𝔻𝕚𝕖𝕔𝕚𝕟𝕦𝕖𝕧𝕖

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Lucy pasó los siguientes tres días entre buscar otro lugar para vivir y sobrellevar la crisis que las palabras de su madre le habían causado. Para intentar que pasara rápido, se repitió muchas veces a sí misma que ella no era lo que Katherine decía, que era mucho mejor que eso. Tal vez, si lo repetía casi tantas veces como su madre le había repetido que no era nadie, terminaría por creerlo también. No había hablado con Jungkook, ni con nadie, tenía mucha prisa por encontrar a dónde irse.

Ya era viernes y cuando llegó del trabajo, comenzó a empacar sus cosas, pensando en mudarse al día siguiente. Estaba doblando unas prendas de ropa cuando recibió una llamada de Peter.

—Hola, Peter —lo saludó.

—¡Lucy! Necesito hablar contigo y es algo realmente urgente —dijo él, y sonaba bastante angustiado.

—¿Pasa algo grave?

—Descubrí algo... y necesito contártelo, pero tiene que ser en persona.

—Me estás asustando.

—Créeme, cuando lo escuches vas a estar más sorprendida que asustada. ¿Podemos vernos mañana en la mañana?

—Está bien. Pero no sé cómo voy a poder dormir sin saber qué es lo que vas a decirme.

—La espera valdrá la pena, ya verás. Que descanses.

—Tu igual.

—Oye... nunca lo he dicho, pero... te quiero.

Lucy se sorprendió, no esperaba que Peter le dijera algo así.

—Yo también te quiero —le dijo.

—Hasta mañana.

—Adiós, Peter.

Colgó y se quedó mirando el celular con el ceño fruncido. ¿Qué significaba todo eso? Se conocía y sabía que no podría dormir esa noche, pensando y tratando de adivinar qué era eso que Peter había descubierto. Dejó el celular en la mesa de noche y siguió empacando su ropa.

Largo rato después, escuchó que llamaban a la puerta, afuera. No estaba segura de que Katherine estuviera en casa, pues en todos esos días no se habían dirigido la palabra y al llegar no la había visto, pero comprobó que sí estaba cuando escuchó sus pasos y después el sonido de la puerta al abrirse.

—Buenas noches —tan pronto escuchó la voz de Jungkook, pensó que lo estaba imaginado—. ¿Lucy está?

Katherine miraba a Jungkook con la misma expresión con la que se miraría a un fantasma que acaba de aparecer frente a ti. No esperaba que se atreviera a aparecerse en su casa después de que lo había amenazado solo unos días atrás. Él le sonrió con amabilidad y ella no supo qué decirle. Mientras tanto, Lucy iba a salir corriendo de la habitación, pero antes de hacerlo, comprobó su aspecto en el espejo.

«Creo que no me veo tan horrible —pensó y se pasó las manos por el cabello—. Será mejor que salga antes de que mi madre arme un escándalo o algo peor».

Salió y caminó a paso rápido hacia la puerta.

—Aquí estás —le dijo Jungkook, tan pronto la vio llegar.

Ella sonrió.

—No esperaba verte aquí —le dijo.

—¿Estás ocupada?

—No, ahora no. ¿Por qué?

—Necesito preguntarte algo. Podríamos ir a cenar si quieres.

Lucy lo pensó un momento. Katherine estaba a su lado, pero se había olvidado por completo de su presencia, por eso no notó la mirada amenazadora que le dirigía. Al final asintió.

𝓔𝓬𝓸𝓼 𝓭𝓮𝓵 𝓹𝓪𝓼𝓪𝓭𝓸 || 𝓙𝓮𝓸𝓷 𝓙𝓾𝓷𝓰𝓴𝓸𝓸𝓴Where stories live. Discover now