Secuencia

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Pues ahora desde que Papaya ha vuelto todo ha vuelto una normalidad subjetiva. Las salidas han vuelto a ser casuales y divertidas, pero esas miradas siguen siendo las que quizás vuelven un poco incómoda la situación.
Cada sábado Queso Rancio invitaba a Papaya a pasar la noche ya que su casa quedaba lejos y era mejor para tomarse el colectivo a la mañana.
La soledad era una compañera cotidiana para el querido queso rancio, tal así que que estaba acostumbrado a pasar días festivos y fin de semana solo. Pero, apreciaba mucho los días en que Papaya se quedaba en su departamento de soltero. No era mucho, pero era algo. Aparte, ambos amaban jugar al Resident Evil, tenían una partida larga de muchos meses de desvelo...
Apreciaban su compañerismo, sus miradas de que podría pasar algo pero no debía pasar nada. Además la casa no se sentía tan sola con la compañía del Papaya durmiendo en el living al lado de su gran y fría cama doble de su habitación.
El tema de conversación de su viaje era algo vacío y más con los sentimientos que había de por medio. Cada uno creía que dicho sentir había cambiado en el otro pero era lo contrario... Lo más esperado por los dos era el dulce beso de despedida, no era más que un simple beso en la mejilla pero siempre iba a acompañado de una amable mirada de súplica sepultada en una manta de amistad masculina inquebrantable por la frágil masculinidad que tenían.
La mente de queso rancio era más simple, era todo blanco o negro, no había gama de grises, no dejaba quemos pensamientos indecoroso inundarán su cabeza porque no eran suyos sino influencia de su amiga. En cambio, Papaya era más pensante y atrevido en varios sentidos... Fantaseaba reiteradamente con su amigo, quizás por la necesidad de calor humano, de sentir la calidez de su cuerpo... Quizás hasta dejarse hundir en esos ojos océanos fríos como la corriente de la Antártida. Le daba tanta curiosidad testificar cuanto candor escondía su frialdad, era algo que tarde o temprano debía averiguar.

. . .

- [¿Estás en lo de Queso Rancio?]- era la voz del padre de Papaya por teléfono.

- Sip, llegué bien. Ahora vamos a comer cuando llegue Kaorux y Kire.

- [Sii... Comete toda...]

- Bueno me la voy a comer toda, aunque no sé si me dejarán.

- [...] [Pero que hijo más @#$&!]

Papaya se reía, hasta lo despidió con prisa para dejarlo picando con esa duda.
Al instante que llegaron los dos comprometidos, Kaorux preguntó cómo había llegado al departamento de queso.

- En el colectivo... - sonrió pícaro.- En el colectivo LGTB :v

Todos se reían, la pasaron bien ese día lástima que a la noche los dos jóvenes no pudieron hacer su rutina de juegos ni desvelos porque Papaya trabajaba y, además él no podía avanzar porque los padres de Queso estaban en la habitación.

. . .

Lo peor es que no dejan de ser tan obvios, en el chat grupal Queso rancio no deja de decir que tiene sueños húmedos con Papaya volviendo al Lol... Mientras que Papaya cobra demasiado interés cuando queso afirma que se está duchando, con comentarios tales como: "Ese mástil no se puede limpiar solo". Hasta pregunta cuando volverá de su pueblo natal... se tienen un hambre :F

Papaya x Queso RancioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora