My Christmas Inn

Tres

"La posada está en llamas", dijo Nat asustada mientras miraba a Perth. el abogado, sin perder ni un solo minuto, salió corriendo de la cafetería, sin siquiera tomar su chamarra, "¡Oh no, Saint!"

Se dirigió velozmente hacia la posada. Entró con rapidez y se dio cuenta que todo el lugar se encontraba lleno de humo, empezó a gritar el nombre de Saint desesperadamente, "cof cof ¡Saint, Saint! cof ¿Dónde estás? ¿Qué sucedió? cof ¡Saint!"

En ese momento, la figura del publicista apareció por entre la humareda con el rostro algo molesto, "!No me dijiste que la cof cof calefacción no se encontraba conectada! cof cof cof" dijo mientras tosía y miraba con furia a Perth, "Bueno, tu dijiste que tenías todo bajo control, cof cof", replicó Perth, "¿En qué estabas pensando?" le preguntó mientras seguía tosiendo y se dirigía hacia la chimenea.

"Pensé en prender la chimenea, antes de que me congelara por completo, pero todas las chimeneas que siempre he utilizado se encendían con un interruptor, no con leña, cof cof cof", explicó Saint.

"Y ¿abriste el regulador?" preguntó Perth, "¿Qué es eso? cof cof" preguntó de regreso Saint.

Perth giró los ojos y empezó a decirle al joven de ojos miel, "El regulador se tiene que abrir para que el humo de la leña salga y así evitar que el humo se quede atrapado en la casa", decía esto mientras abría la compuerta que se encontraba en la chimenea, entonces, tomó una manta que se encontraba encima de uno de las sillones de la sala y se la colocó a Saint en los hombros para que se empezara a calentar, "Mira, en la esquina de la siguiente calle hay una cafetería llamada Lana's, ve mientras yo reconecto todo para que puedas estar aquí." le dice Perth con tono preocupado, mientras lo encamina hacia la puerta de la posada. Saint asiente afirmativamente y afianza la cobija que el abogado había colocado sobre sus hombros para no sentir frío. Sale de la posada con cuidado y comienza a caminar hacia la dirección que Perth le indicó. En la esquina, efectivamente, había una pequeña cafetería muy acogedora, decorada con motivos navideños en todos lados, las ventanas tienen luces y un árbol de Navidad se encuentra en la entrada de la misma. Con cuidado, Saint empuja la puerta para entrar y se sacude un poco por el frío que está sintiendo en el cuerpo.

Al entrar, la campanilla de la puerta suena, y una señora en sus 50's aparece de detrás del mostrador con una sonrisa en los labios, sus rasgos son finos y amables y tiene los ojos del mismo tono chocolate que el moreno.

"Bienvenido, adelante, ¿te encuentras bien? está haciendo mucho frío hoy, ¿está todo bien en la posada?" le dice a Saint felizmente.

"¡Oh sí, muchas gracias! es que se me olvidó abrir el regulador de la chimenea y todo se llenó de humo."

"¡Vaya! Así que tú eres Saint, el sobrino de Sophie." Dijo la señora con gran sorpresa.

"Sobrino nieto" corrigió Saint tímidamente.

"Entonces debes estar congelándote, ven, entra y siéntate, te daré una taza de ponche Navideño caliente para que te puedas calentar." La señora amable se aleja hacia el mostrador, y sirve en una taza de viaje, un poco del líquido caliente que se encuentra en una jarra en el mostrador, y regresa alegremente al lado de Saint, "toma, espero te guste, te ayudará a calentarte." comenta, alargando la mano para entregarle la bebida al joven visitante.

Saint lo toma con ambas manos y le da un sorbo a la bebida humeante, "Mmmmmm, esta es la receta de mi tía Sophie ¿cierto?" pregunta Saint sorprendido al recordar el sabor familiar del ponche que su tía preparaba cada año cuando era joven.

"Si, es su receta especial, las frutas cocinadas a fuego lento con el piloncillo, con un poco de jamaica y tamarindo, y una gran vara de canela. Lo preparo cada año en esta época." dice la señora dueña del pequeño local.