Motel, vergüenzas y jacuzzis.

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De acuerdo, resultaba una situación bastante vergonzosa presentarse en la entrada de un motel de quinta, en un bikini y boxers, llenos de lodo pidiendo una habitación. La recepcionista rápidamente juzgó con la mirada, como siempre lo hacía en el trabajo, pero finalmente les dio una llave junto a una mueca de asco.

Algo apenados se dirigieron a la habitación llevándose la sorpresa de que solamente había una cama matrimonial y un sofá con una extraña forma, como si fuese un diván pero más divertido en un tono rojo brillante. Las paredes estaban tapizadas de un afelpado rojo con detalles en dorado y habían varios espejos en la habitación. La iluminación tampoco era muy buena, la luz principal y central era amarillenta y algo opaca y de la mayoría de los espejos estaban rodeados de luces led en un color rojo.

—Bueno —Summer cortó el incómodo silencio —. Duchate primero. Me avisas si hay agua caliente.

A un paso gracioso pues el lodo se había secado, Chan se dirigió hasta la ducha notando que al lado de la pequeña ducha, había un Jacuzzi. Se veía tan apetitoso pero no podría entrar lleno de lodo. Lo ignoró mientras se metía a la ducha corriendo la cortina. El agua estaba helada, eso no le iba a gustar a Summer pero al menos el jabón de cortesía olía muy rico a rosas. Típico jabón de motel.

Tardó bastante en lograr quitarse todo de encima. Había partes secas y algunas que no alcanzaba, pero se negaba a pedir ayuda, aun no llegaban a ese nivel de confianza... aunque hubieran jugado semidesnudos en el lodo. También aprovechó y limpio su bóxer dejándolo colgado a un lado para que se secara.

Cuando iba a salir recordó que había olvidado su mochila en el cuarto así que tomó una de las toallas y pensó en vestirse mientras la rubia se bañaba. Al salir del baño, la vio recostada sobre el extraño sillón rojo.

—¿Es cómodo?

—No mucho, es raro. Pero siento que me estoy acostando mal —comentó mientras se levantaba y se dirigía al baño —. ¿Cual es la llave caliente?

—La que está del lado de la cortina. —mintió sonriendo para sus adentros.

Ella asintió y se adentro.

Un fuerte grito hizo que Chan terminara por soltar una enorme carcajada sintiéndose un chico malo por jugarle aquella pequeña broma. Recordaba a la perfección que la Summer siempre había preferido las duchas de agua tan caliente que casi parecía que harían caldo de pollo. Parecía ser que aquello tampoco había cambiado.

Se recostó sobre la cama una vez vestido -sin usar ropa interior pues no había llevado una muda- notando que había un espejo en el techo. Si que esos cuartos eran algo exóticos. Estuvo un rato acostado hasta que Summer lo llamó pidiéndole que le acercara ropa de su mochila. Por no mover toda la mochila, solamente sacó lo que pensó que era un cambio completo, aunque no quiso ver mucho, no logró encontrar algo parecido a un top o un brasier, y metió la mano al baño respetando la privacidad de la chica. A los pocos segundos salió vestida con un shorts blanco y una playera azul marina. Se secaba el cabello con una toalla y tenía el ceño fruncido.

—Li qui isti dil lidi di li cirtini

Nuevamente Chris dejó salir una corta risa. Aquella chica realmente podía decir lo que fuera y de alguna forma a él le causaría risa.

—Pásame mi cepillo, por favor —pidió Summer mientras se miraba en un espejo que estaba frente al sillón/diván raro tratando de verificar si no había lodo en sus orejas —. Está en una de las bolsas de afuera.

—Voy.

Hurgó un poco por unas de las bolsas exteriores de la mochila. No era fácil, tenía seis bolsas exteriores. De una de las bolsas sintió algo extraño, así que lo sacó topándose con algo que tenía forma de huevo en color rosa. Lo miró un tanto extrañado y con curiosidad pensando que era una crema en un empaque un tanto extraño, tenía un botón y pensó que era para abrirlo así que lo presionó causando que este comenzara a vibrar lo suficientemente fuerte como para que la chica se girara con los ojos abiertos a tope.

ミ★ 𝘚𝘶𝘮𝘮𝘦𝘳 𝘦𝘯 𝘊𝘰𝘳𝘦𝘢 ★彡  °Bang Chan°Where stories live. Discover now