Parte Única

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Seungho tenía sueño ligero, desde que era niño.

Por eso no era de extrañar que unos pequeños y dudosos pasitos entrando a la habitación lo despertaran. Se giró en la cama y su omega se removió en sus brazos pero no despertó. En la puerta de la habitación había una pequeña silueta temblorosa.

"¿Seunghyun?" Llamó Seungho, a su lado, Nakyum aún dormía. El pequeño de grandes ojos vio a su padre con sorpresa, como si no esperara que estuviese despierto. "¿Qué haces?"

"Appa… es que…"

El pequeño se mordió el labio, sus grandes ojos empezaron a llenarse de lágrimas. Seungho se sentó en la cama y lo tomó en brazos. Tenía los pantalones mojados y Seungho entendió lo que pasaba.

"No llores Seunghyun, fue un accidente."

Hacía tan poco ruido cuando lloraba, apenas un pequeño sollozo, como si tuviera miedo de despertar a su madre. Seungho lo apretó un poco más. Seungho no se explicaba por qué cuando era pequeño no tenía ningún recuerdo amable de su padre. No entendía por qué ese hombre nunca les dio a él y a su hermano un abrazo o una palabra cálida.

Cuando nació Seunghyun, cuando lo sostuvo en sus brazos y vio esa pequeña carita redonda y arrugada, pensó que prefería arrancarse el corazón antes que hacerle algún daño a su hijo.

Su propia carne y sangre. No se explicaba cómo su padre no pensó nunca lo mismo.

"Appa… tengo frío."

"Ven, vamos a cambiarte de ropa y a buscarte mantas nuevas."

Seungho salió de la cama con mucho cuidado de no despertar a Nakyum. Había tenido tantas dificultades desde el último embarazo que Seungho no deseaba que hiciera ni el más mínimo esfuerzo. En la celebración de los cien días de vida de Seunghyun, el joven noble Min le obsequió un hermoso tapiz bordado ornamental a Nakyum, argumentando que era una cosa que tenía por ahí y que no apreciaba lo suficiente. Argumentó que un omega con ojo de artista como Nakyum lo apreciaría más y que incluso podría usarlo para sus pinturas si quería. El tapiz estaba en una esquina de la habitación donde Nakyum pintaba.

Luego Nakyum perdió su segundo bebé cuando Seunghyun tenía dos años. Luego Seunghyun enfermó, Nakyum pensó que era por estar en el estudio de pintura y decidió que Seunghyun no volvería a entrar a la habitación.

En una ocasión, Jihwa había pedido una pintura de un paisaje y vio el tapiz extendido en la pared cercana. Se acercó a admirar y luego frunció el ceño.

"¿Quién te dio esto?" Preguntó.

"El señor Min, en la celebración de cien días de Seunghyun."

"¿Min te dio esto? Tíralo."

"¿Por qué?"

"No sé si lo sabes, pero este hilo es muy fino, ¿por qué te daría Min un tapiz bordado con este hilo? ¿Cuántas veces te has acercado a este tapiz?"

"No me he acercado a él, pero ha estado aquí desde que Seunghyun tenía cien días de vida."

Jihwa se quedó pensando un momento, aspiró el aire de la habitación, luego salió de la estancia y le dijo una vez más a Nakyum que tirara el tapiz.

Fue a ver a Seungho, le dijo que él había mandado hacer ese tapiz, que se lo había dado a Min hace tiempo, pero que cuando él se lo entregó, no estaba perfumado.

Seungho se llevó el tapiz e hizo que un médico especializado lo revisara. Efectivamente el tapiz había sido perfumado con hierbas que por sí solas eran inofensivas, pero al aspirarlas y mezclarlas con otras hierbas, eran altamente venenosas y abortivas.

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