Hombre en llamas

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-Qué están esperando?!- Fuller no toleraba la desobediencia

-No, son nuestros aliados- un soldado de Piri bajó su espada

En simultáneo, los demás lo siguieron. Ninguno estaba dispuesto a atacar a aquellos con quienes compartieron su vida por medio año.

-Escorias inservibles, entonces mueran junto a la plaga de Greenwood!- levantando el cráneo, llamó a las bestias

El borde del acantilado comenzó a temblar y rugir para dar paso a dos criaturas hechas de hielo que iban escalando hacia nosotros. Las imponentes bestias de unos 20 metros de alto, eran unos descomunales muñecos de nieve congelada cuyas extremidades eran carámbanos cubiertos de una placa reforzada con pinchos de hielo macizo que trabajaba como escudo. El desgraciado planeaba matar a su gente sin importarle nada.

-Hijo de puta! Te arrepentirás, lo juro!- Thadeus y los demás estábamos iracundos

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-Hijo de puta! Te arrepentirás, lo juro!- Thadeus y los demás estábamos iracundos

-No me digan? Cómo planean hacerlo si están muertos?- sacando su ballesta, le disparó a Thadeus

-NO!- me lancé del caballo y el proyectil se disparó rasgando el aire junto a la imagen de los copos de nieve mezclada con la sangre a borbotones que llenó mi cara de rojo

-Teniente!- los gritos de los soldados temerosos inundaron mis oídos después de saltar para detener el flechazo.

*Woof rauf*

Incluso Caipirinha se puso nervioso al verme ensangrentado.

Logré esquivar una herida mortal y aterricé a salvo en la nieve con Thadeus. El ardor de la cara cortada me estaban quitando la paciencia. Ese movimiento cobarde por parte de Fuller fue la gota que colmó el vaso.

-Yo hice mi parte. Elimínenlos y luego sigan hacia el occidente jajaja- dándose a la fuga, cabalgó para acabar con las demás tropas

*Rarrrrg!*

Ambas bestias se interpusieron para que nadie siguiera al cobarde asesino y al siguiente instante, una pared de hielo espejado se formó para atraparnos en una jaula fría.

-No quiero morir!- estos niños se arrodillaron a llorar por sus vidas

-Solo la muerte espera a quien intente detenerme a mí o a mis hombres. Nadie morirá mientras yo siga en pie. Holland, hazlo!- Roger me ató un trapo en la mitad de la cara para tapar la herida y furioso preparé mi rifle

-Abajo!- Arrojando tres granadas, Holland gritó para evitar más daños

*Boom boom boom!*

-Ahora, fuego a discreción!- los disparos iban directo a los ojos blancos y cuellos de las bestias

Los malditos al verse acorralados, exhalaban ventiscas de nieve de sus bocas para congelarnos y hacían brotar clavos de hielo del suelo para que no nos acercáramos, lastimando a varios en el proceso. Pero de tanto dispararles, quedaron momentáneamente aturdidos y esa era la señal para atacar.

Ellas me quieren muerto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora