iii. dumbfuck

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iii. idiota

"¿Qué diablos? Y aún así me dices a mí estúpida, ¿Eh?" le dijiste a Baji mientras leías sus respuestas. Increíble. Jodidamente increíble. Estabas completamente sorprendida, tanto que podrías abofetearlo con un libro de Matemáticas enrollado. "¿278,350 × 0 es igual a?"

"¿Cómo diablos se supone que voy a saber—"

No lo dejaste terminar la oración cuando lo golpeaste en la cabeza con tu libro de Matemáticas enrollado. No sabe cuando empezaste a enrollarlo simplemente te encontró golpeándolo.

Debido a su bajo rendimiento en la escuela, y dado que eras cercana a su familia, sin mencionar que son vecinos, la madre de Keisuke personalmente te pidió que fueras la tutora de su hijo. ¿Cómo decirle que 'no' cuando ella se ofreció a cocinar tu comida favorita? Sin mencionar que la Sra. Baji era muy amable contigo.

Así que, si querías su aprecio necesitabas perforar algo de conocimiento en la cabeza de ese hombre.

"¿Qué mierda, Keisuke? Todo número multiplicado por cero es igual a cero." le gruñiste. El hijo de puta parecía divertirse con tu reacción, dándote cuenta de lo que hiciste. Rápidamente cubriste tu boca y escuchaste el sonido de los platos provenir de abajo. Esperando que la señora Baji no te haya oído maldecir.

Tu reputación. Murió.

Miraste a Keisuke, extremadamente tentada a sacarle los ojos. Él sabía muy bien que su madre podría escuchar tus maldiciones en el piso de abajo, pero no te detuvo. Gruñéndole, agarraste tu bolígrafo y un poco de papel antes de entregarle algo a Keisuke. Todavía lo estás mirando. "Comencemos con lo básico. Memoriza esa tabla de multiplicar."





Una vez más, ¿Cuánto es 2×2?

Ah, tal vez 2 × 2 es cómo colocas un mechón de cabello suelto detrás de tu oreja cada vez que bloquea tu visión. O tal vez es cómo te muerdes el labio cuando te encuentras con un problema matemático difícil. Tal vez, sea cómo balanceas el bolígrafo cuando estás aburrida.

A decir verdad, a Keisuke Baji le importa una mierda cuánto era 2×2. Sus ojos se sienten atraídos por ti, su archienemiga, su tutora, esa perra molesta que no puede sentir dolor.

A quién le importa una mierda la tabla de multiplicar de todos modos.

Coloca su mejilla en su palma, observándote leer un libro. En lo inconsciente que eres de que sus ojos se están suavizando lentamente con solo mirarte.




No es que le gustes, no, es solo que..,

Bueno, tal vez si le gustes.

Cuando pensó que ya estaba harto de mirarte a la cara, sus ojos se fijaron en tu mano encima de su examen. En tu dedo que está golpeando ligeramente el escritorio.

Keisuke es alguien a quien le gusta correr riesgos y por ti, está dispuesto a arriesgar cualquier cosa.



"Keisuke, ¿Qué estás haciendo?" preguntaste notando algo en tu dedo. Cuando lo miraste, el dedo meñique de Baji estaba entrelazado con el tuyo "Kei, ¿Qué estás haciendo?"

Keisuke fingió no escucharte y siguió mirando hacia otro lado, su dedo aún entrelazado con el tuyo.

Ah, con que así vamos eh..,

Comenzaste a enrollar tu texto de Matemáticas con la otra mano alertando a Baji. "¡Es solo un dedo, idiota!"

"Sé que es un dedo, Keisuke Baji. Pero, ¿por qué está entrelazado con el mío?" lo regañaste. "¿Pensé que te había dicho que memorizaras esa tabla de multiplicar?"

Keisuke te miró fijamente. "A quien le importa la tabla de multiplicar—" habló, girando su silla en tu dirección. "cuándo podemos hacer esto."

Keisuke de repente agarró tu mano izquierda y entrelazó tus dedos con los de él. Mirarlo hizo que tu corazón diera un vuelco, especialmente cuando miras unos intensos ojos como los de él. No son deslumbrantes, no, pero aún así envían un escalofrío a la vista.

"¿Importan las matemáticas en este momento?" preguntó, acercándote más con sus manos entrelazadas.


Pero se olvidó de dos cosas.

Uno, estaban todavía sentados ambos en una silla giratoria.

Y dos, tiró demasiado fuerte.

Y debido a esas dos cosas descuidadas, se produjo un caos.

Ambos se cayeron repentinamente de su silla, causando un gran desastre. No sabes qué tipo de lógica sucedió, pero terminaste encima de Keisuke. La explicación más racional de cómo sucedió esto es que Keisuke fue quien tiró de ti y terminó debajo de ti.

Ambas manos todavía entrelazadas, ahora tiradas en el suelo. Caer encima de Baji, soportar tu peso con las rodillas y las manos solo hizo que la posición fuera más incómoda.

Pero incómoda queda corto cuando la madre de Keisuke entró de repente en la habitación.

"Keisuke, ¿Está todo bien? Escuché un—" La sorpresa era evidente en el rostro de la Sra. Baji al ver a su hijo y a su vecina en una posición íntima. Sin mencionar que tú también parecías sorprendida de verla.

"Sra. Baji, no es lo que piensa—"

"Creo que llegué en un mal momento. Sigan, sigan."

Y así salió de la habitación, cerrando lentamente la puerta. Juraste ver una sonrisa en los labios de la señora antes de que cerrara la puerta.

Murmuraste por lo bajo una maldición, aún no creyendo lo que pasó. Sin querer, te encontraste con los ojos de Keisuke, quien todavía está debajo de ti.

Maldiciéndolo, te pones de pie o al menos tratas de quitarte de encima de tu enemigo, pero parece que él tiene otros planes. Tirando de tus manos entrelazadas de nuevo, caíste sobre el cuerpo de Baji, tu cabeza descansando sobre su pecho.

"¿Qué diablos, Keisuke?"

"Mamá ya está asumiendo algo. Al menos démosle alguna base." declaró con arrogancia antes de rodear con sus brazos tu cintura. Frotando su nariz en tu cabello, susurró. "No te importa, ¿verdad?"

Por alguna razón te sentiste somnolienta. Tu posición era extrañamente reconfortante. Tal vez estabas cansada de darle clases a ese tonto de mierda que tus párpados se cerraron lentamente. O tal vez Keisuke era solo una buena cama.

Pero, ¿quién sabe y a quién le importa?

Acurrucándote más cerca de Baji, murmuraste antes de dormir. "No."

did it hurt? | baji keisuke Where stories live. Discover now