Trío dorado y Snape

Capitulo 13

"Es hora de que regreses", Harry vio como la luz amanecía lentamente fuera de la ventana. Ron y Hermione asintieron, "Sería malo si alguien te ve".

"¿Crees que te dejarán ir hoy?"

"Espero que no me duela el brazo. Y parece que los huesos cayeron en su lugar", el niño movió la mano con cuidado.

"Volveremos después del desayuno si Madam Pomfrey no te deja ir antes".

"¿Hablas en serio acerca de pasar tu día libre en el ala del hospital?" en la voz del joven mago sonaron sonidos de desconfianza.

"¿Por qué no?" Ron se encogió de hombros.

"Además, pasamos toda la noche contigo".

"Bueno. Ten cuidado, ¿de acuerdo? No quiero que te metas en problemas por mi culpa".

"No te preocupes por eso", Hermione se puso la túnica sobre ella y Ron, "incluso si nos atrapan, valió la pena".

"Además, tenemos una bata en caso de que necesitemos escaparnos".

Al final, los amigos sonrieron radiantemente, lo que calentó mucho a Harry, y desaparecieron como si nunca hubieran estado aquí.

El chico miró su reloj. Todavía quedaba un poco de tiempo antes de la gira de la mañana. La habitación estaba vacía, de alguna manera se volvió silenciosa y fría. Tan solo Sus ojos se posaron en la figura petrificada de Colin. Incluso lo hizo un poco espeluznante. Potter rápidamente hizo a un lado ese pensamiento y se metió debajo de las sábanas.

"¿Tal vez pueda dormir un poco?"

De repente, la somnolencia se apoderó de él tan pronto como su cabeza tocó la almohada. Aún así, la noche de insomnio valió la pena. La siguiente vez lo despertaron unos pasos. Aun así, el sueño no fue lo suficientemente profundo; cualquier leve ruido podría despertarlo.

"¿Cómo se siente, Sr. Potter?" Cuando Harry se sentó en la cama, el hombre le entregó sus anteojos.

"Gracias... Me siento mejor ahora y mi brazo casi no me duele".

"¿Lo permitirás?" Severus señaló el brazo roto. Potter asintió débilmente, todavía desconfiado de Snape. El hombre fue sorprendentemente muy cauteloso, incluso a pesar de la declaración de Harry de que todo estaba en orden: "Si Madam Pomfrey lo permite, entonces después del desayuno puedes estar libre".

"Gracias profesor."

De hecho, Madame Pomfrey lo había dejado ir después del desayuno. Sin embargo, antes de eso, tuve que beber otra poción repugnante. Pero fue un pequeño precio a pagar por un día casi completamente libre.

Con amigos, el joven mago se reunió casi en la misma enfermería.

"Me alegro de que te liberaran. ¿Qué tal el ajedrez?" sugirió Ron. A Potter no le importaba en absoluto, hacía mucho tiempo que no jugaba al ajedrez.

Jugaron y charlaron hasta la hora de la cena. Entonces Hermione decidió ir y tratar de encontrar algo sobre la Cámara de los Secretos y el monstruo, y Harry y Ron decidieron ir al lago. Acordaron encontrarse cerca del corredor central para ir a cenar juntos.

El lago estaba casi desierto a excepción de los gemelos. Estaban ocupados con algo justo en la orilla.

"¿Qué estás haciendo?" Los gemelos saltaron sorprendidos y rápidamente se dieron la vuelta.

"No hay razón para acercarse sigilosamente tan inesperadamente".

"¿Cómo crees que se ve?" George señaló dos cubos de hierro que estaban uno al lado del otro.