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La tarde previa al comienzo del adoctrinamiento llegó Baoshan Sanren. Exigió hablar con el líder y con el tío Qiren. Siendo una inmortal por supuesto, fue recibida con respeto y prontitud, muy honrados por su visita, hasta que aclaró los motivos de su presencia con total desparpajo: "Deseo que mi discípulo Zhao Ying participe del adoctrinamiento. Él tiene 16 años actualmente. En esta vida, es Zhao Ying, en su pasada vida fue Wei Ying. Nombre de cortesía, Xian."

Lan Qiren se puso lívido, su sobrino y líder estaba sorprendido. El anciano de casi 90 años cuya apariencia apenas parecía de poco más de 50 respondió con severidad: "De ninguna manera permitiré eso. No para que mi sobrino vuelva a sufrir por él."

La inmortal sonrió con descaro, sus palabras fueron afiladas, ¿"Acaso no sufre desde que nació? Tengo entendido que aun duerme acompañado a causa de sus pesadillas."

El viejo casi se atora con saliva al responder colérico: "¡Cómo sabes eso!... Lo que no significa que él esté sufriendo..." Ella lo interrumpió: "Viejo caprichoso, aun no aprendes de tus errores. Si tu sobrino sufrió en el pasado fue exclusivamente tu culpa. No quisiste oír. Lo acusaste de asociarse al mal. Permitiste la muerte de su alma gemela, luego volvió en un cuerpo destinado a morir, lo que no hubiera pasado si lo hubieras apoyado desde el principio. Ambos continúan sufriendo ahora por no poder estar juntos. Son almas destinadas. No puedes contra eso, ni yo tampoco. ¿Acaso supones que estoy feliz por entregar al niño que amo tanto a este mundo hipócrita y nefasto? Preferiría guardarlo para siempre en mi montaña, pero no deseo verlo sufrir más y no serás tú quien va a detenerme."

El silencio podía cortarse con un cuchillo. Después de varios minutos Lan Xichen dijo con voz conciliadora "Aceptaremos al discípulo, pero necesito saber que más desea que hagamos."

La mujer dejó caer una pesada bolsa con oro sobre la mesa al tiempo que respondía: "Nada. Lo que deba ser será o no será nada. Esto paga su estadía por un año, no tengo sirvientes así que también es el pago para que tenga una persona a su servicio, no es bueno con el arreglo de su cabello y suele ensuciar mucho su ropa. Eso es todo. El chico está afuera."

La inmortal se levantó dedicándoles una reverencia, luego salió del salón de las orquídeas para encontrarse con su discípulo, y tras darle una pequeña caricia en el pelo y una bolsa de oro le susurró: "Quédate aquí, pórtate bien."

Luego se marchó sin permitir otra interacción entre ellos, dejándolo sorprendido he intranquilo.

El líder Lan, luego de interminables minutos salió a buscarlo. Pudo verlo a cierta distancia y era... Igual al Wei Ying de 15 años que conoció hace más de 45 años. Debía ocultar su cara de sorpresa y fingir que nada extraño ocurría. Se presentó ante el muchacho con una sonrisa, trataba de no mirarlo demasiado, tan sorprendido por su aspecto. A pesar de los años, no podría olvidar a aquel hermoso joven. El líder Lan ya tenía más de 60 años, pero su aspecto era de un hombre de mediana edad, hermoso y agradable.

Zhao Ying fue dejado en un dormitorio confortable y básico y no estaba para nada tranquilo.

Después de todo, en su vida pasada había visitado el descanso de las nubes acompañado de sus dos hermanos y un séquito de sirvientes. Pero en esta vida, fue dejado sólo, sin mayores explicaciones ni fecha de regreso a su hogar ni motivos, ni consuelo para sus pesadillas. Al menos, estaba garantizado que tendría noches horribles.

De todas maneras, ahora era sólo un adolescente de 16 años recién cumplidos, criado en el seno de una secta muy pequeña donde era cuidado, educado y protegido, donde siempre estaba su maestra y madre para consolarlo en su tristeza.

Comenzó a vaciar sus bolsas para acomodar sus pertenencias, varias túnicas interiores y exteriores, un peine, otro par de botas, su flauta y su espada, su arco y flechas, varios talismanes y la bolsa de oro.

Almas GemelasWhere stories live. Discover now