Un Solo Instante ~Neji Uzumaki ~

Cinco💥

Neji llegó a la sala sin que los allí presente se percataran de ello. El enemigo intentaba entrar al cuerpo de su hermano. Boruto se sentía agotado y en extremo desesperado.

— Ya detente por favor, detente — decía Boruto
— Deja de resistir y muere muchacho
—No, nunca....no ¡No!

Neji contempló el lugar carente de muebles y objetos. Solo habia dos columnas en donde estaban amarrados los lazos de chakras que tenían a Boruto sujeto y el altar del centro donde se encontraba Mitsuki.

Neji fue más veloz y tras usar el Baykugan atacó el chakra oscuro que amenazaba a Misuki. Toneri no pudo hacer nada y ese chakra se disipó. Pero su amigo no reaccionó. Seguía inconciente.

—¿Quién eres tú? — preguntó Toneri confundido
— Neji Uzumaki y vine por mi amigo y mi hermano.

—¿Uzumaki? ¿Eres su otro hijo?
— No por gusto pero sí, Naruto es mi padre.

—Pero tienes el Baykugan
— Porque Hinata es mi madre. ¿Y tú quién eres?

El enemigo miró al recién llegado unos instantes. No se esperaba la existencia de ese muchacho. Neji aprovecho aquello para sacar a Mitsuki del altar y recién éste reacionó respirando bocanadas de aire con desesperación.

— Mi sol, viniste por nosotros
— Mitsuki — ambos se abrazaron con fuerza — ¿Están bien?
— No, pero lo estaré mi sol.

— ¡Mitsuki! ¡Neji! ¡Escapen! ¡Mitsuki llevale el pergamino a mi padre! — gritó Boruto desesperado.

Neji miró a su hermano unos instantes. Era conciente de que podría vengarse de Sasuke simplemente abandonando a su hijo allí. Pero Boruto era su hermano mayor y él nada tenía que vercon las locuras de sus padres.

—¿Y dejarte aquí? Reconozco que Sasuke enloquecería y nada me daria mayor placer que verlo sifrir — dijo Neji — Pero eres mi hermano, jamás te daria la espalda. Además Mitsuki no me lo perdonaria.

Tonerti se repuso del shock padecido al saber que tenia frente suyo al hijo de la mujer que tanto amaba para atacar.

Pero Neji y Mitsuki esquivaron dicho ataque para contra-atacar. Tenían que liberar a Boruto cuanto antes. Neji distraería a Toneri mientras que Mitsuki liberaba a Boruto.

Toneri sentía que ese pequeño no solo era poderoso sino muy especial. Por tal razón no empleaba todo su poder.

Pero al ver que su prisionero había sido liberado se enfureció optando cambiar de planes.

— Lamentablemente me enfrentaste Neji, ésto solo complica la situación pero para tí.

Inmediatamente una nube de chakra verde lo envolvió al rubio menor al completo quien comenzaba a sentir que su cuerpo le dejaba de responder.

Pero no dejaría que se salga con la suya. Se quitó el relicario y se lo arrojo a Mitsuki.

—¡Abre el portal con eso Mitsuki y escapen! — dijo Neji reteniendo a Toneri con su fuerza interior —¡Apurense!

—Neji....¡Neji! ¡No!
— Mitsuki por favor vete, solo regresa a la aldea junto con mi hermano.
—No te dejaré solo Neji

Neji no quería separarse de Mitsuki pero tampoco permitiría que él y Boruto corran peligro.

—Fuí enviado para salvarlos y asegurarme que regresen a salvo. Tranquilos, a nadie le importará que no regrese a la aldea.

—¡Menudo idiota hermanito! ¡¿Cómo crees que te dejaré solo?!

Neji inmovilizó a Toneri por unos momentos, al tiempo que activaba el relicario abriendo el portal para que ellos escapen.

—¡Escapen!
— ¡No! — Mitsuki quiso acercarsele pero Neji bloqueó su camino — ¡Neji!

Mitsuki tomó su decisión en esos momentos. Miró a Boruto y entregándole el pergamino del tiempo, para empujarlo al portal.

—¡Mitsuki! ¡¿Qué haces?!
— Regresa a casa Boruto, yo iré por Neji. Después de todo le dije que siempre volvería a él.
—¡No! ¡Mitsuki! ¡Neji!

Neji y Mitsuki vieron a Boruto desaparecer en el portal tras ser empujado allí para que éste se cierre al segundo siguiente.

— Neji Uzumaki, eres mío en cuerpo y alma. Completamente mío — la voz de Toneri Ootsutsuki retumbó en el lugar mientras se abría otro portal para desaparecer.

—¡Mitsuki! — Neji se desesperó ya que su chakra había disminuído quedandose muy débil, estiró el brazo derecho en dirección al peliceleste — ¡Ayúdame por dios!

—¡Neji! — Mitsuki vio cómo Toneri y Neji desaparecían en ese otro portal que se cerraba casi inmediatamente. Los gritos de su amado rubio seguían retumbando como ecos en el lugar — ¡Te salvaré Neji! ¡Cuesteme lo que me cueste mi amor!