Capítulo XVI

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—Aidan, quiero fumar.

El ojiverde, quien revisaba unas cuantas recetas en internet, volteó a ver a _____, incrédulo, ¿Había escuchado bien?

—¿Que? Sabes que no puedes.

—Ya se, pero en verdad quiero y uno no creo que me haga daño.

—______, no. Falta poco para que los niños nazcan, después de eso tal vez dejaré que lo hagas. Correrían mucho riesgo los tres. Definitivamente no.

_____ jugaba con sus deditos, nerviosa y temblando, más bien; llorando. Llevó sus manos a su rostro y soltó un sonoro sollozo.

—¿Soy una mala madre?— preguntó, sorbiendose la nariz.

Tenía las mejillas rosadas y húmedas. Aidan quería tomarle una foto en ese justo momento, era una muy tierna imágen, pero no sé mostraría grosero, _____ pensaría que lo haría para burlarse de ella.

—Oh, cariño.

Aidan se cambió de lugar, sentandose a un lado de ella, dándole un gran y cálido abrazo, de esos que tanto le gustaban.

—Claro que no eres un mala madre, nunca pienses eso, eres muy buena y aún no nacen los bebés —besó su frente.

—¿Me lo p-prometes?—se sorbio una vez más la nariz.

Aidan asintió, secándole las lágrimas con la palma de sus manos, tomó su delicado rostro entre ellas y la miro detenidamente.

Era preciosa, la carita rojita, los ojos cafés brillantes con un destello de tristeza y culpabilidad, el pequeño puchero formado en sus delgados labios, su cabello cayéndole por el párpado derecho, simplemente preciosa.

—Eres muy hermosa, bebé—dijo mirándola con dulzura.

No espera esa reacción por parte de _____, ella se abrazo de Aidan y lloró en su pecho ¿Acaso había dicho algo mal?

—¿Q-qué pasa? ¿Dije algo mal?

_____ negó con la cabeza, se retiró de su pecho y lo miro, sonriendole.

—Para nada, al contrario, es que... Me gusta cuando me dices eso, eres muy tierno, Aidan. Gracias. —bajó la mirada a su panza.

—Bueno... Entonces, eres preciosa, divina, muy hermosa, me gustan tus ojitos, deberías verlos seguro te enamorarías de ellos tanto como yo. Tus labios son muy finos pero no dejan de ser increíbles. Me gusta tu cabello suave y como huele, me gusta mucho cuando te ríes y tapas tu linda boquita. Tú nariz es la cosa más bonita que hay—se acercó a ella, dándole un beso esquimal.

_____ no podía más con el sonrojo de sus mejillas, sentía que la cara se le quemaba con cada palabra que Aidan decía.

—Basta, estás matandome —río nerviosamente, tapando su boca por pena.

—Por lo menos morirías sabiendo que tan enamorado estoy de ti, bebé— acortó la distancia que los separaba y la besó lento, dulce y suavemente en los labios, sintiendo el sabor de éstos.

—Aidan, cuando fui con Madd a ver las cosas de bebés habían unas cunas ahí, eran blancas, creo que de madera o algo parecido, cada una tenía un cambiador y apartados para guardar cositas.

—¿Te gustaron? Si quieres podemos ir el sábado.

—¿De verdad?—Aidan asintió—¡Sí! Son muy lindas, a ti también te gustarán.

—Por mi está bien. Por cierto, ¿Cuando sales de licencia?

____ alzó la mirada pensativa, contando con sus deditos.

—Dentro de casi un mes.

_____ saldría de licencia tres meses, al cumplir los ochos meses no podría trabajar ya que había posibilidad de que los niños la lastimen u ocurra algún accidente, además de que para ese tiempo ya no aguantaría mucho tiempo parada, siendo un embarazo de dos bebés requería bastante reposo. El demás tiempo le serviría para que sane de la cesaría de su recuperación, si en esos meses ella no mejora mucho le darían un poco más de tiempo.

—Ya es tarde, mañana hay que trabajar. ¿Que tal si vamos arriba y nos damos unos cuantos besos de buenas noches antes de dormir?— propuso Aidan, dándole pequeños besos de poquitos a la castaña.

—Hmm, interesante oferta—_____ agarró la cara de Aidan y lo beso profundamente—. Acepto.

• • •

El sábado llegó rápido. Las cunas habían llegado apenas media hora después de ser compradas. El cuarto de los bebés sería el de visitas, era el más espacioso. La pintura era verde claro, con cortinas blancas, _____ tenía cierta pequeña -gran- obsesión por la decoración blanca o negra.

Los muchachos de la tienda armaron las cunas, ______ les dió algo de propina y con un "gracias" se despidieron. Decidieron ponerlas en el centro de la habitación, dejando un gran espacio entre las dos, traían móviles con figuras de animales de peluche y un velo beige como si fuera una cuna digna de unos príncipes. Y ______ así veía a sus bebés, como unos príncipes o hasta reyes. En los cajones de estás guardaron toda la ropa que había sido adquirida desde antes.

Compraron un par de sillas mecedoras para darle de comer a los bebés ahí. Las mantitas estaban siendo lavados con detergente de olor a bebé y serían guardadas en otra cajonera más grande. Habían unos cuantos cuadros de flores o animales para adornar el cuarto. Según _____, eso era muy bueno para los bebés, ya que así aprendían a ver diferentes cosas sin salir de casa.

Dejaron una pared libre, ahí pondrían fotos de los bebés y enmarcarían algunas ecografías a 4D que ellos tenían. En ellas podías ver a los bebés casi perfectamente.

Eso era todo por hoy, a ______ a dolerle la espalda y darle órdenes a Aidan no era tan sencillo como parecía. Su lindo novio le preparo un té frío por el calor que hacía, ella lo acepto gustosa, agradeciéndole con un cálido beso en los labios.

_____ acababa de terminar su delicioso té, ya se estaba acomodando para dormir, cuando escucho que su celular sonó, era una notificación de WhatsApp. Polo.

"¡ES UNA NIÑAQJWHJJVSJ!" 3:46 pm.

"tENDRÉ UNA BEBITAAAA" 3:47 pm.

"NO RESPIRO ESTOY LLORANDO" 3:47 pm.

Eso era maravilloso, de verdad se sentía muy feliz por sus dos amigos.

"Muchas felicidades a ti y a Madd, Polito. Espero que la cuiden de los chicos malos y la amén mucho ¿Cómo está Madd por la noticia? Quería un niño" 3:49 pm.

"ESTÁ LLORANDO CONMIGO, AYUDA" 3:50 pm.

"Felicidades otra vez" 3:51 pm.

"Gracias, _____ <3" 3:53 pm.

Que corazón más gay, pensó ______. Pero que decía, ella ponía cosas peores y caritas extremadamente raras.

Con una sonrisa en su rostro, feliz por sus amigos, se tapó y acomodó en su cama para dormir. Aidan la siguió a los pocos minutos, abrazándole por detrás, acariciando su pancita con sus bebés algo inquietos.

—Se mueven mucho— murmuró Aidan cerca del oído de ______, ella solo asintió en respuesta.

—Madd y Polo tendrán una nena— comentó.

—Oh, que lindo, me alegro por ellos —dijo sinceramente.

—Yo también— Bostezó.

—Sshh, vamos a descansar, después podemos salir a cenar a algún lado si gustas o visitar a Polo y festejar.

Y con eso, _____ suspiró y en unos segundos más ya se encontraba dormida cómodamente.

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