did it hurt? | baji keisuke

iv. hurt you

 
  
   
iv. herido

"¡Repítelo!" Keisuke Baji le gritó sin querer a uno de tus compañeros de clase.

Había ido por un poco de Peyoung Yakisoba para ambos, pero cuando regresó, encontró tu asiento vacío. Pensó que te había dicho que permanecieras en tu asiento ya que iba por un poco de comida, pero parece que realmente tuvo que haber pegado tu trasero a la silla porque ahora no tiene idea de dónde diablos estás.

"U-Unos delincuentes se llevaron a ____-san. Dijeron que te esperarían en el almacén abandonado."

En ese momento un miedo desconocido se apoderó de él..

 
 

Puedes parecer ruda por fuera pero él sabe lo frágil que eres.

Sí, es posible que no sientas dolor, y esa ya era una maldición pero

Tú no puedes sentir dolor.

No tienes forma de saber si tienes dolor de cabeza, si tienes fiebre e incluso si alguien te disparó.

Y aún así estás siendo secuestrada por unos delincuentes.

Keisuke nunca corrió más rápido en su vida. Él sabe el tipo de tonta que eres y el tipo de imprudencias que podrías cometer. Intentarás contraatacar, especialmente si tienes ese maldito libro de Matemáticas cerca. Y existe la posibilidad de que aquellos que te secuestraron no sean solo unos simples matones de segunda.

Solo espera que no sea demasiado tarde o de lo contrario..

Cuando el almacén finalmente estuvo a la vista, Keisuke corrió más rápido. Ya puede oír el bullicio en el interior. Los gritos, las maldiciones.

También vio tu libro de Matemáticas justo afuera del almacén.

"Vamos. Retuércete de dolor, niña."

"No finjas ser ruda, sabemos que duele."



"¿Acabas de hacer algo?"

Esa era tu voz.


Y esa fue la señal para que Keisuke irrumpa en el almacén.

Pateando la puerta, Keisuke Baji le hizo frente a veinte delincuentes. Algunos le son familiares, otros no. Reconoció a los tres tipos que abofeteaste con el libro de Matemáticas cuando rescataste a esos niños.


Y luego te vio..



Atada y golpeada en una esquina,

Con el cabello un desastre y un moretón al lado de los labios.

Eras su prioridad.

No los malditos matones. Así que en lugar de apresurarse a golpear a los que te capturaron, inmediatamente corrió hacia ti y levantó tu cabeza, metiendo tu cabello detrás de tu oreja asegurándose de no encontrar más heridas.

"Oye, perra. ¿Qué fue lo que te hicieron?" su voz suena apresurada incluso para él. No sabe si esa sensación de falta de aire se debió al hecho de que corrió hasta aquí o si se debe al pánico que siente en este momento.

Pero hombre, no sabes el alivio que sintió cuando lo miraste y sonreíste..


"No lo sé.., supongo que me golpearon un par de veces intentando lastimarme." te reíste, a pesar de las heridas en tu cuerpo.

"¿Dónde te duele?" preguntó Baji, presa del pánico. Comprobando tus brazos y tu cara.

Simplemente te reíste un poco una vez más lo que provocó que el entrecejo de Keisuke se frunciera. Solo le sonreíste. "Hijo de puta, ¿Lo olvidaste?" preguntaste, todavía riendo un poco. "No puedo sentir dolor..

.. no sé dónde duele."