su celo. Era un hombre joven de cabellos negros pegados a la frente causa del sudor y la sangre que chorreaba de su cabeza. Esta ultima neutralizaba el aroma de sus feromonas por lo que era más fácil tratarlo.

Estuvieron unas cuantas horas en el quirófano hasta que la rama que le había atravesado la pierna fue extraída, y la herida cerrada.

YiBo pensó que si se trataba de la misma persona la policía iría a hablar con él, pero aun así se decía a si mismo que podría no equivocarse, después de todo en el patio de su casa, justo a lado de una de las paredes había un árbol bastante grande.

Casi como si sus pensamientos hubiesen invocado a los policías, este los vio en una de las recepciones de su piso, hablaban con una enfermera que pronto le señalo. Acto seguido los policías iban a su encuentro.

—¿El Dr. Wang?— dijo uno de ellos

—En que puedo ayudarles—

—Quisiéramos hablar con usted de una situación en su casa.

—Uno de mis vecinos me informo

—El fue quien llamo, pero nos hubiera gustado hablar con usted en ese momento. Pero la situación cambio. El joven esta herido de gravedad. Cuando despierte tendremos que hacerle un interrogatorio.

DestinoWhere stories live. Discover now