III

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     Un nuevo año había entrado y con este un nuevo ciclo escolar causando una gran emoción a un moreno de castaño casi azabache cabello. HyunWoo con diecinueve años de edad, sonrió aquella mañana en la cual había despertado con tanta emoción ya que solo le faltaba un año y se graduaría, descansaría unos cuantos meses para poder reponerse y entrar a una de las mejores universidades del país. Como todo hijo único y ejemplar quería enorgullecer a sus padres y llevar el apellido Son a grandes escalas.

Después de agradecer a Dios otro día más de vida, el moreno se levantó de su cama y tomo su toalla preferida para empezar con su rutina diaria; entro al baño y se desvistió quedando en bóxer, tomo su cepillo de dientes y un poco de pasta comenzando a cepillar su blanca dentadura, sus padres siempre habían sido muy estrictos con el tema de la higiene personal y cada cierto tiempo llevaban al chico a citas médicas ya sea en el hospital o al dentista. HyunWoo no se explicaba por qué sus padres eran muy meticulosos con respecto a su salud pero lo dejaba pasar siempre y cuando respetaran el hecho de que al chico le gustase ir a clases de boxeo.

Al principio el señor Son, como todo padre sobreprotector, se había negado a que el moreno asistiera a algún evento como tal, no le gustaba la fuerza bruta ni el que dos chicos se enfrentaran cuerpo a cuerpo en un combate, pero sabía que tarde o temprano su hijo debía de aprender a cómo defenderse pues lamentablemente hay gente mala fuera del acogedor y protector hogar que le ha costado mucho empeño poder lograr. Así fue como inscribió a Son menor en clases de boxeo, logrando que poco a poco el joven lograse una buena masa muscular y no sea intimidado como en sus antiguos colegios, porque si, el chico era intimidado por tener un cuerpo débil y delgado.

El olor a huevo y tocino frito hizo que saliese de su ensoñación y terminase de lavar sus dientes para proseguir con enjuagarlos, sin más quito su última prenda y entro a la regadera abriendo el grifo soltando un suspiro relajado cuando el agua artificial impacto con su cuerpo rodando con suavidad refrescando cada poro abierto y erizando su piel. Los músculos del chico se tensaron cuando aquella frialdad lo iba acariciando limpiando cualquier pensamiento malicioso o impuro que alguna vez llegase a tener. El olor a naranja y mandarina se impregno su piel cuando paso el jabón por este tallando con cuidado cada parte. Los olores frescos eran sus favoritos, HyunWoo se iba más por lo cítrico pero tenía muy en claro que la esencia dependía de la personalidad de la persona, un ejemplo muy claro eran los dos mejores amigos que tenía; Jooheon un chico pelinegro de rostro redondo y mirada afilada solía usar una fragancia de miel, avena y un toque de vainilla cosa que le sentaba demasiado bien, mientras HyungWon usaba uno más acorde a lo natural como la hierbabuena, sábila y albaca. Así que al trio de amigos se les había ocurrido hacer un experimento el cual consistía en cambiaron sus fragancias por una semana. Y ninguno de los tres se habia quedado conforme con la fragancia que llevaban encima; HyungWon pensaba que el cítrico hacia que su piel se humectara de más y se empalagara de tan solo pensar en la naranja; a Jooheon le parecía demasiado fresco y algo perezoso, de pronto se sintió usar muchas "plantas" mientras que HyunWoo pensaba que la miel era demasiado dulce para sí y que aquello solamente le quedaba a una persona con personalidad tierna e hiperactiva.

Rió ante aquel recuerdo terminando su rutina en el cuarto de baño, con una toalla recorría rozando cada tramo de su piel secando todo rastro de agua, todo rastro de sudor e impureza. Aprisa comenzó a vestirse suspirando con pesar, a pesar de haberse levantado con ánimo le costaba demasiado asimilar que era el chico nuevo en aquella institución. Sus padres se habían mudado de Dobong-gu a estados unidos por causas de trabajo, a los señores Son se les había ofrecido un mejor puesto en la compañía donde operaban pero para poder obtener aquel puesto y todos sus beneficios que la compañía les ofrecía debían de mudarse, al principio el moreno estaba en desacuerdo ya que era un cambio radical en su vida, mudarse a otro continente era algo irreal, dejaría detrás a sus amigos, escuela y al chico que le gustaba, pero para Hyunwoo un gran reto se le venía y ese era el tener que comunicarse en otro idioma que no fuese el natal, para su suerte sabía hablar inglés con fluidez así que el adaptarse no le costaría demasiado, o eso creía.

Pero ahí estaba él, peinando con cuidado su cabello y colocando algo de gel para que este no se desacomodara a causa del fuerte viento que hacía, el uniforme escolar le quedaba bien pero dejaba a la vista aquellos músculos que había trabajado logrando que de un aura intimidante, con cálida sonrisa, el alto tomo su mochila para así al fin salir de su habitación dirigiéndose hacia la cocina de donde provenía una canción muy familiar que a su madre le gustaba, saludo a sus padres con un "buenos días" y una corta reverencia para así tomar asiento en el pequeño comedor, la familia Son tomo sus manos y cerró los ojos para orar y agradecer sus alimentos antes de consumirlos, Woo observo a su madre y después a su padre para después pasar su vista a su platillo e ingerir sus alimentos.

Así fue como su día iba a empezar y al menos esperaba que fuese uno muy bueno.

Una vez en octubre. 》Showki《Where stories live. Discover now