IV

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     Los leves rayos del padre sol entraban por las rendijas de aquella ventana penetrando las agujeradas y desgastadas cortinas que el individuo situado en la cama se negaba a quitar, se removió en su lugar tratando de conciliar el sueño después de que su alarma fue apagada, tenía sueño y quería descansar, ese día había decidido en faltar a clases igual ¿a quién le importaría? Era el primer día y no hacían más que presentarse a los nuevos maestros, hablar acerca de las expectativas de la materia y sobre sus planes a futuro. Aburrido, pensó el castaño, conocía a cada uno de sus compañeros ya que literalmente había estudiado con ellos cada una de sus etapas estudiantiles.

— ¡Despierta ya o llegaras tarde a la maldita escuela! — Escucho al otro lado de la puerta. — ¡Yoo Kihyun no me hagas entrar y sacarte de esa mugrienta cama así que levántate!

Volvió a gritar aquella voz femenina haciendo que el individuo, ahora conocido como Kihyun, se levantara de su colchón, trato de adaptar su vista mientras perezosamente restregaba su ojo derecho con su mano, soltando un bostezo, acato aquella orden y se dirigió al canasto de ropa limpia para tomar su uniforme y salir de la habitación; el pasillo vacío y el sonido del desayuno ser movido en un sartén fue lo primero que percibió al salir, seguido de esto se encamino hacia el único baño de la casa y se encerró antes de que su hermano menor saliera de su habitación y le ganara. Coloco seguro a la puerta al escuchar los pequeños golpecitos en esta, su hermano se quejaba de que debía de bañarse o se le haría tarde también pero la voz anterior le riño y al ya no escuchar más los golpecitos libremente soltó un suspiro de agobio aun manteniendo su espalda recargada en la puerta de baño, así que empezó a desvestirse con lentitud. El sol entraba por la pequeña ventana situada encima, muy por encima del inodoro, las prendas fueron a parar al suelo y el de piel blancuzca entro a la regadera, abrió el grifo alejándose un poco al sentir el agua fría. De nuevo suspiro, ya había perdido la cuenta de todos aquellos que lanzo aquella mañana, al ver que el agua no iba a regular, se introdujo de una sola al mar artificial temblando al sentir como su cuerpo era recorrido limpiando las capas de sudor...

El baño no duro mucho ya que tenía un tiempo límite para hacerlo, así que después de tallar y enjuagar su cuerpo con su jabón favorito con esencia de manzana verde, tomo la única toalla del lugar y comenzó a secarse empezando por el cabello para después seguir con su delgado cuerpo. Su vista se dirigió hacia la puerta la cual era levemente azotada y el pomo se movía como si quisieran abrirla escuchándose una infantil voz:

—Kiki, apúrate que sigo yo.

—Ya voy, ya termine.

El chico relamió sus labios terminando de vestirse sin dejar de observar la, ahora, quieta puerta, asintió un poco y termino con su labor, observo su reflejo en el quebradizo espejo y acomodo su cabello. Una pequeña sonrisa se pozo en sus labios, dio media vuelta caminando hacia la puerta para quitar el seguro y abrirla dejando entrar a la pequeña de tan solo diez años la cual lo empezó a regañar por haber demorado tanto, soltando una nerviosa risita, se disculpó saliendo por completo del cuarto de baño y volver a su habitación dejando las prendas en el canasto de ropa sucia. Tomando su mochila y su teléfono algo viejo, salió de nuevo de la habitación caminando por aquel corredor.

Su mano derecha iba acariciando el tapiz viejo y oloroso a moho mediante avanzaba, las pocas ventanas estaban cerradas y cubiertas por las cortinas beige que tanto le encantaban a su madre, tarareo "Mr. Sandman" bajando los chirriantes escalones escuchando a la fémina discutir en la cocina con su abuela asi que, desganado paso de largo avisando que e iría a clases recibiendo de vuelta un insulto. Por un momento sintió sus ánimos desaparecer su cuerpo pero eso no impidió a que saliera de casa con una radiante sonrisa.

La brisa de aquella mañana hizo revolotear su húmedo cabello, el cantico de los pájaros hizo que Kihyun sintiera una enorme paz cuando empezó a caminar una vez cerro el pequeño portón de su hogar.

Kihyun observo aquel camino que conocía perfectamente, a su alrededor habían algunas casas vacías, abandonadas por sus dueños, cada una de ellas tenían una historia que contar. Historias que el menor deseaba escuchar e indagar mas ¿Cuándo fue que todo a su alrededor empezó a morir de aquella manera? Lo único que recordaba es que antes era demasiado feliz, solía salir a jugar con los niños que Vivian cerca de su hogar, solía hacer travesuras y su madre siempre le sonreía y cocinaba lo que quería ¿Cuándo dejo todos esos momentos de lado y se quedaron como lo que ahora eran? Recuerdos, simples recuerdos en donde quería volver a vivir, sentir el fresco aire de la noche al acampar en el patio trasero, sentir la calidez de un beso en su mejilla. Llorar por la raspadura que se hizo jugando o correr detrás del camión de helados para alcanzarlo. ¿Cuándo dejo de vivir y sentir amor? ¿Cuándo se convirtió en alguien no deseado?

Cuando pudo darse cuenta, llego a sudestino y su autobús ya estaba a la espera así que subió a este una vez dejoque la anciana delante de él lograra subir, pago su pasaje y se encamino haciael último asiento junto a la ventana el cual tomo. Conecto sus auriculares ybusco su playlist para perderse desconectándose del mundo al escuchar las melodías deMozart antes de llegar a su destino y empezar otro día mas de aquella rutinallamada; vida.

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⏰ Last updated: May 13, 2022 ⏰

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Una vez en octubre. 》Showki《Where stories live. Discover now