La manera en la que te amaba / Bkdk

Izuku

Despierto en la madrugada con la música que suena para si sola, ya que nadie tiene la dicha de escucharla por estar inconscientes. Me duele la cabeza, y me siento mareado, síntomas típicos después de una buena borrachera, síntomas que no sentía hace mucho, pues aunque tomo regularmente, esta vez si me pase de tragos.

Mis amigos de seguro pensarán que me puse así por mi cumpleaños, pero no, ojalá fuera esa la razón, ojalá fuera solo para pasar un buen rato y divertirme con ellos. Lamentablemente la razón tiene que ver con mis estúpidos sentimientos débiles. Necesitaba quedar muerto por un día, quería saltarme el día en el que cumplía un año de infelicidad, pues hace exactamente 356 días, mi hermoso peliverde se fue de mis manos.

Cada día que pasa es como vivir sin estar vivo, he intentado olvidarlo, es imposible, jamás podría hacerlo. Llegué a la conclusión que es mi alma gemela, suena estúpido, pero desde que me separé de el solo me he sentido incompleto.

Estoy seguro que él cree que él la cago, que él fue él que me perdió. La verdad es que yo lo perdí a él. La razón de la pelea era una estupidez, era obvio que su familia lo había influenciado, pero ese día recordé lo que me dijo su madre, me dijo que estaba a punto de reprobar el semestre. Fue un golpe duro para mí, yo era la causa de sus malas notas, en vez de ayudarlo a mejorar, hacía lo contrario.

Así que hice lo mejor para él, lo dejé ir, y sin mirar atrás, lo saqué de mi casa, dando entendido que habíamos terminado. Ese día tomé demasiado, me puse peor que ayer, ese 21 de abril me internaron en el hospital. Pensé que este 21 de abril también podría estar internado, debí de haber tomado más.

Me levante de donde estaba y fuí a mi alcoba, desde ahí podía ver parte de la ciudad, era una vista agradable. Pero mi propósito no era ver la ciudad, era ver una casa, que si ponías atención, podías verla completamente. Estaba muy borracho, demasiado, no tanto como para desmayarme y despertar en 24 horas, pero si como para hacer mis famosas locuras.

Y en estos momentos en mi mente estaba pasando la idea de ir a esa casa y colarme por la ventana para ver ir a ver a mi precioso peliverde.

Es una locura, no lo he visto hace muchísimo tiempo y si no mal recuerdo, tiene un estúpido novio. ¿Cómo lo sé?, me lo dijo su papá, un día que no soporté y fui a buscarlo. Y ahorita estando borracho y con el simple pensamiento de ver sus ojitos me está volviendo ansioso, no me había dado cuenta que la necesidad de verlo crecía día a día.

Katsuki Bakugou y el alcohol es una mala combinación, y si sorbio actúo como loco, estando borracho soy uno. Veo abajo de mi, y puedo ver la piscina de mi casa, sin pensarlo dos veces me lanzo. Salgo rápidamente y me voy corriendo a la casa del pecoso. Son las dos de la mañana y estoy con la adrenalina a tope, llendo a ver a mi ex, estando todo mojado. Me siento increíble, SOY increíble.

No tardo ni 10 minutos en llegar, y puedo ver que esta despierto, su lámpara del escritorio está encendida, nunca se duerme sin antes apagar su lamparita. No voy a negar que estoy algo nervioso, bueno, estoy muy nervioso, pero subiré allá arriba, le explicaré todo, y me escaparé con él a Tokio, el siempre ha querido vivir ahí, tendremos dos gatos y lo haré mío 365 veces, recompensado todo el tiempo perdido.

Empiezo a subir silenciosamente, no quiero despertar a los padres idiotas que tiene Izuku. Al llegar, asomo un poquito la cabeza. Al momento de verlo, el tiempo se detiene, está igual de hermoso como la última vez que lo vi, que importa si esta llorando, es precioso. Espera, está llorando, de seguro le hizo algo el pendejo que tiene de novio.

Iba a tocar la ventana pero recién me doy cuenta que está escribiendo en su diario, pensé que ya lo había tirado, pero veo que no. Deja de escribir y toma su celular, le está marcando a alguien. ¿Y si le marca a su novio para que venga a consolarlo?, ¡no lo permitiré! Abro la ventana y me tiro a la habitación, espero que el ruido que hice no sea suficiente para despertar a los viejos.